Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Corintios 1:1-8
Si reparto
entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman
las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso. 1 Corintios 13:3 (NVI)
Ya dijimos que una de las tres
clases de amor que los griegos percibieron es philéo (yo amo). Esta clase de amor se usa para la amistad en
general, o también para el amor entre amigos y parientes, y tiene el sentido de
amar a alguien porque es merecedor de que lo amemos. De esa raíz viene la
palabra filantropía, que describe el sentimiento de amor por la
humanidad, ánthropos es el ser humano.
Claramente vemos que el buen
samaritano de la parábola que enseñó JESÚS era un filántropo: "Pero un samaritano que iba de viaje
llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le
curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su
propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al
día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento.
"Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo
vuelva" (Lucas 10:33-35; NVI). De ese mismo sentir era Bernabé, en
los comienzos de la era cristiana: "José,
un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que
significa: Consolador), vendió un terreno que poseía, llevó el dinero y lo puso
a disposición de los apóstoles" (Hechos 4:36,37; NVI).
La filantropía es el desprendimiento personal de los que
tienen muchos bienes, a favor de los más necesitados y las mejores causas que
ayudan a la humanidad. En realidad para el cristiano nacido de nuevo, es Dios
mismo haciendo la obra a través de ellos: "Porque somos hechura de Dios, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica" (Efesios 2:10; NVI).
Por otra parte, nuestro versículo
de hoy dice, "…si reparto
entre los pobres todo lo que poseo", pienso que "los
pobres" han sido manipulados tanto por el estado como por la religión.
Según ese punto de vista, todo lo que hacen ellos es por "amor a los
pobres", ¡pero los pobres continúan allí! Son como Judas, que criticó a la
mujer que rompió el vaso de alabastro de perfume muy caro para ungir a JESÚS, "Judas Iscariote, que era uno de sus
discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó: — ¿Por qué no se vendió
este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres?” (Juan
12:4,5; NVI), pero Juan, el escritor de este evangelio, nos da la verdadera
razón del proceder de Judas: "Dijo esto, no porque se interesara por los pobres sino porque era un
ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que
echaban en ella" (Juan 12:6; NVI). No hay
mayor humillación y burla a los pobres que esta supuesta
"filantropía", y generalmente, los que la practican están dispuestos
a dar lo que no es de ellos.
Más, aun, dice Pablo: "…y si entrego mi cuerpo para que lo
consuman las llamas", un autor nos dice que en los días de Pablo
había un monumento en Atenas llamado "la tumba del indio", –de la
India-, allí, un indio se había quemado en público en una pira funeraria, y
había hecho que grabaran en su monumento la orgullosa inscripción:
"Zarmano-Chegas, indio de Bargosa, según la costumbre tradicional de los
indios, se inmortalizó y yace aquí". ¡Esto nos demuestra que allí se
levantaba un monumento al orgullo del indio! Ahora bien, dice Pablo, vamos a
suponer que uno es más humilde que aquel indio: "¡Si me quemaran vivo por
predicar el evangelio, y no tuviera amor, de nada me serviría!"
En este momento tengo que dedicar
unas líneas a los que el cristianismo ha hecho a favor de los necesitados,
pues, sería injusto no reconocer la filantropía de los hombres y mujeres
que han dedicado sus vidas al servicio de las causas más nobles en la historia
del sufrimiento de los seres humanos. Dios juzgará los motivos, pero en esta
hora doy gloria a Dios por ellos, porque como el mismo Apóstol lo escribiera en
su Carta a los Filipenses: “¿Qué
importa? Al fin y al cabo, y sea como sea, con motivos falsos o con sinceridad,
se predica a Cristo. "Por eso me alegro; es más, seguiré alegrándome"
(Filipenses 1:18; NVI).
Por otra parte, creo que Pablo
nos está diciendo aquí, en primera a los Corintios, que la filantropía que
a Dios le agrada es aquella en la cual los verdaderos motivos rodean todas
nuestras buenas intenciones y el amor de Dios está en el centro. Se
cuenta que en una reunión, a una filántropa cristiana que había ayudado
financieramente en la construcción de hospitales, templos y al crecimiento del
reino en distintas formas, se le preguntó: ¿Qué es una buena obra para usted? Y
la mujer piadosa, respondió: "Es un acto de beneficencia que por amor a
Cristo hacemos a alguien o a una buena causa y después nos olvidamos", porque
la filantropía sin amor es inútil.
Oración:
Padre justo:
En esta hora te doy gracias por
todos aquellos hombres y mujeres que tu has usado para que me dieran una mano a
lo largo de mi vida. Hoy te ruego que tu amor me inunde tanto para ayudar a la
extensíon de tu reino sin esperar nada a cambio como para darme a otros. En el
nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
No importa cuánto estás dispuesto
a dar con amor, pero, nunca puedes superar a Dios.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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