Francisco Aular
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SÁBADO, 21 de enero de 2023
Pasaje devocional: Mateo 5:43-48
¡QUE META!
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Mateo 5:48 (RV60)
“¡Pastor quiero que me ponga en sus oraciones porque mi meta es ser perfecto como el SEÑOR JESÚS, y no lo estoy logrando!...” Porque lo conozco desde niño, sabía que aquel joven de excelentes notas en los últimos días de su brillante carrera universitaria, no hablaba en vano. He vivido de muy cerca de lo que DIOS estaba haciendo en el movimiento universitario que él presidía, sabía que no lo satisfarían respuestas fáciles.
En consecuencia, lo felicité porque a pesar de sus luchas espirituales, me había buscado y consideré un honor servirle de consejero. Le hablé de los dos extremos frente a esta demanda de la Palabra, los que dicen que JESÚS ya cumplió con esta meta, y los cristianos por lo tanto, no estamos obligados a cumplirla. Eso es antinomianismo puro. Herejía en boga en los días de Pablo, a los cuales les respondió: “Entonces, ¿qué diremos? ¿Seguiremos pecando, para que la gracia abunde? ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo podemos seguir viviendo en él?”. (Romanos 6:1,2,RVC).
Vale decir, no estamos de acuerdo con esta manera de entender la Escritura y con Pablo decimos: “En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”. El ritualismo religioso los dejamos atrás por inútil; pero el aspecto moral que DIOS nos dio en Su Diez Mandamientos, nos siguen rigiendo no para salvación, sino para la santificación.
Del otro lado, situamos a los perfeccionistas que creen que el creyente puede llegar en esta vida a verse totalmente libre de pecado y lleno de santidad moral. Sin embargo la Biblia dice que nadie esta libre de pecado. Esto lo testifica el hecho de que los personajes más santos de la Historia de la Salvación, no fueron impecables.
Así que nos queda un camino, esforzarnos en la gracia del SEÑOR JESÚS, y mantener esta meta hasta el final de nuestros días en esta tierra. El apóstol Pablo, había llevado al Evangelio por todo aquel mundo conocido, hasta hoy nadie ha hecho la gesta que él hizo. Sin embargo a final de su brillante carrera escribió: “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto…hermanos yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado…prosigo a la meta…” (Filipenses 3:12-14). Me deja asombrado este otro versículo, a pocos años de su martirio: “Esta palabra es fiel y digna de ser recibida por todos: "Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”. (1 Timoteo 1:15, RVC). En verdad nosotros pudiéramos calgar un cartelito en el cuello que diga: “¡Cuidado cristiano en construcción!”…¡Gracias SEÑOR por seguir Tu construcción en nosotros, tus hijos!...
Aquel joven creyente universitario y yo, terminamos orando el uno por el otro y conmovidos ante el desafío de vivir para la gloria de DIOS, utilizar todos los recursos espirituales que el SEÑOR nos dejo para terminar nuestra carrera cristiana con éxito: la oración, la Palabra de Dios, la iglesia local y nuestra membrecía responsable en ella, y vivir bajo la plenitud del ESPÍRITU SANTO, nos dan la victoria momento a momento: Ser santos como DIOS lo es. ¡Qué meta!
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
PADRE JUSTO
Aquí estoy delante de ti, con una resolución para este año nuevo: ¡Ser como Tú eres! Ayúdame en esta resolución y si los demás, hacen otra cosa, yo seguiré en esa meta. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Pidámosle al SEÑOR ser creyentes de una sola meta en la vida: amar a DIOS y vivir para Su gloria.
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