Había una vez un hombre que era escritor, poeta, profeta y se llamaba Isaías. Escribió poemas hermosísimos, el número 53 es mi favorito. Encuentro en este poema un resumen de la historia de nuestra salvación en tres miradas: una mirada al pasado, al presente y al futuro. ¡Todo esto en doce versículos nada más!
Isaías mira al pasado al decirnos que su pueblo Israel, es un incrédulo a todo lo que DIOS le había dicho en el pasado, desde Génesis, pasando por los patriarcas como Abraham, Jacob e Isaac, los libertadores como Moisés y Josué, la monarquía con sus grandes reyes, entre ellos: David y Salomón; habían tenido poetas, escritores y profetas. El pueblo había sufrido destierros y esclavitud como castigos temporales para que se arrepintieran de sus pecados, desobediencia y volvieran a DIOS. Aparte de todo, DIOS les habías mostrados los milagros y portentos. Antes de llegar al capítulo 53, el profeta les habló del MESÍAS que vendría.
Isaías, les habla en tiempo presente a los receptores de sus profecías y poemas. Y lamenta que todavía estén en su incredulidad. “¿Quién ha creído a nuestro mensaje?”
Isaías comienza a relatar los sufrimientos del MESÍAS o el Siervo Sufriente, y de acuerdo con otros escritores sagrados de la Biblia, todas las profecías apuntan hacia JESÚS. Del mismo modo, los estudiosos de las profecías a través de la historia de la Iglesia por 2000 años nos dicen que más de 300 profecías del Antiguo Testamento, convergen en JESUCRISTO. Por ese hecho, se dice que Isaías debe ser el Primer Evangelio. Porque, 700 años, antes que Mateo, Marcos, Lucas o Juan, está el sensacional capítulo 53 de Isaías. Unos cuantos estudiosos han dicho que, si se perdieran todas las Biblias, y oros documentos sagrados; pero quedara únicamente Isaías 53, ¡allí esta el Mensaje de la salvación!
Hoy nuestro estudio sobre Isaías 53, lo terminamos y empezaré mañana, una nueva serie que nos llevará a siete días antes de la crucifixión; las Siete Palabras de JESÚS en la cruz; y luego seguiremos con siete palabras de DIOS, después de la crucifixión y resurrección.
Ahora, nos enfocamos en los versículos 10-12 de Isaías 53. Tengamos en cuenta que aquí el profeta nos habla del triunfo final del crucificado, al final del tiempo de los gentiles, y restauración final de los judíos. Sin embargo, siento unir el evento del profeta Zacarías que nos llena de gozo, certidumbre y fe. ¡Mis amados nos espera un fabuloso mañana en que veremos el cumplimiento final de las profecías porque estamos en el epílogo de la historia de DIOS, según la Biblia!
En mi parecer, el mejor camino para entender todos los versos y sorprendente final del poema 53, es yendo hacia el profeta Zacarías:
“Entonces derramaré un espíritu de gracia y oración sobre la familia de David y sobre los habitantes de Jerusalén. Me mirarán a mí, a quien atravesaron, y harán duelo por él como por un hijo único. Se lamentarán amargamente como quien llora la muerte de un primer hijo varón”. (Zacarías 12:10, NTV).
Ahora entenderemos mejor la belleza, la importancia, la esperanza y el triunfo final del SEÑOR JESÚS. Lo pienso así:
Algún día habrá una gran reunión celestial al final de los tiempos. En qué lo entenderemos todo. Allí estaremos los que poseemos la Vida Zoé, el Regalo divino, estaremos los dos pueblos unidos por la muerte de CRISTO, los judíos y los gentiles. Me parece que Isaías, lo vio, también lo vio Zacarías y otros salmistas y profetas mesiánicos. Todos los ojos de los presentes van hacia JESÚS: “Me mirarán a mí” …Delante de todos, Él todavía tiene las marcas de los clavos y de la lanza que lo atravesó.
Un orador de la familia de David, del linaje del SEÑOR JESÚS se pondrá en pie y dirá en alta voz y entre sollozos dirá, todos los judíos y los gentiles también nos uniremos a ellos porque somos el pueblo de DIOS… ¡Todos de pie y en coro haremos un cántico solemne: ¡Estamos arrepentidos y nos lamentamos amargamente “Nosotros te dimos la espalda” … “Fuiste despreciado y no nos importo…” “Viniste a tu pueblo y no te aceptamos” …” Fueron nuestras debilidades que te llevaron a la cruz” … “Fueron nuestros dolores los que te agobiaron” … “Y pensamos que tu sufrimiento era castigo de DIOS” … “Fuiste traspasado por nuestras rebeliones” … “y aplastado por nuestros pecados” …” Fuiste golpeado por nuestra paz…” “fuiste azotado para que pudiéramos ser sanados” …” Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas” … “hemos dejado los caminos de DIOS para seguir los nuestros” … “Sin embargo, el SEÑOR puso sobre Él el pecado de todos nosotros…”.
¡Así siguieron en un oratorio de arrepentimiento delante del MESÍAS para reinar con Él para siempre en la Nueva Jerusalén…
¡Esto fue lo que vio un hombre que era escritor, poeta y profeta y se llamaba Isaías!
¡Adelante, siempre adelante!
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