miércoles, 20 de abril de 2011

La esencia del evangelio

Francisco Aular

Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. Gálatas 6:14

Los autores de los Evangelios y las Cartas que forman el Nuevo Testamento comprendieron que la esencia del evangelio era la cruz de JESÚS. Sí, la muerte de JESÚS es el corazón del Evangelio. JESÚS, desde el principio mismo de su ministerio, descansaba su convicción sobre las enseñanzas del SEÑOR: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:14,15), sin embargo, los escritores del Nuevo Testamento sabían que una predicación que tuviera como centro la cruz de CRISTO era un escarnio, porque la cruz era el castigo final para un criminal. Igualmente sabían que el predicar sobre un Mesías crucificado era un escándalo para los judíos, y tampoco era muy popular para los sofisticados griegos, tan orgullosos por el saber humano, para éstos, la Cruz era una locura.
¿Qué significó para aquellos hombres y mujeres, la cruz de JESÚS? ¿Por qué los cristianos sostuvieron contra viento y marea que la muerte de JESÚS era el centro mismo del hilo rojo de la salvación desde el Génesis hasta el Apocalipsis? ¿Por qué JESÚS -la vida más preciosa que ha pisado este planeta- escogió deliberadamente el camino de la cruz? Gracias al Padre existen respuestas bíblicas para todas las preguntas que surjan, pero no podemos abordarlas todas hoy; volveremos sobre ello.
No obstante, Pablo nos da dos razones, en primer lugar, el mundo con todos sus intereses pasajeros, "me es crucificado a mí", es decir, el mundo muere para mí, y en su lugar, surge la Vida que viene del cielo. En segundo lugar, "y yo al mundo" JESÚS, que vive en mí, es la Vida eterna, y cuando el mundo lo crucificó a Él, me crucificó también a mí.
Por otro parte, el apóstol Pablo, tenía muchas razones para sentirse orgulloso, humanamente hablando, pues había alcanzado todos los honores que el mundo antiguo le pedía ofrecer a un ser humano. Pero cuando Pablo pensó en la esencia del Evangelio, vio que desde todo punto de vista, la muerte de JESÚS era un crimen odioso, una injusticia que mostraba, y muestra, toda la maldad que brota del corazón humano cuando pierde la ruta del bien. Pablo recuerda que él como pecador, también estuvo en esa ruta, porque, al perseguir a los cristianos, también persiguió a JESÚS. ¿Cómo actúo JESÚS frente a tanto odio del ser humano? ¡JESÚS respondió con amor! Su muerte es la prueba gigantesca del amor divino: amor del Padre que da a su Hijo; amor de JESÚS quien da su vida por nosotros.
¿Qué puede hacer uno frente a un amor así? Aceptarlo. Disfrutarlo. Predicarlo en estos términos: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2.20). ¡Vivir para anunciar las virtudes de un Dios así es verdaderamente vivir!
Oración:
La cruz excelsa al contemplar
Do Cristo allí por mí murió,
Nada se puede comparar
A las riquezas de su amor.
Yo no me quiero, Dios, gloriar
Mas que en la muerte del Señor.
Lo que más pueda ambicionar
Lo doy gozoso por su amor.
Ved en su rostro, manos, pies,
Las marcas vivas del dolor;
Es imposible comprender
Tal sufrimiento y tanto amor.
El mundo entero no será
Dádiva digna de ofrecer.
Amor tan grande, sin igual,
En cambio exige todo el ser.
 (Isaac Watts)

 Perla de hoy
La cruz de JESÚS es el único punto de encuentro entre el Dios santo y el ser humano pecador.

Interacción:
¿Qué te dice Dios hoy por medio de su Palabra?
Y en respuesta a ello…
¿Qué le dices tú a Él?

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