viernes, 18 de octubre de 2019

El banquete de la gracia

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Lucas 14:15-24
Jesús respondió con la siguiente historia: “Un hombre preparó una gran fiesta y envió muchas invitaciones. Cuando el banquete estuvo listo, envió a su sirviente a decirles a los invitados: “Vengan, el banquete está preparado.”  Lucas 14:17,18 (NTV)

En los tiempos de JESÚS, los hombres acaudalados cuando celebraban una gran fiesta hacían dos invitaciones. La primera era la noticia preliminar, contenía la invitación y la indicación para que los invitados hicieran todos los preparativos para asegurar su asistencia; la segunda invitación venía después e informaba que la fiesta ya estaba lista y que los invitados acudieran; era un honor ser invitado por aquel anfitrión tan importante, y una ofensa rechazarla. Ese anfitrión, esa gran cena y los invitados a ella, representa la gracia divina. Hoy DIOS está celebrando esa gran cena y nos invita a ella; llegará el momento en que el tiempo de la gracia habrá terminado, y solo los que acudieron a la invitación, disfrutarán de la gracia de DIOS para siempre.

En la película, premiada con un Oscar, “El banquete de Babette” -no es una película cristiana- sin embargo cuenta la historia del contraste en el plano religioso del legalismo y la gracia. Pertenecientes a una rama del luteranismo legalista un pastor con sus dos bellas y talentosas hijas, reúne en un pueblo de Austria a su congregación. Sus feligreses lo aman y forma con ellos un grupo que se aísla de la sociedad. Todos visten de negro, todos consumen una misma comida que consistía de pescado y papas sancochadas, aderezada con cerveza y pan. Sólo se cantan himnos cuyas letras prometen un gran futuro en la Nueva Jerusalén.

Pues bien, el pastor muere y en su lugar deja a sus dos hijas: Martina, llamada así en honor de Martín Lutero, y Philippa en recuerdo de Felipe Melancton, dos de los grandes héroes de la fe. Todo está lleno de austeridad. Sin embargo, el pecado ha hecho entrada entre ellos y con los años, las raíces de amargura han hecho estragos en las relaciones de los lugareños.

Una francesa de nombre Babette, viene huyendo de la guerra de Francia, en  donde ha perdido todo lo que poseía; la mujer en una fría noche de invierno en medio de un torrencial aguacero, llega a la playa cercana de aquella secta. Es casi la media noche, cuando toca la puerta de la casa de las hermanas Marina y Philippa…Babette les pide posada, y durante 12 años les sirve sin cobrar nada por ello, sólo recibe cuarto y comida. Una inesperada circunstancia, pone en las manos de Babette ¡diez mil francos! Las hermanas se alegran de que Babette sea rica, pero saben que con ese dinero ella saldrá a vivir una nueva vida, fuera de ellas. Pero Babette se queda con ellas y como se celebraba el centenario de la vida del pastor fundador de aquel lugar, Babett les promete hacer una gran cena al estilo francés. Así lo hace y el 15 de diciembre, entre los recelos de las hermanas y de los feligreses, sirve un banquete inolvidable. Los invitados acuden, entre ellos un general que en tiempos atrás había cortejado a Martina e igualmente en Paris había visitado un famoso restaurante en donde la jefa de la cocina, era una mujer, llamado el “Café Anglais”. Los aldeanos empieza a comer aquella comida tan diferente a los que por tantos años ellos habían saboreado, habían acordado no preguntar nada, sino comérsela toda. Todos los aldeanos hacen lo que ven que el general hace; solamente el general va comentando cada plato y cada bebida; y a medida que la cena va avanzando los feligreses se confiesas unos a otros sus faltas y se piden perdón. Termina la fiesta, en medio la nieve se pierde el carruaje del general y se ve el cielo azul y estrellado en el horizonte.

“El banquete de Babette” termina con dos escenas inolvidables. Afuera, los ancianos como niños se toman de las manos alrededor de la fuente, y cantan en medio de la noche, sus cánticos de su fe, los cánticos de navidad. Es una escena que reflejan que el banquete de Babette les había abierto la puerta a la comunión y la paz los unos con los otros, y había comenzado en la aurora, el despertar de la gracia. Como lo dice la autora del libro en el cual se basó la película, Karen Blixen, los feligreses se sentían, “como si de veras sus pecados hubieran sido lavados tan blancos como la nieve, y en este atuendo de inocencia recuperada, estuvieran brincando como corderillos”.

En la escena final, se ve a Babette, sentada y la cocina en completo desorden. Ella luce satisfecha, había honrado a sus visitantes con una gran cena. “Babette fue una escena encantadora” dice Martina con gratitud. Babette, que había cocinado por 12 años la misma comida en aquella casa, añade: “Yo fui la jefa de cocina del Café Anglais”. Las hermanas piensan que Babette, después se regresará a París, pero Babette, les dice. He gastado todos los diez mil francos en esta cena. “¡No se asombren. Eso cuesta una cena como ésta en el Café Anglais” ¡Los comensales no habían pagado nada, como la gracia es gratis pero no barata!

¡Qué parábola! Así DIOS por Su gracia, sin que nos cueste nada a nosotros nos invita a la salvación. El SEÑOR nos invita a Su cena. Así se unen las dos caras de la gracia para que sea efectiva: La gracia da, la fe recibe. ¡Ese ese es el banquete de la gracia!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Gracias SEÑOR porque un día viste que yo no tenía en mi mismo ningún mérito para llegarme a ti; pero por tu gracia me diste el nuevo nacimiento y la nueva vida por medio de tu amado Hijo, lleno de meritos, “lleno de gracia y verdad”. Ayúdame a decir a los demás que hay Vida de en JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La salvación por gracia se desprende de la invitación que DIOS nos hace a través de JESÚS. Usted está invitado a este gran banquete, no ponga excusas y honre al Anfitrión.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

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