Mis amados y amadas, hoy se celebra en Venezuela el
día del maestro. Reciban todos los que profesan esta vocación mi
reconocimiento, respeto y admiración. Que JESÚS, el gran maestro, los continúe
guiando en la hermosa tarea de enseñar a generaciones completas. Mi
felicitación sincera y un cálido abrazo.
Pastor y amigo,
Francisco Aular
Y me dije:
"Que hable la voz de la experiencia; que demuestren
los ancianos su sabiduría." Job 32:7 (NVI)
Escuché el cerrar de la puerta de un auto, y rápidamente me
asomé por la ventana de mi oficina. Allí estaba él, un
anciano que el taxista había dejado, seguro de que
todavía funcionaba en el edificio del templo, el servicio
de cuidado diario de personas de la tercera edad.
Hacía frío y lo
invité a pasar adelante y a sentarse frente a mí. Yo sabía que pasaría varias
horas antes de que la familia pudiera venir a buscarlo.
“Me llamo Jim”, me dijo mientras se sentaba, “nací en 1920 y serví en el
ejército canadiense durante la segunda guerra mundial, cuando tenía 20 años”.
Luego me habló de su trabajo en el gobierno, del cual se había jubilado cuando tenía 55 años.
Sus ojos azules
parecían no perderse detalle de mi oficina. “¿Escribes?”
Preguntó. No me dio tiempo de responderle porque él tenía
mucho que contar, me habló de su familia, de
sus dos hijos y cuatro nietos, pero se detuvo a relatarme su experiencia en
ejército en 1942 en las costas del Mediterráneo y en
Normandía, posiblemente, aquel relato lo habría contado miles de
veces, y por eso, mientras él hablaba, mi imaginación volaba con su relato; me
contó con profunda tristeza la muerte de muchos de sus compañeros, pero levantó la frente con orgullo al
hablarme sin reparos del Regimiento Real de
Toronto. Luego, me hizo vivir su júbilo cuando le informaron que la guerra
había terminado… Al finalizar su relato, se puso de pie y
se metió la mano en el bolsillo, y allí, bien envuelta en una especie de pañuelo rojo, estaba la medalla que por su valentía había
ganado… Me acerqué a él, lo abracé y le dije lo orgulloso que estábamos, hasta
los que no habíamos nacido en tierra canadiense, de un
héroe como él. Sentí que su pecho se inflamaba por la satisfacción de haber sido parte de un ejército, que
en defensa de la democracia y la libertad había derrotado
a Hitler y a su temible ejército alemán. Su esposa, mucho más joven que él,
vino a buscarlo en su automóvil. Ella me pidió disculpas, porque sin duda, él
me habría distraído de mi trabajo, pero le respondí, como dicen por estos
lados: “Jim salvó mi día”, vi a Jim
sonreír, mientras yo le abría la puerta del auto, y
calladamente me dijo: “¡Soy feliz!”.
¿En qué consiste la
felicidad y la sabiduría de la vejez? Pienso que desde la
ancianidad surge un manantial del ayer que es el
recuerdo. Desde luego, como alguien dijo, el recuerdo es “el único paraíso del que no podemos ser expulsados”. Pues bien, quien ha vivido
muchas cosas, tiene experiencia. Quien ha ido por la vida disfrutando su
presente, en el futuro, puede sacar de los manantiales del ayer lo que ha vivido, y así, permanecer lleno de vida. No obstante, no vive en el pasado, sino, más bien, lo
que ha vivido es para él una fuente que lo revitaliza cada día, riega el
presente con las aguas de los inagotables manantiales de la memoria, y eso lo hace feliz. Incluso, cuando un anciano
es abandonado por sus seres queridos, se puede dar su escapadita al paraíso de los recuerdos, y beber de los
manantiales del ayer.
Oración:
Amado Padre
celestial. Ayúdame a no temer a la gran aventura de la
ancianidad, y confiar que al vivir en el presente para tu honra y gloria,
tendré en mi futuro, un manantial del ayer que me hará
feliz, porque como hoy, tú irás conmigo. En el nombre de
JESÚS, amén.
Perla
de hoy:
El mejor legado para la generación más joven es el buen ejemplo que
podemos dar la generación veterana.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento a obedecer?
¿Existe
un pecado a evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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