martes, 13 de noviembre de 2012

Análisis final


Francisco Aular

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23 (RV60)

El apóstol Pablo magistralmente nos habla del análisis final al pasar por esta vida. ¿A quién le vamos a rendir cuentas al salir de aquí? ¿Qué hicimos con la vida que se nos dio? ¿De qué manera asumimos las diferentes tareas que se nos encomendaron? En realidad el éxito o el fracaso en muchas de las actividades que emprendemos, dependen  de nuestra actitud ante las obligaciones contraídas; dependen de la pasión o entusiasmo que pusimos ante las demandas normales de la vida; dependen del alma y el espíritu con que encaramos las actividades y el trabajo que debemos realizar. No podemos lograr algo significativo en esta vida sin sentir pasión por lo que somos y lo que hacemos, ¿cómo lo logramos? Norman Vincent Peale nos dice: “Piense apasionadamente, hable apasionadamente y llegará a ser una persona que siente pasión por la vida. La vida va a tomar un nuevo fervor, con intereses más profundos y mayor significado. Usted puede hablarse a sí mismo, pensar y actuar para tener entusiasmo, o falta de interés y monotonía o desdicha. Por el mismo proceso puede llegar a la inspiración, la emoción y a un nivel profundo de gozo”.
Ahora bien, JESÚS dijo: “(…) mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17 RV60), ¡Dios trabaja y nunca descansa! A la verdad, Él es Dios. Nosotros debemos disfrutar nuestro descanso y reponer las fuerzas, justamente por eso el Señor recomendó un día de reposo semanal. Sin embargo, si hacemos nuestras tareas como si fueran lo más importante de este mundo, podemos descansar al realizarlas. Creo, sinceramente, que no existe trabajo tan humilde que no debamos realizar, si consideramos nuestro trabajo como indispensable para que todo lo demás funcione. Por ello, es muy útil tener una visión de la finalidad del trabajo que realizamos. Tres hombres, albañiles trabajaban en una catedral, al primero de ellos se le preguntó qué estaba haciendo y respondió: “Construyo un edificio e ignoro lo que quieren hacer con él”. Se le hizo la misma pregunta al segundo y respondió: “Levanto aquí unas paredes y me gano así el sustento de mi familia”. Cuando se le preguntó al tercero, respondió con mucho entusiasmo: “Edifico una catedral, no la construyo para cualquiera, la considero la casa de Dios, y me imagino a los hombres, mujeres  y niños, llegando aquí para adorar al Señor del cielo y de la tierra”.
Hace muchos años, el profesor Kent M. Keith escribió un poema para sus alumnos, el cual llamó “Los Mandamientos Paradójicos”, luego fue traducido al español como “El análisis final”. Ese poema cayó en manos de una joven monja que tuvo el sueño de irse a la India para servir a Dios, entre los parias, los más pobres de aquella nación; ese poema lo convirtió en parte de su visión. Aquella monja era la madre Teresa de Calcuta. ¡Ya sabemos la historia!
 
El análisis final
La gente comúnmente es incomprensible, ilógica y egoísta.
Perdónalos de todas maneras.
Si eres amable, la gente podrá tildarte de egoísta y con motivos ocultos.
Sé amable de todas maneras.
Si eres un triunfador, ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos.
Triunfa de todas maneras.
Si eres honesto y sincero, la gente podrá engañarte.
Sé honesto de todas maneras.
Lo que has invertido años en construir, alguien lo podrá destruir de la noche a la mañana.
Construye de todas maneras.
Si encuentras serenidad y alegría, ellos te podrán tener envidia.
Sé alegre de todas maneras.
El bien que puedas hacer hoy, la gente lo podrá olvidar mañana.
Haz el bien de todas maneras.
Dale al mundo lo mejor que tengas, y eso nunca será suficiente.
Da lo mejor que tengas de todas maneras.
Como ves, en el análisis final, es algo entre tú y Dios.
Nunca fue entre tú y ellos de todas maneras.
Oración:
Amado Padre Celestial:
Soy una pieza de barro que tú diseñaste, tomé la forma que tu quisiste darme, trabajaste en mí antes de que el mundo fuese y todavía sigues moldeándome para que yo sea útil en tus manos y para los demás. Ayúdame Señor a ser lo que tú quieres que sea. En el nombre de JESÚS amén.
Perla del día:
Habrá un análisis final sobre lo que hicimos en esta tierra con la vida que Dios puso en nosotros, trabajemos para la honra y gloria de Dios en todo lo que hagamos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

 

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