lunes, 13 de enero de 2020

¿Qué sucede cuando oramos?

Francisco Aular                                            
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Hechos 12:1-5
Mientras Pedro estaba en la cárcel, todos los miembros de la iglesia oraban a Dios por él en todo momento. Hechos 12:5 (LBLA)

Cuando oramos:
-Se obtiene la salvación como un regalo que DIOS hace al pecador, “que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo (…) no hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan, porque todo el que invoque el nombre del Señor será salvo” Romanos 16:9; 12,13 (NVI).

-Se abren las puertas de la cárcel y la Palabra de DIOS no queda presa: “De repente apareció un ángel del Señor y una luz resplandeció en la celda. Despertó a Pedro con unas palmadas en el costado y le dijo: “¡Date prisa, levántate!” Las cadenas cayeron de las manos de Pedro” Hechos 12:7(NVI).

-Se abren las puertas para la proclamación del evangelio y los evangelizadores sienten valor y claridad al testificar: “Pídanle a Dios que yo pueda explicar ese mensaje con la claridad debida. Usen su inteligencia para saber cómo deben tratar a los que no confían en Cristo. Aprovechen bien cada oportunidad que tengan” Colosenses 4:4,5 (LBLA).

-Se escucha el clamor delante de DIOS y él envía sus obreros a la mies: “La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—.Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que envíe obreros a su campo” Mateo 9:37,38 (NVI).

-Se predica la Palabra con poder:Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas” Hechos 2:41 (NVI).

-Se hace sentir la influencia bienhechora de JESÚS a nivel mundial: “¡Estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá!” Hechos 17:6b (NVI).

-Se suplen las necesidades de la obra: “Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré” Juan 14:12-14 (NVI).

-Se abre la entrada al Trono de la Gracia, y las oraciones llegan delante de DIOS:
“Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos”. (Apocalipsis 8:4, RV60). Hoy al momento de escribir estos pensamientos, recuerdo que una noche como esta fui llevado en ambulancia al hospital. Al cuarto día de hospitalizado me habían dado cuatro enfermedades seguidas, y no tenía mejoría. Me debatía entre la vida y la muerte, abrí mis ojos y vi a tres mujeres orando muy cerca de mi cama: mi esposa Mary, nuestra hija Mary Ruth y mi sobrina Laura Ruiz. Más tarde supe que en todas partes se les había pedido ayuda en oración. Y por testimonio de la siempre recordada misionera Marg Jank, hasta en la selva entre los hermanos de diferentes etnias, había hecho oraciones por mí. ¡Alabado sea el SEÑOR! Esas oraciones hechas por muchos amados que quizáz nunca conoceré en esta vida, llegaron al Trono de la Gracia. Al centro del Trono el PADRE, al otro lado las multitudes orando, y yo, estaba en el medio, y fue muy claro para mí, que DIOS había oído. ¡Y hoy hace ocho años celebrando la extensión de mi estadía en esta tierra! Y con ello, mi humilde granito de arena para la extensión del reino por donde voy. Gracias a los que oraron, y gracias a los que continúan, regalándome sus oraciones, con el Apóstol, les ruego: “Mis amados hermanos, les pido encarecidamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen, ese amor que el Espíritu Santo les ha dado”. (Romanos 15:30,NTV).

¿Qué sudece cuando oramos? Llegamos a la presencia de DIOS, y Él hace Su voluntad y responde a nuestro clamor.
Oración:
¡Gracias Padre! Ya que por la oración movemos los delgados hilos de tu omnipotencia y te pones a la distancia de nuestra petición. Ayúdame a orar en todo tiempo y en todo lugar. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Nada es demasiado grande ni demasiado pequeño para llevarlo a DIOS en oración.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un pensamiento para llevarlo conmigo?

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