lunes, 5 de junio de 2017

Palabra eterna

faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Pedro 1:22-25
Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. 1 Pedro 1:25 (RV60)

Hace dos mil años, los habitantes de Atenas, y los extranjeros que vivían allí, les gustaba escuchar y hablar cosas nuevas. Hoy en nuestro mundo tecnológico, nos parecemos a ellos y a veces nos enfermamos con una sobre dosis de tecnocracia. Estamos tan pendientes del ordenador y de hablar por móvil, y sacar de los oídos los audífonos, que estamos perdiendo la sensibilidad como seres humanos. Vivimos en un mundo cambiante. Nuestra vida actual es movida por esos grandes almacenes tecnológicos en que vamos a ver lo nuevo que ha salido a la venta. Pero el avance del conocimiento es tal, y no exagero al decir esto, cuando usted está comprando y pagando por su artículo electrónico en la tienda, ya está fuera de moda.
El cristiano nacido de nuevo, por su parte, no ha de andar buscando novedades espirituales. Algunos pasan horas buscando y adoptando su crecimiento espiritual, en los millones de mensajes que sobre cualquier tema teológico están en alguna redes informativas como Youtube y otros similares. No niego que algunas informaciones sean legítimas pero millones están equivocadas, y se necesita cierta preparación espiritual y teológica para hacer la diferencia.
De hecho, si alguien quiere madurar en su fe y crecer en el conocimiento de Dios, merece nuestro respeto, apoyo y guía. Uno de los propósito de la iglesia es “presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”… Ciertamente, en los días del apóstol Pedro, habían muchas opciones y posiciones teológicas que tenían que ver con los escitos de los grandes de las filosofías de aquellos tiempos y otros fundadores de las distintas religiones de aquella época. Por ello, abundaban las religiones esotéricas y los libros que iban desde los “iniciados”, es decir, los nuevos creyentes hasta que alcanzaba afianzarce en los misterios que esas sectas enseñaban. Muchas de las enseñanzas de aquellas religiones tenían que ver con el manejo de las ciencias ocultas desde el mismo incio de la humanidad, al elevar su Torre de Babel y fabricar una religión a su propia medida, pero fuera de Dios. Así que fue necesario que Dios escogiera una familia, la de Abraham para iniciar con él, un nuevo pueblo. De ese pueblo surgió la Palabra de Dios, la Palabra eterna y desde allí vino JESÚS, a establecer Su Reino. Allí andamos, los que hemos aceptado el Regalo de la vida eterna en JESÚS.
Pues bien, el apóstol Pedro nos dice que Palabra de Dios está completa y “permanece para siempre” tanto, en su composición como en su contenido y sus revelaciones, desde el final de los tiempos apostólicos. Es más, es la única fuerte de la verdad, la salvación y la madurez en CRISTO. Sí, esta Palabra es eterna.
Oración:
Padre amado:
¡Gracias SEÑOR por dejarnos esta Palabra! ¡Tu Palabra! Esta Palabra nos cambia. Por esta Palabra nacemos de nuevo. Por esta Palabra crecemos hasta la madurez en tu Reino. Esta Palabra nos quita el desánimo. Esta Palabra nos enseña a vivir y a morir. ¡Esta Palabra vive en nosotros desde ahora y por toda la eernidad! ¡Con esta Palabra vivo, sin esta Palabra muero! ¡Ayúdame Señor a tener tu Palabra en mi corazón es este día y siempre! En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
El Autor de la Palabra es el mismo que nos hizo a nosotros, y además, ese Autor vive en nosotros y nos ayuda a descubrir las verdades bíblicas.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios