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Lectura
devocional: Isaías
26:1-10
Todo mi ser te desea
por las noches;
por la mañana mi espíritu te busca.
Pues cuando tus juicios llegan a la tierra,
los habitantes del
mundo aprenden lo que es justicia.
Isaías 26:9 (NVI)
En un
accidente de tránsito murieron varios miembros de una sola familia, entre
ellos, los padres y el hijo menor del grupo familiar de seis. Llegué a la
funeraria y alli estaban los tres hijos sobrevivientes: un hombre y dos
mujeres. Ellos eran bastante jóvenes. Uno nunca esta bien preparado para una
ocasión así. Pero yo era uno de los pastores de la ciudad y amigos de aquella
familia y fui. Hice la larga fila para acercarme a aquellos jóvenes y darles
palabras de aliento. La hermana mayor, era miembro fiel de una de nuestras
iglesias. Me acerqué y le expresé mis condolencias, nunca he olvidado lo que me
dijo: “Pastor, les he dicho a mis hermanos que no preguntemos ¿por qué? Si no ¿para
que?” ... ¡Era la primera vez que oía esa manera de enfrentarse a una tragedia
tan grande!
Obviamente,
la primera pregunta demanda una razón, la segunda un propósito. La razón solo
Dios la sabe, pero el propósito queda abierto a nuestra madurez cristiana.
Aquella ocasión en vez de ministrar fui ministrado, fui a consolar y salí
consolado. Dios no hace ni permite lo que acontece por capricho. Todo
corresponde a Su propósito eterno que tiene tanto para Su creación en general
como para nosotros sus hijos adoptados por fe. Saber que Dios tiene un
propósito en todo lo que nos acontece nos llena de un optimismo contagioso como
el que poseía Pablo, cuando exclamo: “¿Quién nos separara del amor de Cristo?”
No existe un lugar mas seguro que estar en las manos del Padre, del Hijo y del
Espiritu Santo.
Ciertamente
la vida de un verdadero discípulo del Señor, no es fácil. Como seres humanos,
seamos cristianos o no de todas maneras vamos a encontrar dificultades en la
vida. Cristianos o no de todos modos moriremos algun dia. Por lo tanto tomemos
la resolución de vivir para la gloria de Dios y con un propósito: ¡servirle!.
Oración:
Amantisimo
Padre-Dueño
¡Gracias SEÑOR por ser parte de tu propósito eterno en esta tierra! Sé
que no habrá nada que pueda ocurrirme como ser humano que tú no lo sepas. Todo
lo que existe debajo del sol tiene un propósito y nada escapa a tu control. Ayúdame
SEÑOR a recibir todo lo que venga de tus manos con obediencia y sumisión
eternos como tú. Por los acontecimientos que están ocurriendo en el mundo, sé
que muy pronto veremos tu manifestación final y todos los reinos del mundo
vendrán delante de ti. ¡Dame fuerzas para proclamar que se aproxima un fabuloso mañana para todos quienes hayan depositado en ti, su
confianza para vivir con tu propósito eterno! En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Déle
gracias al Señor y pídale fuerzas para ver un propósito divino en cualquier
prueba que le sobrevenga.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda
aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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