Francisco Aular
Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y
llorábamos al acordarnos de Sión (…) ¿cómo cantar las canciones del Señor en una tierra extraña? Salmo 137:1,4 (NVI)
Hace algunos años, mi amigo el rabino Pynchas Brener
de Caracas, nos compartía la siguiente ilustración: Después de escuchar a su
abuelo contar la historia del Holocausto judío, de cuyos horrores era un
sobreviviente, el niño le preguntó: “¿Abuelo, nosotros somos el pueblo escogido
de Dios?” “Sí -le respondió el abuelo-“, entonces el niño con ese brillo de la inocencia
en sus ojos, le preguntó, otra vez: “¿Por qué Dios no escogió a otro
pueblo?”...
En efecto, Dios es el autor de todos los grupos
étnicos y lenguas y delegó su autoridad para mantener a la sociedad en orden al
hogar, al estado, a los gobiernos y a las escuelas. Así, se fue formando,
bajo la soberanía divina, las diferentes naciones, sin embargo, Dios escogió
guardarse para sí una nación con la cual ha tratado a través de los siglos:
Israel. En el desarrollo de la historia de la salvación, el pueblo judío juega
un papel importantísimo, en realidad, desde el mismo inicio de la historia,
como la conocemos, ha sido así, y así será hasta el final. Desde la venida de
JESÚS, todos los cristianos nacidos de nuevo formamos una Israel espiritual, la
Iglesia.
El Salmo 137 encierra una poesía que es una oda a
la patria, allí respiramos la nostalgia de la patria lejana, el gemido del que
ha sido despojado por la violencia de sus hogares y de su nación; vemos el
lamento de los de los que han salido al exilio, esperando volver. Ellos habían
presenciado los horrores de sus compatriotas asesinados en las calles y en las
plazas; sus esposas y hermanas violadas, y sus hijos degollados; la barbaridad
de ver a su amado templo destruido y los muros de Jerusalén derribados. A los
más jóvenes se los llevaron cautivos, dejando, en el suelo patrio, a sus seres
amados. Sin duda, por el camino, de sus gargantas sollozantes, salían las
hermosas canciones que desde la niñez solían cantar en sus hogares, en el
trabajo y en el templo. Pero llegó el momento de guardar silencio “sobre los
sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas, y los que nos habían llevado
cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían
alegría diciendo, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sión. ¿Cómo
cantaremos cantos de Jehová en tierra de extraños?” (Salmo 137:2-4; RV60).
Así aprendemos, que la patria es el lugar en donde
tuvimos el amor de nuestros padres, abuelos y otros familiares que iluminaron
nuestro andar en la inocencia. Patria es recordar lo que nos fascinó en otro
tiempo, que enardeció nuestro corazón al escuchar el nombre de nuestros héroes
y sus esfuerzos por darnos una nacionalidad; el sollozo en nuestras gargantas
al entonar la canción nacional, mientras los colores de nuestra bandera
tremolaban en el viento. Patria son los valores que nos enseñaron nuestros
padres y abuelos: El temor y obediencia a Dios, el agradecimiento, la
amabilidad, el valor de la amistad, el amor al prójimo, la conciencia del
deber, el coraje cívico, la cortesía, el respeto a los demás y a nosotros
mismos, la educación, la compasión, la importancia de la iglesia y apoyo a sus
planes, los momentos de felicidad y esperanza; en fin, todo lo bueno, lo puro y
lo noble.
Mi familia y yo, hace más 20 años, vinimos a una
nueva patria, Canadá, que abrió sus brazos para recibirnos. Sin embargo, el
amor por la patria en donde se ha nacido se perfecciona en
la distancia. En uno de aquellos días, de la habitación de mi hijo
mayor, Daniel, salieron las notas de una canción que oí por primera vez, y mi
corazón se llenó de recuerdos mientras la oía, las lágrimas fluyeron sin
esfuerzo alguno. Es una canción patriótica, el autor de la canción es el
panameño Rubén Blades. En ese entonces, Panamá estaba bajo la dictadura y el
autor está conmovido. En momentos como esos, el alma se quebranta y quejumbrosa
ora a Dios, porque nuevamente la patria es como lo dijera don Rómulo Gallegos
en Doña Bárbara: “Tierra ancha y tendida, toda horizontes como la esperanza,
toda caminos como la voluntad. Tierra propicia para el esfuerzo, como lo fue
para la hazaña, tierra de horizontes abiertos, donde una raza buena, ama, sufre
y espera”. ¡Eso y mucho más es patria!
Patria
Ruben Blades
Hace algún tiempo
me preguntaba un chiquillo
por el significado
de la palabra patria
me sorprendió con su pregunta
y con el alma en la garganta
le dije así: Flor de barrio, hermanito
Patria, son tantas cosas bellas
como aquel viejo árbol
que nos habla y renueva
como el cariño que guardas
después de muerta la abuela
Patria son tantas cosas bellas
son las paredes de un barrio
de su esperanza morena…
Es lo que lleva en el alma
todo aquel cuando se aleja
son los mártires que gritan
bandera, bandera, bandera, bandera
No memorices lecciones
de dictaduras o encierros
la patria no la define
los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento
en la mirada de un viejo
son la entera primavera
me preguntaba un chiquillo
por el significado
de la palabra patria
me sorprendió con su pregunta
y con el alma en la garganta
le dije así: Flor de barrio, hermanito
Patria, son tantas cosas bellas
como aquel viejo árbol
que nos habla y renueva
como el cariño que guardas
después de muerta la abuela
Patria son tantas cosas bellas
son las paredes de un barrio
de su esperanza morena…
Es lo que lleva en el alma
todo aquel cuando se aleja
son los mártires que gritan
bandera, bandera, bandera, bandera
No memorices lecciones
de dictaduras o encierros
la patria no la define
los que suprimen a un pueblo
la patria es un sentimiento
en la mirada de un viejo
son la entera primavera
brisa de hermanita nueva
te contesto, hermanito,
te contesto, hermanito,
Patria son tantas cosas bellas
Oración:
Amantísimo Padre Celestial:
Creador de todo cuanto existe visible e invisible,
haz que llegado el día cuando las naciones desfilen delante de ti, mi patria
esté allí. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Patria es el lugar en donde Dios nos puso para
influir, para impactar y para cambiar.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
una lección por aprender?
¿Existe
una bendición para disfrutar?
¿Existe
un mandamiento a obedecer?
¿Existe
un pecado a evitar?
¿Existe
un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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