Francisco
Aular
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Lectura devocional: Amós 1:1-5
Esto es lo que dice el SEÑOR: «¡Los habitantes de Damasco han pecado
una y otra vez y no permitiré que queden sin castigo! Azotaron a mi gente en
Galaad como se separa el grano con trillos de hierro. Amós 1:3 (NTV)
Un hombre
entre la cuarta y quinta década de la vida, termina de salir de mi oficina. Me
acaba de confesar que en su lugar de trabajo se caracteriza por la injusticia y
la crueldad. El trato que tanto a él como algunos de sus compañeros reciben de
sus superiores es inhumano, la paga es poca y el trabajo muy pesado. A esto se
une que no domina el idioma y sus compañeros que le traducen cuando se les
asigna el trabajo a realizar para la semana, usualmente lo engañan. No existe
la posibilidad de reclamar ni de poner sus quejas ante el gobierno, porque se
quedaría sin trabajo y él piensa en su familia lejana a la cual tiene que
enviar la remesa mensual. Mientras orábamos con él y por él. Ambos sentimos un
profundo dolor en el corazón. Duele pensar que el ser humano no haya cambiado
mucho desde los días de los profetas hasta los nuestros. Todavía nos
maltratamos unos a los otros en un mundo lleno de conflictos. Así se lo hice
entender al amado hermano, oramos porque el Señor nos permita encontrarle otro
trabajo.
Lamentablemente,
vivimos en un momento como en los días del profeta campesino, Amós. Amós, vivió
y profetizó unos ochocientos años antes de JESUCRISTO. El ámbito de su
predicación en el reino del norte, Israel. A pesar de la prosperidad del pueblo
de Israel, se alejó de Dios quien se las había propiciado. Amós, salta a la
vida pública con un mensaje profético contra la crueldad de sus vecinos y desde
allí se enfoca hacia la nación del reino del norte, Israel, entonces surge las
profecías en contra de quienes han manejado la injusticia, la corrupción, la
avaricia contra sus habitantes. ¡Dios es Dueño de todo y está atento a lo que
ocurre en toda la tierra! Como todo profeta, las profecías de Amós tienen
efectos inmediatos sobre el presente y también sobre el futuro. Algún día, toda
esta injusticia, la crueldad contra el ser humano, cuyo efecto hoy estamos viviendo, será reemplazada por
un nuevo tiempo en el cual Dios juntará tanto a Su pueblo: la casa de Judá y la
casa de Israel como las naciones que busquen verdaderamente el perdón de Dios.
Tarde o temprano, Dios inaugurará Su reino prometido y tendremos un reino de
paz y armonía entre los seres humanos para siempre.
Es posible
que usted o uno de los suyos esta pasando por la prueba de la crueldad que
otros le someten. En realidad todos estamos propensos a ser crueles con los
demás, la iglesia y el hogar no escapan a este peligro y los que somos
servidores de Dios en esta hora, tenemos que cuidarnos con mayor razón de lo
que pensamos, hablamos y hacemos. Clamemos al Señor para que nos use en Su
reino con la llenura del Espiritu Santo, unica via exitosa para vivir esta vida
cristiana como una aventura llena de gozo, paz y amor.
Oración:
Amado
Padre-Dueño
En esta hora te
doy las gracias por ser parte de tu reino en esta tierra, ayúdame a proyectar
la fe, la esperanza y el amor en esta hora porque sé que por el poder de tu
gracia y el Espíritu Santo, vives en mí. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla
de hoy:
Enfrentemos la crueldad de este mundo
con un mensaje profético de fe, amor y esperanza en el reino de Dios, que
pronto tendremos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda
aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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