Francisco Aular
A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13 (Dios habla hoy)
Algunas personas hacen malabarismo hermenéutico para sacar doctrinas de un solo versículo bíblico, ese es el caso de Filipenses 4:13. En efecto, se han escrito muchos libros, realizado conferencias y eventos mundiales centrados en que este versículo dice que, los cristianos basados en la palabra de fe, pueden declarar lo que deseen y el Señor se los dará; pueden buscar la pareja que pidan y ser felices para siempre, como en los cuentos de hadas; pueden comprar la casa deseada y el vehículo de sus sueños; pueden ser sanados de cualquier enfermedad; superar exámenes difíciles y obtener el titulo que anhelen, y hasta alcanzar la presidencia de su nación… En otras palabras, como en el cuento de Aladino y la lámpara maravillosa, que con solo frotarla se logra lo que se desee.
Volviendo a nuestro pensamiento inicial, ¿es la prosperidad temporal y material lo que nos promete Filipenses 4:13? ¿Es esto lo que dice el apóstol Pablo en todo el contexto de su capítulo 4 de Filipenses? Creo sinceramente que no. Primeramente, veamos las condiciones por las cuales Pablo pasaba al momento de escribir esta carta, que ha sido llamada con justicia, la Epístola del gozo cristiano. El apóstol Pablo está preso en Roma, y si estar preso por motivos de conciencia es hoy toda una calamidad, uno puede calcular lo que significaba ser un preso bajo las órdenes de Nerón. Pablo está esperando, en medio de terribles circunstancias, que se cumpla el veredicto de muerte, lo cual se llevó a efecto poco tiempo después, y el misionero más grande que ha tenido la cristiandad, moriría decapitado. La grandeza del cristianismo no está en que escapemos del sufrimiento y la muerte, sino que los enfrentemos con la fe puesta en el Señor, porque Él nos da la fortaleza, el valor y la perseverancia hasta el final. Sólo un hombre como lo fue el apóstol ícono de la cristiandad podía escribirles a los amados de Filipos: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21 RV60).
Ciertamente, hoy se predica un evangelio de ofertas sin las demandas que el mismo JESÚS hiciera: "Entonces los entregarán a ustedes para que los maltraten; y los matarán, y todo el mundo los odiará por causa mía” (Mateo 24:9 DHH), sin embargo, ¿cómo podemos ser triunfantes en Cristo en medio de un mundo adverso? Aquí es donde Filipenses 4:13 cobra su verdadero sentido práctico, y es por ello que ha sostenido la fe, la esperanza y el amor a través de los siglos.
En efecto, Pablo nos dice que en Cristo podemos vivir una vida extraordinaria y triunfante, y que “gracias a Cristo que me fortalece”, podemos lograr ser firmes en nuestras convicciones: “estad así firme en el Señor amados”; la unidad y el amor en nuestra iglesia local y en nuestro grupo de crecimiento espiritual, “que sean de un mismo sentir en el Señor”; podemos ser pacificadores en un mundo dividido, “que ayudes a estas que combatieron conmigo en el evangelio”; que podemos experimentar un gozo continuo y desbordante en el Señor a pesar de las circunstancias adversas en nuestra vida terrenal, “regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”; que también podemos mantener la esperanza de la cercanía del Señor, “el Señor está cerca”; podemos aprender a ser felices, “he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”; y por supuesto, para estas cosas tenemos un poder ilimitado: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”; podemos confiar únicamente en Cristo para que nos sostenga tanto en lo espiritual como en lo material, “mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”; y por último, terminar la carrera cristiana confiando en que la gracia del Señor nos sostendrá para decir, ¡aleluya a pesar de todo!, porque teniendo a Dios lo tenemos todo: “Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos”. Esta es la verdadera prosperidad, que sin duda nos traerá bendiciones de todo tipo también, aun las materiales y de salud porque el Señor dijo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33 RV60).
¡Por todo esto y mucho más: Estamos triunfantes en Cristo!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Te suplico en esta hora que yo no pierda el gozo de mi salvación, y que pueda vivir en ti sabiendo que nada ni nadie me puede separar de este gozo; ayúdame a no ser un esclavo de mis circunstancias y mis emociones; quiero vivir y morir triunfante en ti. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
Saber que el triunfo en JESÚS no depende de mí, sino de Él, me llena de convicción y de consuelo: Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.
Interacción:
¿Qué te dice Dios hoy por medio de su Palabra?
Y en respuesta a ello…
¿Qué le dices tú a Él?
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