Francisco
Aular
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Lectura
devocional: Isaías 52:1-12
¡Qué hermosos
son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias,
buenas noticias de paz y de salvación,
las noticias de que el Dios de Israel reina! Isaías 52:7
(NTV).
Vivimos días de ambiente de guerra y ambiente de paz. Saltamos de un
extremo a otro. Podemos afirmar que La tarea en estos días de la diplomacia
mundial, es inmensa. Países grandes y pequeños, con sus mejores hombres
reconciliadores, están soñando porque la paz haga su presencia y no la guerra.
En realidad en la lucha por la paz que están enfrentando tanto las potencias de
las grandes naciones del primer mundo, como la de los países en vías de
desarrollo son dignos de admiración en que todavía se sueñe con un mundo de
paz, en tiempos como éstos. Por ello, las palabras dichas por estadista
oriental hace muchos años, cobran actualidad: “Quien quiera sangrar menos en
tiempos de guerra, tendrá que sudar más en tiempos de paz.” Somos pacificadores
a tiempo completo, y oramos por la paz.
Todo cristiano nacido de nuevo, es portador de Buenas Noticias de paz.
No obstante la historia nos dice que, el sufrimiento, el dolor y la muerte han
sido los compañeros de viaje, de los cristianos nacidos de nuevo, mientras
llevan la Buena Noticia. Se calcula que al menos unos trescientos cincuenta
millones de cristianos, en el mundo, sufrirán en este año, las consecuencias de
mantener su fe viva en JESÚS. Sin embargo, en estos días llenos de problemas y
dificultades, no debemos permitir que nada ni nadie nos impida llevar el
Mensaje. Aquí debemos aprovechar aun las circunstancias adversas para ganar las
batallas espirituales que enfrentamos. ¡Llevar noticias de paz y libertad debería
llenar nuestro corazón de un optimismo contagioso! Cuando Leonidas, el valeroso
general espartano, fue informado de que los soldados de Jerjes eran tanto que
sus flechas oscurecían el sol, respondió: “Mejor, así pelearemos en la sombra.”
¡No importa el tamaño de la prueba, sino el tamaño de nuestro Dios!
En el pasaje de hoy, encontramos las
palabras del profeta Isaías (“Dios es salvación” es el significado de su
nombre), quien profetizó durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías.
A este profeta los especialistas
del Antiguo Testamento, lo califican del “profeta evangelista” Por la visión
mesiánica del profeta al legarnos numerosas profecías acerca de la venida, el
carácter, el ministerio, la predicación, los sufrimientos y la muerte del
Siervo de Dios, el Mesías. Pero también habla del triunfo y Reino futuro y
eterno del Mesías. Los escritores de Nuevo Testamento, especialmente Pablo, nos
presentan al Mesías prometido en la singularidad de la Personas de JESÚS. En
efecto, ¡JESÚS es el Regalo de Dios para nosotros los pecadores. Su vida, Su
carácter, Su ministerio, Su muerte y Resurrección, nos trajo, la Buena Noticia
de la salvación! Conocer al Mesías prometido y aceptar el regalo de su salvación,
nos hace propagadores de estas buenas noticias de paz: “¡Qué hermosos
son sobre los montes los pies del mensajero
que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación,
las noticias de
que el Dios de Israel reina!” (Isaías 52:6 NTV).
Pues bien, tal vez algunos de nosotros
sobrellevamos una batalla secreta de la cual no podemos hablar con nadie, Dios
lo sabe. A lo mejor es una enfermedad que nos consume día tras día, las energías
se han ido y ya sentimos desmayar, Dios lo sabe. Quizás es un problema que
ocultamos a nuestros semejantes; sin embargo, nos persigue constantemente, nos
asfixia y, a veces nos hunde en desesperación y tristeza, Dios lo sabe.
Cualquiera sea nuestra situación y condición: ¡JESÚS es el Regalo de paz para
nosotros! Así es porque esa búsqueda de paz, no es la falta de algo, sino de
Alguien: JESÚS. A pocas hora de ir a la cruz, JESÚS le dijo a su discípulos: “Les
dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un
regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.”
(Juan 14:27 NTV) ¡JESÚS nos regala la verdadera paz con Dios, paz interior y
paz con los demás! Aquí no hablamos de paz como ausencia de la guerra, sino de
un estado del alma y del espíritu a pesar del rugido de las tormentas a nuestro
alrededor. Teniendo a JESÚS, lo tenemos todo. JESÚS es nuestro triunfo sobre el
miedo: “Así que no se angustien ni tengan miedo.” ¡JESÚS es nuestra pasión y
triunfo¡ ¡JESÚS es el Regalo de la paz!
Oración:
Padre amado, extiende la primavera del Espíritu
Santo sobre mi vida, transformando mis conflictos en paz, el caos en orden,
inseguridad en la certeza de que teniendo a ti, lo tengo todo. Soy tuyo, y nada
ni nadie podrá quitarme el Regalo que me has dado para siempre. Ayúdame a ser
un mensajero de tu paz. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
¡JESÚS es nuestra pasión y triunfo! ¡JESÚS es
el Regalo de paz!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por
aprender?
¿Existe alguna bendición para
disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a
obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para
llevarlo conmigo?
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