viernes, 14 de febrero de 2014

Amistad y servicio


Francisco Aular      
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Tesalonicenses 2:1-8
Los amamos tanto que no sólo les presentamos la Buena Noticia de Dios, sino que también les abrimos nuestra propia vida. 1 Tesalonicenses 2:8 (NTV)
Cuando mi familia y yo decidimos dejar a nuestro país, Venezuela, también decidimos hacerlo del mejor modo posible; entre las decisiones que nos tocó tomar estuvo la renuncia al pastorado de la iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas, dándoles a los miembros su debido tiempo, para buscar una nueva pareja pastoral. Sin embargo, la fecha tope de salida del pastorado no coincidió con la venida a Canadá, así que, los amados de la iglesia resolvieron dejarnos en la casa pastoral hasta que la nueva pareja pastoral llegara. El tiempo pasaba y la esperada visa no llegaba. Es más fácil entender que si un hombre es soltero, quizás esperar por un asunto de esa naturaleza no sea mayor problema, pero, con esposa y cuatro adolescentes en casa es una agonía enfrentar un tiempo así. Recurrimos a la oración y el Señor se tomo su tiempo para respondernos, y lo hizo a su manera; de un modo sorprendente y dándonos mucho más de lo que pedíamos.
Una noche de aquellas, recibí una llamada del misionero brasileño Calixto Patricio, quien precisamente regresaba a Venezuela tras un tiempo de licencia en Estados Unidos. Aquella llamada no sólo fue valiosa, sino también oportuna, todavía me parece oírlo con su acento portugués: “Fran, Suely y yo hemos pensado que ustedes se vengan a Puerto La Cruz y esperen con nosotros, hasta que la visa para Canadá les llegue…” Así el Señor nos llevó durante tres meses,  al apartamento de la familia Glenn (Miguel y Rebeca), frente a la bellísima bahía de Puerto La Cruz. ¡Nunca habíamos vivido tan bien! La iglesia Jesucristo es el Camino, que el pastor Calixto pastoreaba, acordó darnos ofrendas especiales y compras de alimentos, durante el tiempo que estuviéramos allí. No nos pusieron condiciones; era un regalo, obviamente, trabajé al lado de nuestros amados. En realidad, Dios quería que mi esposa, nuestros hijos y yo, pasásemos aquel tiempo al lado de una de las parejas misioneras más desafiantes y eficaces que he conocido: Calixto y Suely ¡Imposible olvidar ese gesto de amistad y servicio mientras estemos vivos!
Ahora bien, el apóstol Pablo, modelo de misionero no hizo su trabajo solo, lo acompañaron siempre misioneros aprendices, los cuales posteriormente llevaron el Evangelio por aquel mundo conocido de entonces; Pablo tuvo en todo su esfuerzo misioneros, equipos de plantadores de iglesias, y por el amor y servicio entre ellos mismos, pudieron mostrar el amor, el cuidado el respeto que debemos tenernos el uno y al otro; y al mismo tiempo,  Pablo mostró su gran amor por los frutos de su ministerio, tanto por los hermanos nuevos en la fe como con las nuevas iglesias que iban surgiendo; esta sana preocupación las mostraba tanto en persona cuando estuvo con ellos, como sus compañeros de equipo a los cuales enviaba para consolidar a las nuevas obras; esta misma inquietud de preocupación por las iglesias y la obra de Dios en general, también la plasmó con su brillante pluma, al escribir 13 epístolas que constituyen su legado en el Cristianismo. Algunos de los especialistas en los perfiles del gran Apóstol, lo consideran recio de carácter, colérico, firme y sin vacilaciones; pero ante la fundación de nuevas iglesias, es la ternura que muestra en sus actitudes que nos llena de admiración, como aquí en 1 Tesalonicenses, cuando escribe:  “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida a sus propios hijos … Así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros” (2:7, 11). Todo esto se traducía en la formación de obreros cristianos e iglesia con un fuerte énfasis en la amistad y el servicio. Esto honra a JESÚS, nuestro Señor y Salvador, Él dijo: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he contado todo lo que el Padre me dijo.” (Juan 15:14,15 NTV) ¡Un obrero del Señor que no puede mostrarse amigo, no será fructífero en el reino de Dios!
Pues bien, en nuestro servicio para el Señor compartimos no solo buenas relaciones de amistad con nuestros hermanos, sino también las oportunidades de servir, incluyendo la presentación de las buenas nuevas, amistad, tiempo y dinero. La obra evangelizadora y misionera es la obra que demanda pasión y entrega total. Como dijo el apóstol Pablo: “…nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos!” El evangelio es ante todo, amistad y servicio.
Oración:
Padre amado: ¡Gloria a tu Nombre! Tú nos cambias el mar de problemas por un remanso de paz y una bahía de amor. Gracias por darnos la victoria hoy y siempre. En el Nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Un carácter amistoso y de servicio nos da una semejanza con JESÚS ante el sufrimiento de los demás.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

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