Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Salmo 137:1-6
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos
al acordarnos de Sión (…) ¿cómo cantar las canciones del Señor en una tierra extraña? Salmo 137:1,4 (NVI)
Hace
algunos años, mi amigo el rabino Pynchas Brener de Caracas, nos compartía, la
siguiente ilustración: Después de escuchar a su abuelo contar la historia del
Holocausto judío, de cuyos horrores era un sobreviviente, el niño le preguntó: “¿Abuelo,
nosotros somos el pueblo escogido de Dios?” “Sí -le respondió el abuelo-“.
Entonces el niño con ese brillo de la inocencia en sus ojos, afirmó: “¿Por qué
Dios no escogió a otro pueblo?”...
En efecto,
Dios es el autor de todos los grupos étnicos y lenguas y delegó su autoridad
para mantener a la sociedad en orden, al hogar, al estado, a los gobiernos y a las escuelas. Así,
la historia de la humanidad, formó, bajo la soberanía divina, a las diferentes
naciones, sin embargo, escogió guardarse para sí una nación, con la cual ha
tratado a través de los siglos: Israel. En el desarrollo de la historia de la
salvación, el pueblo judío juega un papel importantísimo, en realidad, desde el
mismo inicio de la historia, como la conocemos; así será hasta el final. Desde
la venida de JESÚS, todos los cristianos nacidos de nuevo forman una Israel
espiritual, la Iglesia. La unión de los dos pueblo de Dios en uno:
“Pues Cristo mismo nos ha traído la paz. Él unió a judíos y a gentiles
en un solo pueblo cuando, por medio de su cuerpo en la cruz, derribó el muro de
hostilidad que nos separaba.” (Efesios 2:14, NTV).
Pues bien, en
cuanto a la patria terrenal, existe un poema hermosísimo del significado de
patria. En efecto, el Salmo 137 encierra una poesía que es una oda a la patria
terrenal, allí respiramos la nostalgia de la patria lejana, el gemido del que
ha sido despojado por la violencia de sus hogares y de su nación; vemos el
lamento de los de los que han salido al exilio, esperando volver. Ellos habían
presenciado los horrores de sus compatriotas asesinados en las calles y en las
plazas; sus esposas y hermanas violadas y sus hijos degollados; la barbaridad
de ver a su amado templo destruido y los muros de Jerusalén derribados. A los
más jóvenes se los llevaron cautivos, dejando ellos en el suelo patrio a sus
seres amados. Sin duda, por el camino, de sus gargantas sollozantes, salían las
hermosas canciones que desde la niñez solían cantar en sus hogares, en el trabajo
y en el templo. Pero llegó el momento de guardar silencio “sobre los sauces en
medio de ella colgamos nuestras arpas, y los que nos habían llevado cautivos
nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría
diciendo, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sión. ¿Cómo cantaremos
cantos de Jehová en tierra de extraños?” (Salmo 137:2-4, RV60).
Así
aprendemos, que la patria es el lugar en donde tuvimos el amor de nuestros
padres, abuelos y otros familiares que iluminaron nuestro andar en la
inocencia. Patria es recordar lo que nos fascinó en otro tiempo, que enardeció nuestro
corazón al escuchar el nombre de nuestros héroes y sus esfuerzos por darnos una
nacionalidad; el sollozo en nuestras gargantas al cantar la canción nacional,
mientras los colores de nuestra bandera tremolaban en el viento. Patria son los
valores que nos enseñaron nuestros padres y abuelos: El temor y obediencia a
Dios, el agradecimiento, la amabilidad, el valor de la amistad, el amor al
prójimo, la conciencia del deber, el coraje cívico, la cortesía, el respeto a
los demás y a nosotros mismos, la educación, la compasión, la importancia de la
iglesia y apoyo a sus planes, los momentos de felicidad y esperanza; en fin,
todo lo bueno, lo puro y lo noble.
Mi familia y
yo, hace 27 años que vinimos a una nueva patria, Canadá, que abrió sus brazos
para recibirnos. Sin embargo a nuestra Venezuela, la patria dejada atrás, jamás
olvidaremos. Por aquellos días, de la habitación de mi hijo mayor, Daniel,
salieron las notas de una canción que oí por primera vez; mi corazón se llenó
de recuerdos mientras la oía y las lágrimas fluyeron sin esfuerzo alguno. El
autor de la canción es el panameño Rubén Blades. En ese entonces, Panamá estaba
bajo la dictadura y el autor está conmovido. En momentos como esos, el alma se
quebranta y quejumbrosa ora a Dios, porque nuevamente la patria sea como lo
dijera don Rómulo Gallegos en Doña Bárbara: “Tierra ancha y tendida, toda horizontes como la
esperanza, toda caminos como la voluntad. Tierra propicia para el esfuerzo,
como lo fue para la hazaña, tierra de horizontes abiertos, donde una raza
buena, ama, sufre y espera”. ¡Eso y mucho más es patria!
Patria
Ruben Blades
Hace algún tiempo
me preguntaba un chiquillo
por el significado
de la palabra patria
me sorprendió con su pregunta
y con el alma en la garganta
le dije así: Flor de barrio, hermanito
Patria, son tantas cosas bellas
como aquel viejo árbol
que nos habla y renueva
como el cariño que guardas
después de muerta la abuela
Patria son tantas cosas bellas
son las paredes de un barrio
de su esperanza morena…
Es lo que lleva en el alma
todo aquel cuando se aleja
son los mártires que gritan
bandera, bandera, bandera, bandera
No memorices lecciones
de dictaduras o encierros
la patria no la define
los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento
en la mirada de un viejo
son la entera primavera
me preguntaba un chiquillo
por el significado
de la palabra patria
me sorprendió con su pregunta
y con el alma en la garganta
le dije así: Flor de barrio, hermanito
Patria, son tantas cosas bellas
como aquel viejo árbol
que nos habla y renueva
como el cariño que guardas
después de muerta la abuela
Patria son tantas cosas bellas
son las paredes de un barrio
de su esperanza morena…
Es lo que lleva en el alma
todo aquel cuando se aleja
son los mártires que gritan
bandera, bandera, bandera, bandera
No memorices lecciones
de dictaduras o encierros
la patria no la define
los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento
en la mirada de un viejo
son la entera primavera
brisa de hermanita nueva
te contesto, hermanito,
te contesto, hermanito,
Patria son tantas cosas bellas…
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Creador de todo cuanto existe visible
e invisible, haz que llegado el día cuando las naciones desfilen delante de ti,
mi patria esté allí. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Patria
es el lugar en donde Dios nos puso para influir, para impactar y para cambiar.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento a obedecer?
¿Existe
algún pecado a evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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