Francisco Aular
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Lectura devocional: Gálatas 5:16-26
Mas el fruto del Espíritu
es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;
contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22,23 (RV68)
Hoy haré todo
con el gozo que Dios puso en mí, el día en que nací de nuevo, porque el gozo o
la alegría del cristiano nacido de nuevo es inseparable de la obra del Espíritu
Santo: “Porque el reino de Dios no es
cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu
Santo” (Romanos 14:17 NVI) Una de las nueve cualidades que componen el fruto
del Espíritu, es el gozo en el cristiano “con gozo del Espíritu Santo” (1
Tesalonicenses 1:6 RV60) La Biblia me dice que una de las características de
los primeros cristianos era el gozo contagioso que poseían: “Y los discípulos
estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo” (Hechos 13:52 RV60)
Hoy mostraré
a los que me rodean que no es el propósito de Dios que el ser humano viva una
vida negativa, derrotada y miserable. Sé que algunos piensan que ser cristiano
es vivir siempre con la cara larga, triste, retraído y que solo espera morirse
para ser feliz en el más allá. Contrario a esto, la Biblia afirma que Dios
quiere que vivamos con gozo, una vida hasta lo máximo, hasta la plenitud, JESÚS
dijo: “Yo he
venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10b NVI)
Hoy
diré a los que me rodean que el gozo que ven en mí es la fuerza del amor de
Dios en todo mi ser. Es un gozo que también está unido al hecho de que JESÚS es
mi SEÑOR Y SALVADOR. ¡Qué hermoso es vivir para JESÚS! Y tener plena confianza
en Sus promesas: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y
vuestro gozo sea cumplido.” (Juan 15:11 RV60). Por
otro lado, la alegría del mundo es pasajera porque su propósito es distraerme,
divertirme y muy a menudo es producto de los placeres pecaminosos del mundo, el
demonio y la naturaleza pecaminosa en todo ser humano.
Hoy me empino
y extiendo mis brazos hacia el cielo en señal de gratitud a mi Dios eterno
quien tuvo misericordia de mí. No merecía su salvación hace 54 años, cuando
vine a Él. Todavía esa salvación no la merezco, ni la mereceré. Por eso, es un
regalo que el Padre nos ha dado en JESÚS. Mucho menos merecía el hecho de que
el Espíritu me diera dones y pusiera en mí, cualidades desconocidas, como Su
amor en mí a través del fruto del Espíritu Santo. Cualquiera sea mi situación
que me toque vivir en medio de un mundo que no tiene arreglo, en medio de los
problemas y tempestades de la vida, no pierdo de vista lo que el SEÑOR, me
prometió: “En el último día, el más
solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: — ¡Si alguno tiene sed,
que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí,
como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. (Juan
7:37-38 NVI)
Hoy me fijo
en Su promesa y tengo fuerzas para vivir en ella. No se me promete un
riachuelo, ni un goteo; sino “ríos de agua viva” Cuyas aguas al compararla ni
siquiera la maravilla de las Cataratas de Niágara, se le aproximan. No, yo no
estoy aquí para andar quejándome por todo, y echándoles la culpa a otros por lo
que me ha sucedido. No dejaré que nadie, ni nada haga en mí una basura que tape
esa corriente de agua viva para otros.
Hoy dejaré
que esos ríos de aguas vivas circulen a través de mí para calmar la sed de los
demás seres humanos de mi generación. No lo haré en mis propias fuerzas; sino
con el gozo que es la fuerza del amor.
Oración:
Padre nuestro que estás en los cielos:
Gracias por crearme para ti, desde antes de la fundación del mundo. Gracias
Padre por ser el autor de la salvación; gracias SEÑOR JESÚS por ganar para el
pecador esa salvación; gracias Espíritu Santo por llevarme a la fuente de la
salvación, y derramar en mí, tu gozo inagotable en todo mi ser y los dones que son
las herramientas espirituales para servirte. Ayúdame para bendecir a otros llevándole
tu mensaje del gozo de la salvación. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La felicidad
es nuestra cuando permitimos que el gozo de JESÚS, sea nuestro por la fe.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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