Francisco Aular
El que se esfuerza en
su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene
sentido común. Proverbios
12:11 (NTV)
Dicen
algunos historiadores que en los primeros siglos de nuestra era, los
emperadores romanos en medio de la gran necesidad y situación de pobreza del
pueblo, inventaron un sistema para mantener a las multitudes entretenidas, ellos
lo llamaron pan y circo, de acuerdo a Wikipedia, “Panem et circenses, es decir,
pan y circo; es una locución latina peyorativa, que en la actualidad describe
la práctica de un gobierno para mantener tranquila a la población, ocultar
hechos controvertidos y permite proveer a las masas de alimento y
entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas”.
Viendo
el panorama del mundo actual, podemos decir que ese mismo grito atravesó los
siglos y nuestra generación está conformándose con lo mismo, la limosna de los
gobiernos. Esto nos dice que la humanidad ha cambiado muy poco, le encanta
cambiar el sistema de trabajo que lo lleva a la abundancia por la diversión
pasajera que se les ofrezca para mantenerse en la dependencia y la pobreza. Así
los pobres son siempre necesarios para justificar la asistencia pública. Pan
para no morirse de hambre, en vez de un trabajo que dignifica, y circo para
distraerse en vez de la obra duradera de la educación. El proverbista en el
versículo de hoy, lo escribe en forma de poema en hebreo, pero ese mensaje nos
llega todavía: El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en
abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. El principio es
universal y por aquel mismo tiempo, el filósofo chino Confucio, dijo: “Dale a
un hombre un pescado y comerá un solo día; enséñalo a pescar y comerá todos los
días de su vida”.
Por
otra parte, la Biblia enseña que a JESÚS, al inicio de su ministerio, Satanás
lo tentó con sus promesas de pan y circo que le habían dado muy buen resultado
con nuestros primeros padres, Adán y Eva, pero el Hijo de Dios le respondió:
“No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios” (Mateo 4:4; RV60). Sin duda que Dios sabe que tenemos necesidades
fundamentales como el comer y el beber, pero, “¿no es la vida más que el
alimento?”, exclamó JESÚS en sus
enseñanzas al respecto (Mateo 6:25), alimentar nuestra alma y espíritu con la Palabra
de Dios es prioritario, y poder decir
como el profeta Jeremías: “Cuando se presentaban tus palabras, yo las comía; tus palabras eran
para mí el gozo y la alegría de mi corazón …” (15:16; LBLA). ¡Esta es la comida
que no perece!
Pues bien, en cuanto al “circo” que el mundo nos
ofrece, el ser humano de hoy es distraído por la diversión en las cosas de esta
vida y la indiferencia ante el llamado de Dios y su Palabra. Por una parte, la
publicidad le vende la mentira de que estará en este mundo para siempre, por lo
tanto, la muerte es algo que se disfraza y no se menciona; indiferente sobre
cuál será su destino después de esta vida, se sumerge en la fantasía de las
diversiones, estrategia que maneja Satanás para mantener al ser humano en esta
triste condición: muerto espiritual (Efesios 2:1,2); ciego de mente (2
Corintios 4:4); encadenado por el diablo (2 Timoteo 2:26); bajo el poder del
maligno (1 Juan 5:19), por ello, la admonición de Pablo a su amado discípulo
Timoteo también deben ser para nosotros: “No pierdas el tiempo discutiendo sobre ideas mundanas y cuentos de
viejas. En lugar de eso, entrénate para la sumisión a Dios. «El entrenamiento
físico es bueno, pero entrenarse en la sumisión a Dios es mucho mejor, porque
promete beneficios en esta vida y en la vida que viene» (1 Timoteo 4:7,8). Del
mismo modo, hay que hacerle caso a Salomón que definió todo lo que se hace debajo
el sol como “vanidad de vanidades”, y por ello escribió: El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. Proverbios 12:11 (NTV) Poniendo en práctica ese consejo, nos ayudará a no sucumbir, como otros, que caen
bajo la trampa de ¡pan y circo!
Oración:
Padre Celestial:
Hoy resuelvo llenar mi vida con tu Palabra, de
modo que sus verdades me eleven a ti. Bien sé que solo JESÚS tiene palabra de
vida; Él es mi pan; ¡Él es la fuente que calma mi sed de ti! SEÑOR, ayúdame a
divertirme con la alegría tuya, con tu gozo santo y a contagiar a otros con tu
amor, fe y esperanza. En el nombre de JESÚS. Amen.
Perla de hoy:
Cuando
comprendemos la verdad de que nuestro paso por este mundo es para agradar a
Dios, empieza la verdadera diversión y aventura en Él.
Interacción:
¿Qué me dice Dios
hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa
a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección
por aprender?
¿Existe una
bendición para disfrutar?
¿Existe un
mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a
evitar?
¿Existe un nuevo
pensamiento para llevarlo conmigo?
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