Aquella tarde en que JESÚS moría en la cruz en el Monte Calvario, era trágica. La gigantesca sombra de la cruz, sobre pasó las otras cruces y lo llenaba todo. El atrevimiento, el descaro y la insolencia de la muchedumbre que acompañaban a JESÚS por la cuesta hacia el Calvario, como una gigantesca ola se llevaba por delante a quien intentara impedirlo. ¿De dónde sale tanta crueldad hacia ese ser humano tan santo y apartado del mal, llamado JESÚS? Se sabe muy bien qué a los gobiernos dictatoriales tienen verdugos, cuyo trabajo es hacer que sus víctimas hablen.
JESÚS, ha sido escupido, maldecido, burlado y lo coronaron como ¨Rey de los judíos” para burlarse. Sin embargo, Isaías en lo que yo llamaría el primer evangelio, escrito 700 años antes de CRISTO, nos deja maravillados. En efecto, Isaías mira la cruz hacía el futuro desde aquellos lejanos días en que vivió. ¡Nosotros estamos obligados a dar una mirada hacia el pasado a la celebración de la pascua judía en Egipto, y desde luego a la predicción profética de Isaías 53, y también al Nuevo Testamento!
“De la misma manera roció con la sangre el tabernáculo y todo lo que se usaba para adorar a Dios. De hecho, según la ley de Moisés, casi todo se purificaba con sangre porque sin derramamiento de sangre no hay perdón”. (Hebreos 9:21,22, NTV). ¡CRISTO es el SACRIFICIO DIVINO y perfecto!
También conocemos el relato cuando Juan el Bautista, estaba bautizando a algunos sus discípulos en el río Jordán, y vino JESÚS para que lo que lo bautizara también. Al acercarse al grupo, Juan dijo: “¡Miren! ¡El cordero de Dios que quita el pecado del mundo! (Juan 1:29, NTV). ¡Sí, JESÚS es el SACRIFICIO DIVINO!
“Fue oprimido y tratado con crueldad; sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero. Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores, no abrió su boca”.
(Isaías 53:7, NTV).
El escritor estadounidense Ernesto Hemingway (1899-1961), en su libro Hombres sin mujeres, hace una colección de cuentos cortos, uno de los cuentos lleva el título: “Hoy es viernes”. El cuento se remonta al viernes santo, y recoge el testimonio de tres soldados romanos que han sido testigos presenciales de lo que pasó en la cima del Monte Calvario, la crucifixión de un carpintero nazareno.
Es de noche y aquellos hombres están cruzando a Jerusalén, y entran a una taberna para beber. El primero de ellos, sin pensar para nada en lo que acaba de ver, pide un trago y se lo bebe. El segundo, de manera fugaz, medita en aquel drama; pero se sacude el pensamiento, pide un trago y se lo bebe. El tercer soldado está profundamente sumido en la emoción de lo que allí vio, en el dolor de aquel sacrificado, en la angustia de aquel inocente y aunque es sacudido por los hombros por sus compañeros no puede ordenar su bebida y sencillamente se limita a repetir:
—Parecía un hombre tan bueno, parecía un hombre tan bueno…
Frente al drama de la cruz no podemos ser indiferentes, depende de nuestra actitud la decisión frente al crucificado. ¿En dónde estamos nosotros?
se lo llevaron. A nadie le importó que muriera sin descendientes
ni que le quitaran la vida a mitad de camino. Pero lo hirieron de muerte por la rebelión de mi pueblo”. (Isaías 43:8).
En los tiempos de JESÚS, no se enterraban a los muertos que habían sido crucificados por la ley romana. JESÚS, fue crucificado en medio de otros dos, los cuales sí eran delincuentes, al bajarlos de la cruz, fueron echados al basurero que estaba afuera de la ciudad. Pero el cuerpo de JESÚS fue reclamado por un hombre justo llamado José de Arimatea, este hombre era rico y también era miembro del Concilio Supremo judío. Valientemente, este hombre fue y habló con Pilato y le pidió el cuerpo de JESÚS, y lo colocó en una tumba nueva. De allí, sería levantado en día de la Resurrección.
“Él no había hecho nada malo, y jamás había engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal; fue puesto en la tumba de un hombre rico”.
(Isaías 53:9, NTV)
En realidad, en el plan de DIOS la cruz es el remedio para los pecados de nosotros los seres humanos. Como el salmista no existe mejor conclusión, en la cruz:
¡la justicia y la paz se besaron!
(Salmo 85:10, NTV).
¡Adelante, siempre adelante!
PADRE JUSTO:
¡Gracias por ese plan maravilloso y el Sacrificio Perfecto de tu amado HIJO a nuestro favor! ¡En realidad el profeta y poeta Isaías escribe para que nosotros hoy seamos confirmados en que la Biblia tiene razón! ¡Ayúdame a proclamar este mensaje de que JESÚS Crucificado por nosotros es el Sacrificio Divino ¿Qué más puede hacer tú, oh mi DIOS para salvarnos? ¡Ten piedad de nosotros! En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
No es un asunto de poca importancia lo que DIOS ha hecho por nosotros.
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