domingo, 7 de mayo de 2023

IGLESIA TRIUNFANTE (2-4)

Salutación
Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Hechos 20:17-38
Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. —Hechos 20:28 (NVI)


El apóstol Pablo, al final de su tercer viaje misionero, y el impacto de su ministerio en Éfeso, convoca a sus discípulos para una sentida despedida en la playa de Mileto. En la amonestación solemne que les hizo, se desprende las siguientes verdades y características de una Iglesia Triunfante:


·    Una iglesia triunfante, se caracteriza por la conducta de sus obreros.

·    Una Iglesia triunfante, se caracteriza por la doctrina de sus obreros.

·    Una iglesia triunfante se caracteriza por la fe de sus obreros.

·    Una iglesia triunfante se caracteriza por la visión, misión y pasión de sus obreros.

Desde hace muchos años, este pasaje del libro de los Hechos me ha dado el mensaje final para mis despedidas, cuando he llegado al final de un evento. En realidad, este pasaje bíblico, nos habla de la vocación divina y la responsabilidad que tenemos delante de Quien nos ha llamado para servirle.

Voy a decirle otra vez: La misión de una iglesia debe ser ayudar a completar la misión mundial, la misión total que trajo a JESÚS a la tierra: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido”. (Lucas 19:10). También definió el carácter y alcance de Su misión: “Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. (Marcos 10:45). Después de Resucitado, dijo a sus discípulos: “Como me envió el Padre, así también yo os envío”. (Juan 20:21). Entonces, sin ninguna duda: La misión de CRISTO, es nuestra misión.

Esa misión fue declarada para la Su Iglesia por el mismo SEÑOR JESÚS:

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28:19,20, NVI).

La maldición mayor que puede caer sobre las naciones, son las guerras, con sus millones de muertos y la destrucción de las ciudades. Se cuenta que en el bombardeo de una ciudad, durante la Segunda Guerra Mundial una estatua de Jesucristo haciendo el bien con sus manos, resultó sumamente dañada. Cuando empezaron la reconstrucción de aquel templo, los expertos lograron reparar la mayor parte de la estatua, pero las manos estaban tan dañadas que decidieron dejarla sin manos. Las autoridades competentes, pusieron un cartel que dice: “Ustedes son mis manos”.

 

Hoy las manos de JESÚS para hacer el bien y extender Su reino en toda la tierra, es Su Iglesia.

 

El apóstol Pablo, señala que los ancianos, obispos y pastores, diferentes nombres para aquellos hombres que han sido llamados a un solo oficio: hacer que la iglesia sea la iglesia, escogida por DIOS para alcanzar y discipular al mundo. La importancia de esa reunión de Pablo con sus discípulos revelan que en la iglesia local, esa misma que se reúne en el nombre del SEÑOR en cualquier lugar, comienza y termina con la conducta pastoral:

Cuando llegaron, les dijo: «Ustedes saben cómo me porté todo el tiempo que estuve con ustedes, desde el primer día que vine a la provincia de Asia. He servido al Señor con toda humildad y con lágrimas, a pesar de haber sido sometido a duras pruebas por las maquinaciones de los judíos”.(Hechos 20:18,19).

 

¿Cómo debe ser la conducta de nosotros que estamos al frente de una iglesia? 

El diccionario define la conducta así: “Manera de comportarse una persona en una situación determinada o en general”. El apóstol nos dice la firmeza que él tuvo en su manera de enfrentar las demandas de esta vida. Era constante, firme y sin dobleces. 

 

También nos habla de la humildad en sus actos como siervo de DIOS: “He servido al Señor con toda humildad y con lágrimas”. También se mide el carácter por la manera de enfrentar las circunstancias desfavorables: “a pesar de haber sido sometido a duras pruebas…” 


Una iglesia es triunfante cuando sus pastores, son triunfantes en CRISTO, especialmente en el cumplimiento, en el ser y el hacer de una obra local: La Gran Comisión.

¡Adelante, siempre adelante!

¡Feliz domingo del SEÑOR!

 

 

 

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