domingo, 20 de febrero de 2022

LA IGLESIA SIGUE CAMINANDO

SALUTACIÓN
Quiero saludar a la doctora y también nuestra hermana en CRISTO, Aidé Arthaona, de Valle de la Pascua. Ella ha sido tanto una excelente profesional de la psiquiatría como también una sierva de DIOS a Su servicio y de Su Iglesia. La hermana Aidé, hizo de esta salutación su favorita. Orando por ella, sus hijos, nietos y discípulos. 
Francisco Aular
“¡Gloria a él en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones desde hoy y para siempre! Amén.” (Efesios 3:21 NTV)

La iglesia a la cual me refiero en esta salutación: no son los templos, menos las catedrales; tampoco el cuerpo doctrinal; ni al liderazgo solamente. ¡La iglesia es gente! ¡Gente en marcha incontenible tanto en lo individual como en lo colectivo, ayer, hoy y siempre como el mismo JESÚS! Allí vamos…

¡La Iglesia camina a pesar de las circunstancias de este mundo!

Cuando fundamos la Unión Bautista de Jóvenes de la Misión Bautista Emanuel, en Chacaíto, yo era un entusiasta nuevo convertido de 18 años, había aprendido un cántico que entonábamos en las reuniones de Evangelismo a Fondo, aquel coro se me había pegado y yo lo cantaba sin detenerme, así que pareció natural que Luis Magín Álvarez, dijera en voz alta, “¡Francisco, enséñanos el canto!…” Todo nervioso, pero valiente pasé al frente y cantamos:

"En las luchas y en las pruebas

la Iglesia sigue caminando,
en las luchas y en las pruebas
la iglesia sigue caminando
y solo se detiene para predicar...
¡Oh gloria, aleluya,
la iglesia sigue caminando
y solo se detiene para predicar!"

¡La Iglesia camina a pesar de los poderes reales malignos!

La Iglesia es la Esposa amada de CRISTO, no está en este mundo para enredarse en sus circunstancias temporales de la vida humana; sino para alabar a DIOS, edificar a sus santos y proclamar el Mensaje de Salvación; la iglesia está aquí para enfrentar espiritualmente a los tronos (Colosenses 1:16); dominios (Efesios 1:20,21); principados (Romanos 8:38,39, Efesios 6:12; potestades (Efesios 3:10)… En efecto, el príncipe de este mundo es el diablo, y aunque usted no lo crea, la política, el comercio y la sociedad, están bajo su dominio, hasta que sea vencido al final de la historia como la conocemos. El diablo es tan diablo que no se detuvo para ofrecerle el poder, hasta al mismo HIJO de DIOS: “Luego el diablo lo llevó a la cima de una montaña muy alta y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria que hay en ellos. —Te daré todo esto —dijo— si te arrodillas y me adoras.” (Mateo 4:8,9).

¡La iglesia camina y forma un muro de contención contra las huestes de maldad!

La Iglesia del SEÑOR, está en este mundo para servir como un muro de contención a tanta maldad desatada; la solución para el problema humano, no es humana; sino divina. ¡No es algo, sino Alguien: ¡JESÚS! Hay asuntos tan serios en el panorama de la salvación que solamente la iglesia del SEÑOR puede hacer; y, solamente, un Cristiano nacido de nuevo con la mente de CRISTO, puede entender: “Pues,«¿Quién puede conocer los pensamientos del Señor? ¿Quién sabe lo suficiente para enseñarle a él?”. Pero nosotros entendemos estas cosas porque tenemos la mente de Cristo.” (1 Corintios 2:16 NTV). 

¡La Iglesia camina y triunfa a pesar de todo!

Solamente la Iglesia del SEÑOR, puede exaltar a DIOS como nadie podrá hacerlo; solamente la Iglesia del SEÑOR, puede edificar a los apartados de esta generación en iglesias locales para nutrirlos: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” (Efesios 4:13 RV60); la Iglesia del SEÑOR está aquí para proclamar el Evangelio hasta cuando ÉL nos permita, estamos bajo el mandato final del SEÑOR de la Iglesia: “Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” (Mateo 4:19)

¡La Iglesia a través de los siglos pasados sembró, regó y 
cosechó, y la sangre de sus mártires nos alienta a seguir!

Ahora bien, si en el cumplimiento de nuestro deber como cristianos nacidos de nuevo y como Iglesia del SEÑOR, tenemos que morir, estamos listos. En realidad, podemos afirmar como el Apóstol: “Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.” (Romanos 8:36). ¡Sabemos que nuestra sangre será la semilla que germinará en otros! ¡Si en la batalla caigo, que otro tome la bandera de la fe!, y alguien nos dirija para que el ejército de DIOS no detenga su marcha, y entonemos de nuevo con valor, la sencillez del cántico:

"En las luchas y en las pruebas
la Iglesia sigue caminando,
en las luchas y en las pruebas
la iglesia sigue caminando
y solo se detiene para predicar...
¡Oh gloria, aleluya,
la iglesia sigue caminando
y solo se detiene para predicar!"

Hace algunos años, una pareja de misioneros, él brasileño y ella boliviana, estuvieron conmigo aquí en Toronto trabajando en nuestra iglesia en ese entonces. Ellos sentían el llamado del SEÑOR para ir a un país musulmán. Nos encariñamos tanto con ellos, que yo me negaba aceptar el hecho de que posiblemente pudieran morir en este intento. Al despedirnos, tuvimos que tocar ese tema. Se los pregunté: Ellos sabían la realidad. “Pastor, -dijo él- y haciendo un dúo dijeron: _“¡Hemos considerado el costo y estamos dispuestos a pagar el precio!”… La buena noticia es que a unos 20 años de aquella despedida, han hecho una gran labor misionera y muchos discípulos para la gloria de DIOS en aquella zona peligrosa, a pesar de la persecución, las amenazas, el menosprecio y las adversidades. ¡Esa es la Iglesia que nadie detiene!

¡Hoy estaremos reuniéndonos como Iglesia del SEÑOR simultáneamente en todo el mundo, nuestro amado JESÚS nos espera. ¡No te quedes en casa! ¡Ven, te esperamos!

¡Feliz domingo del SEÑOR!

¡Adelante, siempre adelante! 

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