Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Salmo 119:25-32
Estoy tirado en
el polvo; revíveme con tu palabra. Salmo 119:25
(NTV)
¿Es acaso la Biblia una simple colección de
mitos y leyendas, o es la Palabra inspirada de DIOS? ¿Es un amuleto que
nos cuida la casa, abriéndola en un Salmo? No. La bendita Palabra de DIOS, nos
ha demostrado ser la Palabra de DIOS. En efecto, la Biblia se ha enfrentando
con éxito tanto a la falsa crítica científica como a la especulación metafísica
y la superstición. Los estudiosos de las religiones del pasado y del presente han
intentado desacreditar la Biblia, ¡pero tanto los hechos históricos como los
descubrimientos de la moderna arqueología confirman que su contenido es
verídico!
¿Qué hace la Biblia? La enfermera vino al servicio de
fotografía del Instituto de Anatomía Patológica del Hospital Vargas de Caracas,
en donde yo trabajaba como fotógrafo clínico, sin duda, ella me había visto
andar en mis tiempos libres por las salas de los enfermos del hospital,
llevando la Buena Noticia de salvación, alentando a los enfermos, y por sobre
todo, leyéndoles la Biblia -así que pareció extraño que la enfermera llegara-,
puesto que ella no había visto con agrado mis visitas a su sala, y tiempo
atrás, me había hecho saber su opinión: “Si algún día, uno de mis enfermos
buscara ayuda espiritual, yo no te llamaría a ti, sino a un sacerdote de mi
religión”, pero ahora, estaba frente a mí. No perdió tiempo para hablarme,
“Aular, en nuestra sala está un hombre entre la vida y la muerte, no puede
hablar pero con sus ojos desesperados, en cuanto sale del coma, pareciera que
pide auxilio. Yo le he puesto medallas, le he traído a un sacerdote de la
parroquia, pero no encuentra alivio, ¿pudieras venir?”. Pedí permiso al
director de mi departamento, y corrí a la sala. En efecto, el hombre estaba
sumido en un sueño letal, pero no moría. Al llegar a la cama del enfermo, pedí a
la enfermera y a la familia del hombre cerrar las cortinas que rodeada el lecho,
y eso hicieron. Empecé a leer la Biblia en aquellos pasajes hermosos como
Romanos 8:28-39; tomé la mano del enfermo, me incliné y le hablé en voz baja: “José,
si me oyes, aprieta mi mano, y repite conmigo la oración”, yo cerré mis ojos
para orar, y en un momento que oraba, sentí levemente la presión de su mano en
mi mano…, entonces, escuché de uno de los familiares, y de la enfermera que estaban allí, con mucha
alegría: “¡José está llorando”…, y otra voz dijo: “¡Son lágrimas de gozo!”… Aquella misma tarde, José partió con la
paz en las promesas de la Palabra de DIOS. ¡Eso hace la Biblia!: “Estoy tirado
en el polvo; revíveme con tu palabra” (Salmo 119:25).
“Revivir” significa dar vida, pero no la vida humana solamente, ya que es
temporal, sino la vida que viene del cielo, la vida Zoé en griego: “Pues han nacido de nuevo pero no a una vida que
pronto se acabará. Su nueva vida durará para siempre porque proviene de la
eterna y viviente palabra de Dios” (1 Pedro 1:23; NTV). La Biblia es la Palabra
viva, y muy poderosa: “Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más
cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el
espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto
nuestros pensamientos y deseos más íntimos” (Hebreos 4:12; NTV), pero, también
nos reanima cuando estamos débiles, desanimados y aparentemente derrotados por
los problemas normales de esta vida. El despertamiento espiritual del cristiano
nacido de nuevo viene cuando nos rendimos a la Palabra de Dios, de igual
manera, para mantener la llama viva y el gozo de nuestra salvación, con fe,
esperanza y amor.
¿Qué hace la Biblia? Desde luego, la Palabra de Dios
hace tantas cosas que no las puedo mencionar todas en un devocional como éste,
sin embargo, me detendré en algunas. La Biblia bendice y hace feliz a la
persona que le cree y deposita toda su confianza para la salvación en lo que
nos dice Dios a través de ella: “Felices son los íntegros, los que siguen las enseñanzas del Señor. Felices son los que obedecen sus leyes y lo buscan con todo el corazón.” (vv.1,2). La Palabra nos fortalece,
al saber que aun en medio de grandes necesidades en esta vida presente, el
Señor nos enseñara a vivir para Él, y ser felices con lo que Él nos da porque:
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13); DIOS nos salva
con un propósito y nos sostiene con su poder: “Pero ahora, oh Jacob, escucha al
Señor, quien te creó. Oh Israel, el que te formó dice: «No tengas miedo, porque he pagado tu
rescate; te he llamado por tu nombre; eres mío. Cuando pases por aguas
profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando
pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Pues yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu
Salvador” (Isaías 43:1-3ª; NTV).
Oración cantada:
Santa Biblia para mí
I
Santa Biblia para mí
Eres un tesoro aquí;
Tú contienes con
verdad
La divina voluntad;
Tú me dices lo que
soy,
De quién vine y a
quién voy.
II
Tú reprendes mi
dudar;
Tú me exhortas sin
cesar;
Eres faro que a mi
pie,
Lo conduce por la fe
A las fuentes del
amor
Del bendito Salvador.
III
Eres infalible voz
Del Espíritu de Dios,
Que vigor al alma da
Cuando en aflicción
está;
Tú me enseñas a
triunfar
De la muerte y el
pecar.
IV
Por tu santa letra sé
Que con Cristo
reinaré;
Yo, que tan indigno
soy,
Por tu luz al cielo
voy;
¡Santa Biblia! para
mí
Eres un tesoro aquí.
|
John Burton (1773-1820).
Tr.,Pedro Castro
HB#126CBP,1994
Perla de hoy:
¡Necesitamos conocer la Biblia
porque va a afectar nuestra vida aquí y más allá!
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por
aprender?
¿Existe alguna bendición para
disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a
obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para
llevarlo conmigo?
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