Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo
mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea
amado menos. 2 Corintios 12:15 (RV60)
Le daré a la palabra “pasión” el mismo sentido
ético que poseen las personas que revelan las siguientes características: Un
sentimiento intenso de todo el ser por una causa; una persistencia hacia lo que
se ha propuesto ser y hacer en la vida y que nada ni nadie puede frenar;
preferencia exagerada e intencional hacia algo o hacia alguien; lo que esa
persona desea con fuerza; padecimiento o sufrimiento como el referido en
nuestro versículo de hoy por el apóstol Pablo, y esa es la pasión que trajo a
JESÚS a la tierra al dejar su gloria, para ponerse a nuestro lado y llevarnos a
Dios; de ese mismo sentir era Pablo.
En efecto, el pensamiento de Pablo estaba lleno de
pasión, por lo tanto, hablaba, escribía y actuaba apasionadamente. Desde que
tuvo su encuentro con JESÚS, camino a Damasco, Saulo de Tarso no fue el mismo,
su vida tomó un nuevo fervor, con intereses más profundos y de mayor
significado. Por eso, sus escritos tienen ese matiz, ya que, solamente Dios
pudo utilizar la personalidad apasionada de Pablo para producirlos, por eso,
también nos inspiran, emocionan, enseñan y nos elevan a un nivel más profundo
de gozo en el Señor.
En el libro Diccionario de sinónimos e ideas
afines, el profesor Julio de la Canal nos da unos cuantos sinónimos
de pasión, que al pronunciarlos nada más, nos impulsan: Ardor, calor,
entusiasmo, vehemencia, anhelo, ansia, energía, ardimiento, esfuerzo. En cuanto
a estar apasionado: Fogoso, impetuoso y vigoroso. ¡Un individuo apasionado por
un ideal positivo impactará para bien al mundo, porque es capaz sacar lo mejor
de sus seguidores! Por el contrario, uno apasionado en forma negativa, ¡saca lo
peor del ser humano con el fin de dañar!
La verdad sea dicha de una vez, el mundo le
pertenece a los apasionados, a los que están llenos de entusiasmo. El gran
estadista inglés Winston Churchill dijo: “El éxito es ir de fracaso en fracaso
sin perder el entusiasmo”. Ahora bien, no es la posición social en la cual
hemos nacido o vivamos, sino nuestra disposición a superarnos lo que hace la
diferencia. Sin embargo, la pasión es el motor para hacer andar nuestras vidas;
pasión es lo que todavía nos queda cuando todas las puertas se cierran; la
pasión no nace, se hace; la pasión produce resultados contagiosos por
dondequiera que la encuentres; el odio, el rencor, el pesimismo, la
desesperación y el desánimo nos estresan, porque son viajes directos a la
depresión; debemos decirnos con convicción, cuántas veces sea necesario: ¡Seré
optimista pase lo que pase, porque ser de otra forma no es vivir!, y como dicen
los chinos: “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”.
Pero, nada me entusiasma y me apasiona para vivir
como un pasaje bíblico del Antiguo Testamento que se encuentra en el libro de
Habacuc. ¿Por qué se escribió este libro? Verá, la situación político-social en
los días del profeta era tan terrible que se atrevió a preguntarle a Dios, ¿por
qué no actúas de una vez?, y Dios le respondió que a pesar de los
problemas que atravesaba su nación, “la tierra será llena del conocimiento de
la gloria del SEÑOR, como las aguas cubren la mar” (Habacuc 2:14), entonces el
profeta con fe, gozo y el brillo de la esperanza en todo su ser, llenó su
corazón de optimismo, saltó por encima de sus problemas y las de su país, e
hizo esta preciosa oración, lleno de pasión por Dios y su obra:
Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en
las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan
alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los
establos, con todo yo me alegraré en el SEÑOR, me regocijaré en el Dios de mi
salvación. El Señor DIOS es mi fortaleza; Él ha hecho mis pies como los de las
ciervas, y por las alturas me hace caminar. Habacuc
3:17-19 (La Biblia de las Américas).
Oración:
Benditos seas mi amado SEÑOR en esta hora. Sé que a
pesar de todo, estás conmigo como lo has prometido. Ayúdame a ser apasionado
por ti y tu mensaje de esperanza, y a contagiar a otros por medio de la fe. En
el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Aprender a vivir con pasión, fe y esperanza puede
sanarnos tanto en lo personal como en lo colectivo.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento a obedecer?
¿Existe
un pecado a evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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