Francisco Aular
faular@hotmail.com
Nadie tiene mayor
amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os
mando. Juan 15:13,14
(RV60)
Desde el inicio de mi ministerio pastoral -hace ya 41 años-, tengo el
hábito de terminar todas mis cartas como “pastor y amigo”. Eso ha hecho que
algunos amados cuando me saludan, bromean diciéndome: “¿Cómo está mi pastor y
amigo?”, sin embargo, qué grande me queda la palabra amigo cuando me comparo
con mi amado JESÚS. Nadie como Él. A la verdad, tenemos un Dios muy compasivo.
Su amor no puede faltar ni marchitarse. Su misericordia para con nosotros viene
desde antes de que el mundo fuese; somos parte de su Plan y por eso su amistad,
amor y gracia son constantes y eternos. En cambio, nosotros nos damos cuenta,
de que en esta vida humana, nunca seremos ni haremos lo que debiéramos. No
obstante, con la nueva vida que Él ha depositado en nosotros, y con su ayuda,
podemos alcanzar la madurez para enfrentarnos a un mundo imperfecto y en
constante crisis. Por ello, en los momentos más difíciles que me he encontrado
en la vida, recuerdo que JESÚS murió por mí en la cruz; no tengo que temer a la
muerte; Él resucitó, el sepulcro no lo pudo retener; ciertamente Él no prometió
alejarme de todo sufrimiento y pruebas por las que tendré que pasar, pero ya no
estoy solo para enfrentarlas; en las buenas y en las malas Él es mi Amigo, y pase
lo que pase, Él es mi Amigo Fiel:”…Porque nunca decayeron sus misericordias,
nueva son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22,23).
Pues bien, ten esto en tu mente: Alguien se preocupa por ti, por lo tanto,
si te sientes solitario, deprimido o quizás desesperado ante alguna situación,
y te preguntas ¿para qué vivir? ¡Ojalá tuviese alguien en quien confiar, con
quien hablar y que pueda contestar mis preguntas!”, entonces, recuerda que
Alguien está dispuesto a escucharte a acompañarte y ayudarte. Sí, querido
amigo, no hace falta que lo busques muy lejos, porque desde hace muchos años, y
aun antes de que nacieras, Él se preocupa por ti. Él quiere salvarte, y darte
la vida abundante; Él dijo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar
lo que se había perdido” (Lucas 19:10 RV60), también dijo: “Yo soy el camino, y
la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Su nombre
es JESÚS; Él llenará el vacío de tu corazón porque como dijo Blas Pascal: “En
el corazón del ser humano existe un vacío con la figura de Dios, que no puede
ser llenado con ninguna cosa creada sino con Dios mismo, el Creador, revelado
en Cristo Jesús”. Mucho antes, San Agustín afirmó: “Pues nos hiciste para Ti,
oh Dios y nuestro corazón andará en desasosiego hasta que descanse en Ti”.
Ahora bien, el hacerse amigo de JESÚS no es algo automático que nos ocurre
por ser seres humanos, sino que es necesario obedecerle: “…Vosotros sois mis
amigos, si hacéis lo que yo os mando”, y, ¿qué es lo que nos manda el Señor
Jesús?: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré
descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón, y HALLARÉIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS (Mateo 11:28,29,
mayúsculas mías. La Biblia de las Américas). El ir a JESÚS, arrepentirte de tus
pecados y aceptar el regalo de la vida
eterna, ¡es tú decisión!
Haz conmigo la siguiente oración, si ésta expresa el deseo de tu corazón; y por
favor, escríbeme para enviarte un material de atención espiritual, hoy mismo.
Oración:
Señor JESÚS, te necesito. Sé que bajaste del cielo a
rescatarme del poder de mi pecado. Me arrepiento de todos mis pecados. Te abro
la puerta de mi vida a Ti, que eres la única puerta que lleva a la salvación, y
te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por
morir en la cruz por mis pecados y por darme la vida eterna que viene
del cielo. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la persona que Tú
quieres que sea. Amén.
Perla de hoy:
Un amigo es la primera persona que llega, que me ve herido, venda mis
heridas y me levanta cuando todo el mundo ha pasado de largo.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento a obedecer?
¿Existe
un pecado a evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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