Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura
devocional: 1 Pedro 1:13-25
Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la
palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. I Pedro 1:25 (RV60)
"La Biblia es para mí el Libro.
No entiendo cómo alguien pueda vivir sin ella, sin que se empobrezca, ni cómo
uno pueda ser fuerte sin esa substancia, ni dulce sin esa miel." (Gabriela Mistral, poeta chilena).
“Francisco”, -me dijo mi amigo un médico- tan joven como yo…”¿Cómo
puedes arriesgarte a creer en la Biblia?”... DIOS ya puso más de 50 años, de
aquella pregunta, y la vida que poseo ya no me alcanza para agradecer al Autor de
la Biblia porque Él me dio, la suficiente fe en mi juventud y me arriesgué al
poner toda mi confianza en este Libro de los libros, sus enseñanzas han sido
tales que como el salmista puedo decir: “La reverencia al SEÑOR es pura, permanece para siempre. Las leyes del
SEÑOR son verdaderas, cada una de ellas es imparcial. Son más deseables que el
oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la
miel que gotea del panal”. (Salmos 19:7,8.NTV).
¿Por qué me arriesgo
a creerle a la Biblia?
Tengo muchas razones,
pero seré breve: La Biblia es divina en su origen; es un libro que está vivo y
activo, como ningún otro en el día de hoy; la Palabra de DIOS es
indestructible, ha vencido a todos sus perseguidores del pasado y hoy la
proclaman como la verdadera Palabra de DIOS; la Palabra de DIOS, convence
porque juzga los pensamientos y actitudes del corazón; la Biblia es clara en su
mensaje, porque nos habla de la eternidad pasada, nos sostiene en la eternidad
presente, y nos proyecta a una eternidad futura; la Biblia le da un verdadero
sentido a la vida humana, nos explica por qué estamos en la tierra, que no
somos un accidente en el mundo, la vida humana desde la perspectiva de Dios y
aprendemos cómo obtener el nuevo nacimiento y desde allí la vida eterna, la
vida que nos viene desde el cielo; es en las páginas de la Biblia que
entendemos que fuimos creados para agradar a Dios, y al mismo tiempo como
agradarlo a Él, como servirle, como vivir y como morir; es por la Biblia que
entendemos la existencia de una familia espiritual en donde podemos crecer en
la madurez espiritual, llamada: la iglesia; y desde la iglesia y por medio de
la de la Biblia, entender que fuimos creados para ser como Cristo y estamos
llamados a ser como Él es; igualmente, es por la Biblia que entendemos que el
propósito final de nuestro breve andar en este mundo, es llegar a conocer a
DIOS y la salvación que Él ha dispuesto en JESÚS; es por el conocimiento
bíblico que entendemos que a los nacidos de nuevo, fuimos escogidos “desde
antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4), tenemos una misión en el mundo
la cual el apóstol Pablo, la definió así: “Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo,
con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha
encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la
gracia de Dios” (Hechos 20:24 NVI)
Cuando tomé la Biblia
por primera vez y abrí sus páginas, descubrí que es un libro que está vivo y
vibra en cada uno de sus preceptos; es apasionante leerlo desde cualquier punto
de vista que usted quiera; en efecto, en las páginas de la Biblia, se nos
presenta a los seres humanos, tales y como somos; allí encontramos héroes y
villanos; de lo que somos capaces de hacer cuando llegamos al poder, un joven
bueno y amado se convierte en rey y de allí a un malvado sin control que DIOS
mismo le quita la vida; vemos como amar, como hacer la guerra y como hacer la
paz; la Biblia no encubre a los hombres y mujeres buenos que hacen cosas malas,
pero vemos a los malos arrepentirse y encontrar aceptación y perdón de DIOS; en
simples palabras; allí en la Biblia encontramos la vida y la muerte en acción;
el buscar a DIOS o rechazarle; en ser útiles en la obra de DIOS, o ser piedra
de tropiezo para otros; nos da la razón para ser santos y apartados del mal y
empinarnos a vida virtuosa, que es el amor de DIOS en acción (Juan 3:16), ¿Cómo
podemos fallarle a DIOS y no vivir como JESÚS vivió? (1 Juan 2:6)
No obstante, la
Biblia es algo más que la lectura que nos atrae, historias cortas con sus
enseñanzas eternas; consejos a tiempo para apartarnos del mal y acercarnos a
DIOS; allí está contemplado la caída del ser humano y su expulsión del paraíso;
pero también la manera de volverse a DIOS y recuperar lo perdido. Al investigar
y escudriñar la Biblia, podemos aprender más de DIOS de ella misma que los
grandes libros de los teólogos, las especulaciones filosóficas y enseñanzas de
todas las religiones juntas.
Pues bien, no hay
nada que hacer por más de 56 años desde la primera vez que este libro cayó en
mis manos y Dios me habló por medio de ella, la he probado y funciona. Por
ello, puedo lleno de fe, esperanza y amor por la Biblia, puedo decir con toda
la fuerza y el gozo de que soy capaz: ¡Arriésgate
a creerle a la Biblia!
Oración:
Padre
eterno:
¡Gracias
por dejarnos el Libro que nos guía hacia ti! Ayúdame a leerlo, estudiarlo,
memorizarlo, meditarlo y aplicarlo a mi vida hasta el último latido de mi
corazón y de mi última actividad cerebral, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Un
acercamiento sincero y sin prejuicios a la Biblia, te llevará al corazón de
ella: JESÚS.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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