Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura
devocional: Hebreos 4:7-13
Pues la palabra de Dios es viva y
poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el
alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al
descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. Hebreos 4:12 (NTV)
Romance
bíblico
Hebreos
4:12
Francisco
Aular
Amo la Biblia completa
y lo digo desde adentro:
Esta Palabra es de DIOS
y sigo sus mandamientos.
y se divide en dos partes:
Viejo y Nuevo Testamento.
Cuando me habla el Libro
eleva mis pensamientos,
que ni sé si piso tierra
o camino por los cielos.
Me encuentro con Abraham
veo a Moisés y a Pedro;
voces de gloria y triunfo,
de penas y sufrimientos.
¡Éste libro está vivo!,
al mundo le voy diciendo:
Es el ancla de esperanza
y una voz en el silencio…
Que de mí se lleven todo;
pero con la Biblia quedo;
como mi amado JESÚS,
no será el pan lo primero.
Al enfrentar la tentación
que vivo en este desierto…
Firme estoy en la tormenta
y excluyo el desconcierto.
“Crítica bíblica” llega,
profundos conocimientos,
que me parcelan mi Biblia,
yo no los tengo por cierto.
Dejen que sea DIOS quien hable
y habrá entendimiento.
Porque mi DIOS está vivo
y me guía por el sendero,
pues la mente es corrupta
y el corazón traicionero.
Así me veo en la Biblia,
porque ella es un espejo.
Es espada de dos filos,
es martillo y es fuego.
Por eso amo mi Biblia,
y así lo voy repitiendo:
Que de mí se lleven todo
pero con la Biblia quedo.
¡Con esta Palabra vivo!
¡Sin esta Palabra… muero!
Francisco Aular, Primicias
del Alma, Toronto: Kerigma 1998, p.55
Si de
repente, todos los libros se desaparecieran y no quedara nada más que uno, la
Biblia, no habríamos perdido nada. Porque la Biblia vale muchos más que todos
los libros que los grandes literatos han producido en toda la historia de la
humanidad. Esta no es solamente mi opinión, Sir Walter Scott (1771-1832), en
cierta manera fue el Cervantes para la lengua inglesa de su tiempo. Este
reconocido hombre de letras, estando en agonía de muerte, susurró: “Acérquenme
el libro. ¿Cuál libro, pues,
tienes muchos en tu biblioteca? Hay solamente un Libro, la Biblia -fue la respuesta-”.
¿Por qué sigo amando a la Biblia? Porque
DIOS me ordena que ame su Palabra. Precisamente, el Salmo 119, el capítulo más
largo de la Biblia con 176 versículos, es un poema acróstico de la Biblia como
libro de la Ley de Dios, en cada versículo se hace referencia a Dios como el
autor de este Libro. El número ocho aparece en todo el Salmo, porque fue a
propósito que lo diseñó el salmista, ya que la palabra “ocho” en hebreo
significa “abundancia, más que suficiente”. En efecto, el escritor nos está
diciendo: “La Palabrea de Dios es más que suficiente”. Entonces, cada sección
tiene ocho versículos; se mencionan ocho nombres especiales para la Palabra de
Dios; se dan ocho símbolos para la Palabra de Dios: Ley del SEÑOR, testimonios,
caminos, preceptos, estatutos, mandamientos, juicios y palabra; igualmente, el
creyente tiene ocho responsabilidades con la Palabra. Podemos añadir que DIOS,
como el Creador también del ser humano, nos dejó un mapa para llegar a Él y
saber cómo hacer Su voluntad, ¡ese mapa es la Biblia!
¿Por qué sigo amando a la Biblia?
Amo la Biblia por lo que es, como lo dice el versículo de hoy: “Pues la palabra
de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos;
penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del
hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos” (Hebreos
4:12 NTV). La Biblia es agua para nuestra limpieza, desde nuestra juventud, y
como dice el Salmo 119: “¿Con qué limpiara el joven su camino?” (v.9); la Biblia
es riqueza y tesoro: “Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que de
toda riqueza” (v.14); la Biblia es una compañera y consejera en todo tiempo: “Pues
tus testimonios son mis delicias y mis consejeros” (v.24); la Biblia, es una
canción que acompaña siempre: “Cánticos fueron para mí tus estatutos, en la
casa en donde fui extranjero” (v.54); la Biblia tiene una dulzura mayor que la
que el mundo, nos da: “¡Cuán dulce son a mi paladar tus palabras!” (v.103); la
Biblia nos ilumina el camino: “Lámpara es a mi pies tu palabra, y lumbrera a mi
camino” (v.105); la Biblia es mi herencia que me han dejado lo que murieron por
ella: “Por heredad he tomado tus testimonios para siempre” (v.111); La Biblia
es y será mi riqueza para siempre: “Me alegro en
tu palabra como alguien que descubre un gran tesoro” (v.162. NTV). ¡Bendito y
alabado sea DIOS por permitirnos que llegara hasta nosotros Su bendita Palabra!
Oración:
Amado
SEÑOR:
Gracias por tu palabra que me ha dado la vida verdadera y
eterna a través del nuevo nacimiento, ella incrementa mi fe, sana mis heridas,
me alienta porque pone alas a mi esperanza, transforma las circunstancias, me
imparte el gozo continuo en mi ser, limpia mi corazón, mi alma y mi espíritu, y
es mi herencia, la cual debo pasar a los que me seguirán cuando yo ya no esté.
¡Bendito y alabado seas por este gran tesoro! ¡Por ella vivo sin ella muero! En
el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La Palabra de DIOS es alimento espiritual que me mantiene en
pie, es el Menú del banquete, al cual DIOS, por su gracia, me ha invitado.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por
aprender?
¿Existe alguna bendición para
disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por
obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para
llevarlo conmigo?
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