Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Gálatas 2:15-21
Con Cristo estoy juntamente
crucificado,
y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo
vivo en
la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y
se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20 (RV60)
Supóngase que usted hace la
siguiente prueba, toma su Biblia y le mete un billete de 20 dólares adentro,
pegado con alguna sustancia. Si usted, sin sacar el billete, envía su Biblia a
la China ¿en dónde estará su billete?, por supuesto, en la China también. A
donde esté la Biblia estará también el billete añadido a ella, y lógicamente,
en donde esté el billete estará la Biblia.
Pasé años de mi nueva vida en
CRISTO, sin entender mi unión con Él, como consecuencia yo hacía esfuerzos
inmensos para vivir la vida cristiana; hasta que un día entendí que la Biblia
enseña que se debe dejar que
CRISTO viva Su vida eterna a través de cada uno de los que somos Sus hijos.
JESÚS mismo habló de las metáforas que ilustran esta verdad: “Yo soy la vid, vosotros
los pámpanos”. Él se comparó con el pan que comemos cada día, con el agua de la
vida que debemos tomar. Orando al Padre dijo: “Yo en ellos, y tú en mí para que
sean perfectos en la unidad” (Juan 17:23ª). La misma idea está implicada cuando
dice: “El que a vosotros oye, a mí oye; y el que a vosotros desecha, a mí
desecha…” (Lucas 10:6). ¡Lo que me ocurre a mí, le ocurre al SEÑOR!, y del
mismo modo, lo que le ocurre al SEÑOR me ocurre a mí.
Eso
me lleva a la gran verdad de que la muerte de CRISTO en la cruz -y como estoy
en Él- fue también mi propia muerte, ¡yo morí cuando CRISTO murió, pero también,
yo resucité cuando CRISTO resucitó!:
“Pero Dios, que es rico en misericordia,
por su gran amor
con que nos amó,
aun estando
nosotros muertos en
pecados, nos dio
vida juntamente
con Cristo (por
gracia sois salvos),
y juntamente con
él nos resucitó,
y asimismo nos
hizo sentar en
los lugares
celestiales con Cristo
Jesús.” (Efesios
2:4-7, RV60).
¡Alabado sea el
SEÑOR! Aquí vemos que, desde tomar la iniciativa en el nuestra salvación hasta
coronarla con nuestra resurrección, -tanto aquí en la tierra por mí unión con
CRISTO-
hasta la glorificación final, es ver en acción el plan de nuestra salvación que
tuvo siempre en la Mente del PADRE Celestial. ¡De JESÚS, depende nuestra pasión
y triunfo!
En
consecuencia, en nuestro andar diario en este mundo, vemos que por la sangre de
CRISTO yo soy perdonado de todos mis pecados, pero al mismo tiempo, por la
resurrección tengo la victoria total sobre mí mismo, de esta manera tengo paz
con DIOS, conmigo y mi prójimo.
Estaba inciando mi conferencia en
un auditorio universitario, para “romper el hielo” le pregunté a mi audiencia
cristiana: “¿La vida cristiana es fácil o difícil?”, fue claro que las
opiniones estaban divididas, cuando vi las manos levantadas ante la repuesta
que me daban; les dije entonces, “¡la vida cristiana es imposible vivirla por
nuestros propios esfuerzos!, solamente nuestra unión con CRISTO la hace fácil
al dejar que Él viva Su vida a través de nosotros.
¡Adelante, siempre adelante!
Oración:
Amado
Padre celestial:
Esta verdad de mi unión con tu
Hijo amado para poder vivir la victoria de mi vida cristiana desde el más acá
hata el más allá, me entusiasma, me llena de fe, amor y esperaza. Ayúdame a
vivir crucificado para poder vencer hasta el final. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Pidamos al SEÑOR que podamos vivir
una vida cristiana que sea testimonio que estamos unidos a CRISTO, y Él vive Su
vida a través de nosotros.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su
Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda
aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo
conmigo?
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