jueves, 15 de noviembre de 2018

Juicio a la rebelión

Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com        
Lectura devocional: 3:13-15
Que el día que castigue las rebeliones de Israel, castigaré también los altares de Betel y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra. Amós 3:14 (RV60)

“¡Pónganse de pie que entra el señor juez!” Escuché la voz del agente de la corte que se proyectó sonora en aquella habitación. Allí estábamos representantes de la sociedad, delante de la presencia de un juicio. Cada acusado entraba esposado. Escuchaba los cargos por el fiscal del caso, se oía a la defensa y el juez dictaba la sentencia. Hubo uno de esos casos que me llamó la atención. El juez leyó con toda claridad los cargos, las pruebas eran contundentes y las palabras del magistrado tenían el tono de un hombre apasionado por hacer justicia, esta actitud se constrastaba con la personalidad del acusado que lucía tranquilo y sin inmutarse de pie delante del juez. Todos hicimos silencio, mientras oímos la voz de la justicia, que dijo: “¡Culpable! Y le sentencio a pasar el resto su vida en prisión porque usted es un peligro para la sociedad...” Inmediatamente se escuchó la reacción humana en toda la sala. Dos policías de enorme estatura se colocaron por detrás  de aquel criminal y escuchamos el ruido que hicieron los hierros de las esposas al cerrarse sobre las muñecas del sentenciado. Aquel joven criminal, había escuchado desde niño la predicación del evangelio, pero había sido rebelde al llamado divino.

Jucio es una palabra importante en el libro del profeta Amós. Hemos dicho que el profeta Amós, era un profeta vocacional sin preparación para un cargo como aquel, él no era un sacerdote instruido. No obstante Amós fue fiel al llamado divino al ministerio. Fue contemporáneo de los profetas Oseas, Isaías y Miqueas. Para ese tiempo Israel estaba dividido en dos reinos: la casa de Israel al norte y la casa de Judá al sur. Aquellos reinos habían prosperado materialmente y con ello también, la injusticia, la corrupción, la avaricia, la opresión y la adoración a los ídolos enemigos de Dios. Valientemente, Amós era el hombre de Dios, le correspondió anunciar los juicios de Dios, sobre las naciones vecinas, se efoca en la casa del norte, Israel. Le corresponde anunciar que Dios tenía una sola respuesta a la rebelión, el castigo a través de la guerra por medio de los imperios asirios y babilónicos, con sus secuelas de las guerras perdidas de destrucción, esclavitud y muerte. ¡La historia nos habla del cumplimiento de la profecía!

Negarse a obedecer la Palabra del  SEÑOR es rebelión. Dios justo y santo nunca pasará por alto la rebelión. La rebelión en todo ser humano puede ser activa -hacer lo que no debemos-, o pasiva, -no hacer lo que debemos-. No hay refugio posible en que un rebelde se pueda esconder de Dios. Toda rebelión traera consigo el castigo divino: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23, RV60).

El SEÑOR JESUCRISTO vino a dar Su preciosa vida por nosotros, los seres humanos que desde la rebelión de Adan, éramos inescapables al justo juicio de Dios: “Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.” (Romanos 6:23 NTV). ¡El cielo es un regalo!

Por ello, predicar al Evangelio es anunciar las buenas nuevas del perdón de Dios, nuestro arrepentimiento por todas nuestras rebeliones es necesario para poder aceptar el regalo de la vida eterna que Dios nos ofrece en JESUCRISTO. Todo ser humano necesita estar en paz con Dios y ser perdonado de su rebelión. ¡Este es el Evangelio que predicamos!

Oración:
Amantisimo Padre-Dueño
Te rindo todo mi ser en esta hora porque sé que mi rebelión a tu Palabra es pecado. Ayúdame a afianzar el ancla de mi fe, amor y esperanza en ti y solamente en ti, todo el tiempo que me resta de esta vida temporal, y ser fiel hasta la muerte. Ayúdame también a ser un hacedor y portavoz de tu Palabra por dondequiera que vaya. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Agradezca al SEÑOR por una salvacion tan grande, eterna y segura.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios