miércoles, 14 de noviembre de 2012

El mejor Amigo


Francisco Aular
faular@hotmail.com      

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Juan 15:13,14 (RV60)

Desde el inicio de mi ministerio pastoral -hace ya 41 años-, tengo el hábito de terminar todas mis cartas con un “pastor y amigo”. Eso ha hecho que algunos amados cuando me saluden, bromean, diciéndome: “¿Cómo está mi pastor y amigo?”, sin embargo, cuán grande me quedan esos términos cuando me comparo con mi amado JESÚS. Nadie como Él. A la verdad, tenemos un Dios muy compasivo. Su amor no puede faltar ni marchitarse. Su misericordia para con nosotros viene desde antes de que el mundo fuese; somos parte de su Plan y por eso, su amistad, amor y gracia son constantes y eternos. En cambio, nosotros nos damos cuenta de que en esta vida humana, nunca seremos ni haremos lo que deberíamos. No obstante, con la nueva vida que Él ha depositado en nosotros, y con su ayuda, podemos alcanzar la madurez para enfrentarnos a un mundo imperfecto y en constante crisis.
En los momentos más difíciles que me he encontrado en la vida, recuerdo que JESÚS murió por mí en la cruz, y por eso, no tengo que temer a la muerte; Él resucitó, el sepulcro no lo pudo retener; ciertamente, Él no prometió alejarme de todo sufrimiento y pruebas por las que tendré que pasar, pero ya no estoy solo para enfrentarlas, en las buenas y en las malas Él es mi Amigo, y pase lo que pase, Él es mi Amigo Fiel:”…Porque nunca decayeron sus misericordias, nueva son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22,23).
Pues bien, ten esto en tu mente: Alguien se preocupa por ti, por lo tanto, si te sientes solitario, deprimido o quizás desesperado ante alguna situación, y te preguntas, “¿para qué vivir? ¡Ojalá tuviese alguien en quien confiar, con quien hablar y que pueda contestar mis preguntas!”, entonces, recuerda que Alguien está dispuesto a escucharte, acompañarte y ayudarte. Sí, mi querido amigo, no hace falta que lo busques muy lejos, porque desde hace muchos años, y aun, antes de que nacieras, Él se preocupa por ti, Él quiere salvarte, y darte la vida abundante; Él dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10 RV60). También dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Su nombre es JESÚS, Él llenará el vacío de tu corazón porque como dijo Blas Pascal: “En el corazón del ser humano existe un vacío con la figura de Dios, que no puede ser llenado con ninguna cosa creada sino con Dios mismo, el Creador, revelado en Cristo Jesús”. Mucho antes, San Agustín afirmó: “Pues nos hiciste para Ti, oh Dios y nuestro corazón andará en desasosiego hasta que descanse en Ti”.
Ahora bien, el hacerse amigo de JESÚS no es algo automático que nos ocurre por ser seres humanos, sino que es necesario obedecerlo: “…Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando”, y, ¿qué es lo que nos manda el Señor Jesús?: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLARÉIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS” (Mateo 11:28,29; La Biblia de las Américas). El ir a JESÚS, arrepentirte de tus pecados  y aceptar el regalo de la vida eterna: ¡es tú decisión! Haz conmigo la siguiente oración, si ésta expresa el deseo de tu corazón; y por favor, escríbeme para enviarte un material de atención espiritual, hoy mismo.
Oración:
Señor JESÚS, te necesito. Sé que bajaste del cielo a rescatarme del poder de mi pecado. Me arrepiento de todos mis pecados. Te abro la puerta de mi vida a Ti, que eres la única puerta que lleva a la salvación, y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por  morir en la cruz por mis pecados y por darme la vida eterna que viene del cielo. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la persona que Tú quieres que sea. Amén.
Perla de hoy:
Un amigo es la primera persona que llega, que me ve herido, venda mis heridas y me levanta cuando todo el mundo ha pasado de largo.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

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