Amados todos:
¡Feliz domingo de resurrección para todos en todas partes!
Esta Perla es especial
porque no salimos los domingos, pero hoy estoy de fiesta y aquí digo la razón. La
resurrección de JESÚS, nos grita la victoria de nuestra fe sobre todas las
circunstancias, y sobre todo, que un día resucitaremos con Él, por Él y para
Él.
¡Feliz domingo de resurrección para todos en todas partes!
Siempre pastor y amigo.
Perlas del alma
Francisco Aular
DOMINGO, 12 de abril de 2020
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Lucas 24:13-35
“¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente!”
Y levantándose en la misma hora, volvieron
a
Jerusalén, y hallaron a los once reunidos,
y
a los que estaban con ellos, que decían:
Ha resucitado el Señor verdaderamente,
y ha aparecido a Simón.
Lucas
24:33,34 (RV60)
(Mateo 28:6, RV60)
“Ha resucitado el Señor
verdaderamente”…
“¡Ha
resucitado! No está aquí.
Miren el lugar
donde lo pusieron”.
(Marcos
16:6,NVI).
“No está aquí, pues ha resucitado”
(Mateo 28:6, RV60, RV60).
“Ha resucitado el Señor
verdaderamente”…
(Lucas 24:34, RV60).
“En ese momento
entró también
el otro discípulo,
el que había
llegado primero
al sepulcro; y
vio y creyó.
Hasta entonces no
habían
entendido la Escritura,
que dice que
Jesús tenía
que resucitar”.
(Juan 20:8,9.
NVI)
El grito de triunfo del Crucificado
“¡Ha resucitado el Señor verdaderamente!” ¡Es la confesión de fe de los acobardados
discípulos que los convirtió en testigos valientes hasta la muerte. Desde allí en adelante, nunca más hemos podido callar. ¡El SEÑOR resucitado. Es el grito de triunfo
del Crucificado. Es el grito de triunfo de Su Iglesia. ¡Es el grito de triunfo
de todos los cristianos de todos los tiempos y lugares! En definitiva, sin la
resurrección de JESÚS, la fe cristiana estaría entre todas las religiones
comunes de un mundo perdido. En efecto, la resurrección de JESÚS es la columna
principal que sostiene a todas las demás doctrinas. Sin la certeza de la
resurrección de JESÚS, nuestra fe sería un cascarón vacío dando vueltas y
vueltas alrededor de la tumba de Su fundador. ¡No es así! En efecto, hoy en
Jerusalén en el Jardín de la Tumba, está un sepulcro vacío desde que en una
mañana como hoy, un par de ángeles preguntaron a las mujeres que iban a
preparar el cadáver de JESÚS y encontraron la tumba vacía:
“¿Por qué buscáis entre los muertos
al que vive?”
(Lucas 24:5).
Ciertamente, el día viernes JESÚS, muere en victoria, pero su
resurrección del domingo, es su día de triunfo definitivo. La resurrección de
Jesús es el sello del regalo de nuestra salvación. La bandera del cristianismo
es la esperanza de la resurrección. Todos los que hemos nacido de nuevo por la
vida que vino del cielo a través de JESÚS, sabemos por la Palabra que así como
Él resucitó: ¡Nosotros también resucitaremos! Es más, la vida normal del
cristiano de hoy, es vivir una vida resucitada y victoriosa por la resurrección
de JESÚS momento a momento.
¡CRISTO venció en el Jardín de la tumba!
¡Ha resucitado el Señor
verdaderamente!” Es la explicación de la tumba vacía de Jerusalén. Mi maestro de Homilética del Seminario don Germán Núñez Briñez, un
grupo de pastores hispanos y yo, fuimos a Jerusalén, visitamos el Jardín de la
Tumba, nos encontramos que en sus alrededores había gente de muchas partes del
mundo al juzgar por sus rasgos físicos y vestimentas. Aunque todos hablábamos
idiomas diferentes, nos unía una sola verdad, dicha dos mil años antes: “No
esta aquí, pues ha resucitado” La tumba cedida por José de Arimatea a JESÚS:
¡está vacía!, y un cartel lo anuncia con las mismas palabras que los ángeles
les dijeron a las mujeres que vinieron trayendo las especies aromáticas para
ungir el cuerpo de JESÚS: “No está aquí,
pues que ha resucitado”. Mi amado hermano Núñez y yo, estábamos a punto de
llorar de gozo, con toda esa emoción encima entramos a la tumba, nos colocamos
de frente a la abertura de la tumba, y desde allí contemplamos a los demás
turistas que había llegado. De repente, la voz potente del príncipe de los
predicadores venezolanos, se elevó entonando el coro y las notas de un conocido himno
tradicional evangélico que cuenta el triunfo del Crucificado. Acto seguido, me
le uní e improvisamos un dúo que poco a poco, se convirtió en una coral por la
unión de los demás turistas que conociendo este himno internacional, lo entonaron
en sus propios idiomas: “Cristo la tumba venció” (HB #125, CBP 1990).
“Cristo, la tumba venció,/ y con
gran poder resucitó;/ De sepulcro y muerte Cristo es vencedor,/ vive para
siempre nuestro Salvador./¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios!/ El Señor resucitó./
Domingo de resurrección ¿en noviembre?
¡Aunque era noviembre celebramos nuestro domingo de resurrección! Un
nudo en la garganta y lágrimas en mis ojos, no impidieron que manifestara aquel
mismo gozo que sin duda alguna, tuvieron los discípulos del SEÑOR ante la
certeza y la esperanza de la resurrección, exclamar: “¡Ha resucitado el
Señor verdaderamente!”…
La esperanza de la resurrección
El valor, la fe, el amor y la esperanza de aquellos hombres y mujeres
que vieron la resurrección del Señor, ¡cambió la historia! Los ángeles dijeron
a las mujeres “No está aquí, pues ha resucitado” y las apariciones que
reiteradamente JESÚS, hizo a sus discípulos, a sus familiares y a otros
seguidores, fue el hecho que afirmó la fe vacilante y lo que explica, la transformación
de sus discípulos de temerosos el día viernes a los valientes desde el domingo
de resurrección hasta nuestros días. ¡La tumba vacía asegura que nosotros los
que creemos en JESÚS, adoramos a un DIOS vivo y no a un dios muerto! Sí, el
Crucificado ha triunfado y nosotros con Él, en Él y para Él. ¡Poseemos la
esperanza de la resurrección! Dígalo hoy, mañana y siempre: JESÚS: ¡Ha
resucitado verdaderamente!
Oración:
Gracias amado PADRE, por haber
levantado a JESÚS de la tumba, y darnos con Él, la esperanza de nuestra
resurrección. Este hecho proclama que ni la muerte ni la tumba será mi última
morada como ser humano, y que mi resurrección me dará un cuerpo glorificado
para vivir a tu lado para siempre como es tu plan. Ayúdame a proclamar esta
victoria en el Nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Alabe al Señor, pues, su poder en la nueva
vida en Él, testifica que usted vive una vida resucitada con Él desde ahora y
hasta el más allá.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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