lunes, 30 de septiembre de 2019

¡Volvamos a la Biblia!


Francisco Aular        
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 2 Crónicas 7:12-22        
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14 (RV60)

“Dios creó los cielos y la tierra a través de Su Palabra. Dios lleva y guía a Su iglesia a través de Su Palabra. Dios obra, opera y bendice por Su palabra. Bienaventurado aquel que oye, aquel que entiende, aquel que VIVE por esta Palabra”. _Leonard Ravenhill

¿Cuándo debemos volver a la Biblia?

¡No hace falta volver a la Biblia cuando no podemos responder sinceramente a las preguntas: ¿Qué hace que mi vida tenga un propósito para vivir? ¿Tengo la vida eterna “vida zoé” a través de JESUCRISTO? ¿Tengo la libertad, la verdad, la fe, el amor y la esperanza viviendo en mí? ¿Hemos perdonado a todos los que nos han ofendido? ¿Existe alguna malicia en nuestro corazón, rencor, odio o enemistad en nuestros corazones? ¿Vivimos en competencia con otros, alimentamos resentimientos, y hemos rehusado reconciliarnos?

¡Necesitamos volver a la Biblia! Cuando: ¿Nos ponemos coléricos facilmente? ¿Nos exaltamos por dentro? ¿Acaso damos ocasión a la ira por considerar que se nos ha ofendido? ¿Hay sentimientos de celos? Cuando se prefiere a otro antes que a nosotros, ¿nos invade la envidia? ¿Tenemos celos de aquellos que pueden orar, hablar, y hacer las cosas mejor que nosotros? ¿Nos volvemos impacientes e irritables con los demás? ¿Acaso hay pequeñas cosas que nos abruman y enojan?  ¿O somos dulces, calmados, inconmoviblemente positivos bajo todas las circunstancias? ¿Se nos ofende fácilmente? Cuando la gente no se da cuenta de nuestra presencia y nos esquiva sin dirigirse a nosotros, ¿nos duele? Si se atiende a los demás y a nosotros se nos deja de lado. ¿Cómo nos sentimos?

¡Necestiamos vover a la Biblia! Cuando: ¿Existe orgullo en nuestros corazones? ¿Nos vanagloriamos de nosotros mismos? ¿Sentimos que sin nosotros, ese ministerio, esa área o nuestra iglesia no podrá seguir bien? ¿Pensamos que todos los demás están equivocados y solo nosotros tenemos la razón? ¿Hemos sido deshonestos? ¿Son nuestros negocios tan limpios que pudiémos emplear al mismo SEÑOR JESUCRISTO? ¿Están nuestros negocios abiertos y limpios para enfrentar cualquier sensura? ¿Damos un metro por un metro? ¿Un litro por un litro y un kilo por un kilo? ¿Hemos estado murmurando de otras personas? ¿Calumniamos el carácter de otros? ¿Somos chismosos y entrometidos en la vida privada de las otras personas? ¿Criticamos sin amor, duramente, severamente? ¿Estamos siempre hallando fallos y buscando las equivocaciones de las demás personas?

¡Volvamos a la Biblia! Cuando: ¿Le robamos a Dios? ¿Le robamos el tiempo que le pertenece a El? ¿Hemos retenido nuestros diezmos y ofrendas? ¿Enfatizamos tanto el amor de Dios que nos olvidamos de Su justicia? ¿Somos mundanos en nuestra manera de vivir? ¿Nos gusta el brillo, la pompa y la gloria de esta vida? ¿Existe una diferencia entre el vivir de nuestros amigos mundanos y nosotros? ¿Hemos robado? Tomamos cosas pequeñas que no son nuestras?

¡Vovamos a la Biblia! Cuando: ¿Anidamos en nostros un espíritu y raíz de amargura hacia otros? ¿Existe odio en nuestro corazón?¿Están nuestras vidas llenas de ligerezas y frivolidad? ¿Es nuestra conducta tan indecoraza que consideraría el mundo que estamos de su lado?¿Hemos dañado a alguien y no hemos hecho restitución? ¿O como Zaqueo tenemos disposición de restaurar todas las cosas que Dios nos ha mostrado?

¡Volvamos a la Biblia! Cuando ¿Vivimos preocupados y ansiosos? ¿Dejamos de confiar en Dios en cuanto a nuestras necesidades temporales y espirituales? ¿Estamos continuamente sufriendo penalidades sin haber llegado a ellas? ¿Somos culpables de inmoralidad? ¿Dejamos que nuestra mente aniden imaginaciones impuras e impías? ¿Somos veraces en nuestras afirmaciones, o exageramos y con ello transmitimos falsas impresiones? ¿Mentimos con facilidad?

¡Volvamos a la Biblia! Cuando: ¿Somos culpables del pecado de incredulidad? A pesar de todo lo que Él ha hecho por nosotros, ¿rehusamos aún creer Su Palabra? ¿Murmuramos y nos quejamos fácilmente de todo y de todos? ¿Hemos cometido el pecado de la falta de oración? ¿Somos intercesores? ¿Oramos anhelando entrar al lugar santísimo de nuestra comunión espiritual con el SEÑOR? ¿Cuándo oramos ordenamos, decretamos y mándamos a DIOS como si Él fuera el genio de la lampara de Aladino, o le respetamos Su Soberanía como nuestro SEÑOR y REY?  ¿Hemos permitido que las muchas ocupaciones, los enemigos y los ostáculos desplazan a la oración de nuestras vidas? ¿Estamos leyendo la palabra de Dios para ejercitar nuestras almas? ¿Cuántos capítulos leemos cada día? ¿Oímos, leemos, estudiamos, memorizamos, meditamos y aplicamos la Biblia cada día?

¡Volvamos a la Biblia! Cuando: ¿Hemos dejado de testificar acerca de lo que conocemos personalmente del SEÑOR JESUCRISTO? ¿Nos avergonzamos del SEÑOR JESÚS? ¿Cerramos nuestros labios cuando nos vemos rodeados de las personas sin CRISTO? ¿Sentimos una carga por las personas sin CRISTO y tenemos dolor del alma por los que no tienen la esperanza y el gozo de la salvación? ¿Tenemos un amor por los perdidos? ¿Existe una carga especial por la evangelización, el discipulación y la plantación de nuevas iglesias y la discipulación de nuestra nación y el mundo en nuestra generación? ¿Hemos perdido nuestro primer amor y ya no tenemos fervor hacia DIOS, Su Palabra y Su Iglesia? ¿Se hace más fácil criticar que alabar lo que DIOS está haciendo en medio de Su iglesia? ¿Se me hace más fácil vivir sin la iglesia que apoyarla por medio de mi asistencia a los cultos, el apoyo al programa y a sus actividades?

Estas son algunas cosas, tanto negativas como positivas que detienen la obra de DIOS en medio de Su pueblo. Por ello, ¡Humillémos delante de DIOS!: ¡Volvamos a la Biblia!
Oración:
PADRE DEL SEÑOR JESUCRISTO Y DE NOSOTROS:
Aquí estamos humillados bajo tu poderosa mano como tu pueblo que has escogido para ti. Perdónamos el alejamiento de tu Palabra y ayúdanos a ser testimonio tuyo en medio de los tiempos. En el nombre de JESÚS. Amén
Perla de hoy:
La PALABRA de DIOS tiene como propósito, no meramente informarnos, sino transformarnos.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de Su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?

viernes, 27 de septiembre de 2019

¡Hoy mi alma te alaba SEÑOR!

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Salmos 9:1-10
Te alabaré, SEÑOR, con todo mi corazón; contaré de las cosas maravillosas que has hecho. Gracias a ti, estaré lleno de alegría; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo. Salmos 9:1,2 (NTV).

Oh, Dios eterno, tu misericordia,
Ni una sombra de duda tendrá;
Tu compasión y bondad nunca fallan,
Y por los siglos el mismo serás.
Coro:
¡Oh, tu fidelidad!
¡Oh, tu fidelidad!

Cada momento la veo en mí.

Nada me falta, pues todo provees,

¡Grande, Señor, es tu fidelidad!
Tomas O. Chisholm,1923. HB#230,CBP,1994

Hoy mi alma te alaba SEÑOR porque eres mi Padre santo y fiel, así me lo enseñó tu amado Hijo JESÚS: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre” (Mateo 6:9). Soy tu hijo porque desde antes de la fundación del mundo, me escogiste con un propósito eterno y cuento con tu bendición en “los lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3,4); me abriste la puerta de tu casa y me hiciste miembro de tu familia: “Yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa” (Salmo 5:7); ¿qué ha hecho posible tanta bendición y privilegio? No son las virtudes humanas que yo pueda poseer; no han sido tampoco mis buenas acciones que pueda haber hecho; lo que ha abierto la puerta de tu casa para mí ha sido tu misericordia, tu fidelidad, tu gracia y tu amor.

Hoy mi alma te alaba SEÑOR porque tu fidelidad y no la mía, hace que tu misericordia no tenga ni una sombra de duda. Sabes quién soy, de dónde vine y adónde voy, porque soy creación tuya: “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien” (Salmo 139:13,14; RV60). Yo nací, desperté y allí estabas tú sonriéndome, porque al fin yo había llegado. ¡Ese eres tú, mi amado SEÑOR! Ningún ser humano es un accidente. Tu amor por el ser humano es firme y duradero: “En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados” (1 Juan 4:10; NTV).

Hoy mi alma te alaba SEÑOR porque tu compasión y bondad nunca fallan y eres inmutable. No cambias nunca. Eres el mismo ayer, hoy y por los siglos de los siglos. Tu amor es firme y continuo y no se ve afectado por mis emociones. Ese amor es la expresión firme de quien eres: “Dios es amor” (1 Juan 4:8; RV60); el amor tuyo hacia mí, no es fruto de un premio a mi buena conducta. Tu amor SEÑOR es sencillamente maravilloso; es lamentable que yo haya sido tan lento para responder a tu gran amor; y más maravillado estoy porque sé que nunca voltearás tu rostro para no verme, porque me amas y más que yo a ti; nunca me podré esconder de tu amor: “Oh SEÑOR, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos aun cuando me encuentro lejos. Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago. Sabes lo que voy a decir,  incluso, antes de que lo diga, SEÑOR. Vas delante y detrás de mí.  Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza. Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí, ¡es tan elevado que no puedo entenderlo!” (Salmo 139:1-6; NTV).

Hoy mi alma te alaba SEÑOR y reconozco que a pesar de los cambios y de las estaciones del año, y aunque yo mude y cambie mis vestiduras, Tú permaneces fiel. Sin embargo, tú quieres que yo ame como tú amas, que perdone a mis enemigos como tú lo haces, que sea santo como tú eres, que sea un ser humano de paz de la que tú das. ¿Oh SEÑOR, cómo puedo lograr todo ello para tu honra y gloria? Ese amor tuyo puede hacerse realidad en mí, únicamente a través de JESÚS. Ese fue el amor que lo trajo del cielo a la tierra; ese amor lo llevó a la cruz en mi lugar (Juan 3:16).

Hoy mi alma te alaba SEÑOR porque sé que las puertas del cielo están abiertas. Tú me invita a acercarme y a ser parte de tu familia: “Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios” (Efesios 2:19; NTV). JESÚS mismo me lo repite continuamente: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20; RV60). ¡Dios no cambia y es fiel y su invitación es para una acción inmediata! Dejémosle entrar con humildad y arrepentimiento por nuestros pecados a nuestro corazón; haz una sincera oración con tus propias palabras, y en su misericordia y fidelidad, JESÚS te oirá. Él ya pagó el precio para hacerte miembro de su Familia. Los brazos de Dios te esperan. Por todo esto puedo exclamar: ¡Hoy mi alma te alaba SEÑOR!

Oración:
Amado Padre Celestial:
Hoy mi alma te alaba SEÑOR y reconozco que a pesar de los cambios y de las estaciones del año, aunque yo mude y cambie mis vestiduras. Tú permaneces fiel. Ayúdame a proclamar tu amor, tu fe, y tu esperanza en medio de un mundo en crisis. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La adoración es una experiencia del alma, y conforme al plan eterno del SEÑOR, la persona entra en comunión con Dios por medio de JESÚS.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo



jueves, 26 de septiembre de 2019

Mi tributo a la Biblia en español

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Jeremías 23:25-32
¿No es mi palabra como fuego--declara el SEÑOR--y como martillo que despedaza la roca? Jeremías 23:29 (La Biblia de las Américas)

“Santa Biblia para mí
eres un tesoro aquí;
Tú contienes con verdad
La divina voluntad;
Tú me dices lo que soy,
De quién vine y a quién voy”.
NHP #32, CBP,1955.

Mi tributo a la Biblia es una celebración porque exactamente en hoy, hace 450 años, Casiodoro de Reina (1520-1594), un hombre de una gran cultura intelectual, religiosa y filosófica, fue a toda prisa por las calles de Basilea para tener entre sus manos el fruto de sus esfuerzos, en medio de la gran persecución de parte del Tribunal de la Santa Inquisición. Me imagino a Casiodoro al ver el sagrado libro: Su pulso se acelera a medida que levanta el Libro hacia el cielo y da gracias a Dios por aquel momento. ¡Esa era la primera Biblia completa en español!, el lenguaje del pueblo, y desde ese momento, prácticamente, el idioma religioso, el latín, dejó de ser un impedimento para que cada español pudiera leer la Palabra de Dios en su propio idioma. Lo demás es historia preciosa que contaremos en otro momento.

¿Quién era Casiodoro de Reina? Había sido fraile de la Orden de San Jerónimo en el Monasterio de San Isidoro del Campo (Santiponce, Sevilla)  España. (Estuve allí hace unos años y todavía siento la emoción de aquel momento) Pero volviendo al relato, Casiodro de Reina, conjuntamente con sus correligionarios abrazó la causa protestante, y se dispersaron por varios países del norte de Europa para evitar la cárcel, la tortura y la muerte. No fue fácil para Casioro de Reina huir, llevando entre su equipaje todos sus documentos, y entre ellos, el propósito para el cual DIOS lo había llamado: Traducir la Biblia al español, directamente del latín y de los idiomas en que fue escrita originalmente, hebreo y griego. Ciertamente, aquel hombre había vencido y con él, todos nosotros que somos frutos del Libro de los libros, gracias a él, tenemos la primera versión de la Biblia en español, ¡Dios lo hizo!, porque su Palabra es “fuego y martillo que despedaza la roca”.

Mi tributo a la Biblia  reconoce que al celebrar 450 años de aquella gesta hacia nuestra libertad en CRISTO, todavía “existe un analfabetismo bíblico en algunas de las iglesias evangélicas que es peor que no saber leer y escribir. Se trata del desconocimiento del Mensaje de la Biblia. En América Latina se distribuyen millones de Biblias cada año pero, ¿conocemos los personajes, las historias y el mensaje que DIOS quiere comunicar?” (La Bibliaweb de la Sociedad Bíblicas Unidas). Al pueblo evangélico, a principios del siglo pasado, se le conocía como el “pueblo del Libro”, al respecto, a un biblista de la talla del doctor Luciano Jaramillo, Director de la Sociedad Bíblica Internacional, le escuché decir: “Hoy en día le es más fácil al pueblo evangélico pasar horas cantando y alabando, pero muy poco tiempo en la Palabra de Dios”… ¿Acaso no es cierto que la Biblia ha dejado de ser predicada y estudiada como el poder espiritual que debe sostener nuestra vida individual y la de nuestras congregaciones? ¿Qué hemos hecho con nuestra Escuela Dominical y su énfasis en el estudio de la Palabra de DIOS para toda la familia? ¿Dónde están nuestros estudios bíblicos que las iglesias sostenían una vez a la semana? ¿Es verdad o no es verdad que los individuos convertidos, es decir, los nuevos creyentes que forman nuestras congregaciones locales vienen buscando lo que DIOS les puede dar, “señales, prodigios y milagros”, en vez de esforzarse en el estudio de la Palabra de DIOS como resultado de creerle a Él: “La generación mala y adúltera demanda señal” (Mateo 16:4). La razón por la que JESÚS los llama adúlteros es porque creen más en la palabra de fe, y veneran los milagros y no a DIOS. ¿Qué está ocurriendo? ¿Ha dejado de tener poder la Biblia o estamos escapando de su poder para imponer nuestras “nuevas doctrinas” que hacen un nuevo evangelio? Aquí debemos recordar al Apóstol: “De modo que si alguien viene y les dice que el mensaje de la buena noticia es diferente del que nosotros les hemos anunciado, yo le pido a DIOS que lo castigue, no importa que sea un ángel del cielo o alguno de nosotros” (Gálatas 1:8; LBLA). A todo creyente que anda de iglesia en iglesia buscando alguna nueva revelación pero no el poderoso evangelio que cambia, le recuerdo algo que un siervo de Dios dijo: “Si es un nuevo evangelio, no es bíblico porque la revelación que es necesaria para nuestra salvación fue cerrada hace 2000 años, por tanto, si es bíblico, no es nuevo”…

Mi tributo a la Biblia reconoce con humildad que es la hora de salir de nuestra confusion. En efecto, hoy en día la confusión religiosa es de una magnitud increíble, tenemos congregaciones evangélicas que han dejado la Palabra de DIOS y se han convertido en sectas, pero ni ellos mismos se han dado cuenta…

¿Por qué tanta confusión?... Saludo con el mayor gozo y entusiasmo del que soy capaz, cada aparición de una nueva versión de la Palabra de DIOS, sin embargo, con tantas versiones de la Palabra de DIOS, con tanta facilidad para adquirir un ejemplar de la Biblia, con tanto escuchar “textos sacados de su contexto como pretexto” haciendo malabarismos hermenéuticos para que el versículo diga lo que no dice, ¿no estaremos reduciendo el Libro de DIOS a una obra puramente literaria o a un libro de autoayuda para superación personal que nos lleva al materialismo temporal en vez de a la poderosa Palabra que es “fuego y martillo” y cuyos efectos son eternos?

Mi tributo a la Biblia es una alabanza a su Autor, el cual la usa para conducirnos a la vida eterna y darnos en el camino, fe, esperanza y amor. Todavía la versión Reina-Valera, sigue siendo la reina de las versiones en castellano, y mantiene a través de los siglos, un estilo claro, sencillo y si se quiere sublime, como debió ser esa primera versión en 1569. La llamada Santa Inquisición, no pudo frenarla y por eso, la tuve en mis manos aquel día 11 de abril de 1963, cuando leyéndola entendí la frescura de su mensaje que cautivó mi alma y le dio vida a mi espíritu. ¡Bendita Palabra viva y actual! ¿Por qué es esto? Porque la Biblia es la Palabra de DIOS pura, divinamente inspirada desde la primera hasta la última letra, revelada, poderosa, que cambia al ser humano, lo influye e impacta. Porque como lo dijo el profeta hace tres mil años: ¿No es mi palabra como fuego--declara el SEÑOR--y como martillo que despedaza la roca?¡Feliz mes de la Biblia!

Oración:
PADRE ETERNO, Autor de la Palabra:
Gracias por dejarnos tu Palabra y por mantenerla viva y eficaz a través de los siglos. ¡Yo creo a ella como te creo a ti! Ella me dice que tú eres el DIOS que dices ser y que puedes hacer lo que dices que puedes hacer; ella afirma que todo lo puedo en CRISTO, y por eso, tu Palabra esta viva y activa en mí. Ayúdame SEÑOR a llevar tu Palabra, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
No tenemos que predicar un nuevo evangelio, sino el Evangelio: CRISTO murió por nuestros pecados, conforme  a las Escrituras.
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?

miércoles, 25 de septiembre de 2019

La Biblia y su poder multiplicador


Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Mateo 13:31-32
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo, y que de todas las semillas es la más pequeña; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de modo que LAS AVES DEL CIELO vienen y ANIDAN EN SUS RAMAS. Mateo 13:31,32 (LBLA).

El gran historiador cristiano y catedrático de Yale, K.S. Latourette (1884-1968), dijo: “Los discípulos, como otros hombres y cristianos de todos lo siglos, continuaban siendo humanos. Sin embargo, en ellos hubo un poder, una vida que les vino por medio de Jesús, el cual obraba en transformación moral y espiritual. Aquel poder y aquella vida resultaron contagiosos. El relato de la operación de aquel poder y aquella vida en los siglos siguientes es la historia del Cristianismo”.

Muy de acuerdo con el amado catedrático y hermano en la fe. En consecuencia con esa verdad del poder multiplicador de la Palabra del Evangelio, estoy en capacidad de comprobar en mi propia experiencia personal -el poder multiplicador de una Biblia que tuve en mis manos- aquel Jueves Santo, 11 de abril de 1963. Sin duda que algunos de ustedes tendrán otros ejemplos que agregar. Permítanme hacer referencia a mi testimonio. En aquella  ocasión toda mi familia se había marchado a la playa y yo quedé solo en la casa. El Espíritu Santo ya había trabajado en mí. Yo andaba según mi pensar buscando a DIOS, y resulta que ¡DIOS me andaba buscando! Sentí unas ganas de leer, sentado en la azotea con el maravilloso “Parque nacional el Ávila”, la montaña que rodea el norte de Caracas, enfrente de mí. Entonces, recordé a mi primo Miguel, unos años atrás, cuando llegó con una Biblia, y bromeando, nos dijo: “¡Miren un loco evangélico de mi equipo de trabajo, me regaló y dedicó esta Biblia!”… Y diciendo esas palabras, puso la Biblia en el estante de una pequeña biblioteca, que teníamos. Bajé las escaleras y busque la Biblia, allí estaba. Tengo la absoluta seguridad que el Espíritu Santo, me llevó también al Evangelio de San Juan. Lo leí de un solo tirón. Después, poco a poco. Así llegué al capitulo 17, en dondé JESÚS, ora por Sus discípulos. Me detuve en el versículo 20 al leer: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. (Juan 17:20,RV60). Sin duda bajo la iluminación que el SEÑOR en Su gracia, poder y fe nos da para creer y depositar toda nuestra confianza en JESUCRISTO para hacerlo, SEÑOR de nuestras vidas: “…que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. (Romanos 10:9,RV60). En esa hora,  me arrepentí de mis pecados y le pedí a JESÚS que fuera el SEÑOR de mi vida. Esa decisión cambió mi vida desde aquel día. ¡No podía creer lo que ese versículo de Juan 17:20, me dijo y que me lo recuerda todos los días: ¡JESÚS oró por mí! En efecto,  al orar JESÚS, por Sus discípulos, también oró por mí! ¡Soy fruto del maravilloso plan de DIOS, y el poder multiplicador de Su Palabra!

Desde aquel momento de mi experiencia con DIOS, mi vida dio un giro increíble que incluyó buscar una iglesia local para congregarme. Por todas partes, anduve testificando del SEÑOR, y nuevas personas se añadieron al Reino, hasta el día de hoy… Debo decir que un año después de convertido, hice otra decisión importante ante el llamado de DIOS a servirle, en la primera línea de combate y servicio en Su Reino como uno de Sus obreros. Pensé que si la lectura de aquella Biblia me había hecho tanto bien ese mismo efecto hará en otros. Desde entonces he estado compartiendo mi fe por medio de Su Palabra sembrada en mi corazón “semejante a un grano de mostaza”. ¡DIOS ha permitido que en 56 años de aquella experiencia al compartir mi testimonio y dedicado a compartir la Palabra, he visto crecer al Reino y puedo también decir que la semilla nació, creció y se multiplicó hasta convertirse en un árbol de la gracia de Dios, de tal manera, “que LAS AVES DEL CIELO vienen y ANIDAN EN SUS RAMAS”. Pero añado con el Apóstol y puedo decir, con toda humildad: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”. (1 Corintios 15:10,RV60).

Indiscutiblemente, han pasado 56 años desde aquella ocasión de mi encuentro con la Palabra de Dios. ¡Todo comenzó con una Biblia ajena que DIOS puso en mi mano! ¡Allí está el poder multiplicador de la Biblia! Misteriosamente para mí, aquella Biblia que fue un regalo para alguien que lamentablemente, no la leyó, ni la creyó. En la economía divina, no era para él, sino para mí. Porque lo creo y lo predico: “para que todo aquel que el cree, no se pierda; más tenga vida eterna”. (Juan 3:16b). DIOS nos ofrece el cielo como un regalo a través de JESÚS, aceptarlo o rechazarlo, es nuestra responsabilidad. ¡Uno no se pierde porque DIOS quiere, sino porque uno quiere! ¡Si crees tu también podrás ver a la Biblia y su poder multiplicador!

Oración:
Amado PADRE ETERNO:
Soy testigo de primera mano de lo que tu Palabra puede hacer en un terreno fértil. Ayúdame a seguir extendiendo tu Reino con todo el poder multiplicador de tu Palabra, en el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La Biblia es el mejor regalo que podamos dar y recibir.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo? 

martes, 24 de septiembre de 2019

La Biblia: La Palabra viviente

Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 1 Tesalonicenses 2:13 (NTV)
Por lo tanto, nunca dejamos de darle gracias a Dios de que cuando recibieron su mensaje de parte nuestra, ustedes no consideraron nuestras palabras como sólo ideas humanas. Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de Dios, la cual, por supuesto, lo es. Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen. 1 Tesalonicenses 2:13 (NTV)

“Es imposible gobernar el mundo debidamente sin Dios y la Biblia” _George Whasington

“Una Biblia para cada ser humano del mundo” debería ser la meta mundial de los que amamos al Libro de los libros. Actualmente, el mundo bíblico está haciendo lo posible para llegar a cada hogar. De esta manera, las Sociedades Bíblicas Unidas nos informa que en el año 2017 se han distribuido más de 354 millones de Escrituras, incluidas Biblias completas, Testamentos, Evangelios y productos bíblicos similares más pequeños. ¡Gracias al SEÑOR lo que amamos la Biblia vamos en aumento, en medio de un mundo lleno de odios y guerras!

Por todo esto, llego a la conclusión que solo existen tres clases de personas en el mundo de hoy. Los que ignoran que está pasando en el mundo; los que creen saber lo que está pasando, y lo que conocen y le creen a la Biblia. “Y esta palabra seguirá actuando en los que creen.”

Aun cuando amamos la Biblia por lo que ella es, y por lo que hace, es fundamental que la amemos por lo que podemos hacer con ella en nuestras manos. Justamente el Salmo 119, que es un himno a la Palabra de DIOS, nos dice: “¡Oh, cuánto amo tus enseñanzas! Pienso en ellas todo el día (…) Mira cómo amo tus mandamientos, SEÑOR. Por tu amor inagotable, devuélveme la vida.” Vs.97, 159.

En efecto, nunca podremos crecer hacia la madurez espiritual, si ignoramos la Biblia, si dedicamos poco tiempo o no dedicamos ninguno, a conocer y creerle a DIOS por medio de Su Palabra. En el mismo grado que creamos a la Palabra de DIOS y la apliquemos en nuestro diario vivir, ÉL derramará  Su poder, Su gracia, amor y perdón, sobre nuestras vidas. Así que la Palabra de DIOS tiene que llegar a ser parte real y efectiva en nuestra vida devocional, doctrinal y discipular. ¿Qué ocurre cuando dejamos que la Palabra de DIOS actúe en nosotros? “Jamás olvidaré tus mandamientos, pues por medio de ellos me diste vida.” V.93 ¡Nos da vida! Notemos otra promesa que nos hace DIOS en la Biblia: “¿No quema mi palabra como el fuego?  —Dice el SEÑOR—. ¿No es como un martillo poderoso  que hace pedazos una roca?” (Jeremías 23:29 NTV) ¡Dejemos que la Palabra de DIOS, haga su trabajo en nuestros corazones!

Pues bien, a la luz del versículo de hoy: “Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de DIOS, la cual, por supuesto, lo es. Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen.” Nos hacemos esta pregunta: ¿Qué debemos hacer con la Biblia para que siga actuando en nosotros? Sin duda encontramos en varios versículos del Salmo 119, la respuesta: Debemos tener la Biblia en alta estima: “Tus enseñanzas son más valiosas para mí que millones en oro y plata.” V.72; a la Biblia debemos estudiarla, y obedecerla: “A medida que aprendo tus justas ordenanzas, te daré las gracias viviendo como debo hacerlo. Obedeceré tus decretos; ¡por favor, no te des por vencido conmigo!”; debemos memorizarla: “He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti.” V.11; debemos meditar las enseñanzas de la Biblia: “Hasta los príncipes se sientan y hablan contra mí, pero yo meditaré en tus decretos. Tus leyes me agradan; me dan sabios consejos.” Vs.23,24; debemos creer y confiar en la Biblia: “Entonces podré responder a los que se burlan de mí, porque confío en tu palabra. No arrebates de mí tu palabra de verdad, pues tus ordenanzas son mi única esperanza.” Vs.42, 43; Debemos guardar y obedecer a la Biblia: “Nos has ordenado que cumplamos cuidadosamente tus mandamientos. ¡Oh, cuánto deseo que mis acciones sean un vivo reflejo de tus decretos!” Vs.4, 5; debemos compartir lo que DIOS nos ha enseñado por su Palabra: “Que mi lengua cante de tu palabra, porque todos tus mandatos son correctos.” V.172.

Así que con la ayuda del Señor la Biblia es para mí: ¡El mejor Libro, elevado al mejor lugar y con el mejor propósito!

Oración:
Amado Señor:
Aquí estoy con tu Palabra abierta que  es como fuego que purifica mi ser, como la miel que endulza mi paladar, como el martillo que quebranta la piedra de mi orgullo y vanidad, forastero soy en esta tierra en tus mandamientos meditaré y con ellos viviré para siempre, que abatida hasta el polvo sea mi alma para que me vivifiques con tu Palabra, esta Palabra tuya me “dice lo que soy, de quien vine y a quien voy”. Ayúdame a proclamar esta Palabra con la oración de que no vuelva vacía. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La Biblia es: ¡El mejor Libro, elevado al mejor lugar y con el mejor propósito!
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo? 

lunes, 23 de septiembre de 2019

La Biblia: Testigo de JESÚS


Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: Juan 5:30-47
Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Juan 5:39 (NVI)

Napoleón Bonaparte el emperador francés, dijo: “Conozco a los hombres y puedo decirles que Jesucristo no es meramente un hombre. Entre él y cualquier otra persona en el mundo no hay término posible de comparación. Alejandro, César, Carlomagno y yo, hemos fundado imperios. ¿Pero sobre qué descansaban las creaciones de nuestros genios? Sobre la fuerza. Jesucristo fundó su imperio sobre el amor; y en esta hora millones de personas morirían por él”. Josh McDowell, Evidencia que exige un veredicto, pág.131 (Editorial Vida, Miami Florida)1982.

La Biblia es el testigo principal de JESÚS porque en sus páginas encierra las profecías predictivas sobre ÉL en el Antiguo Testamento, como el Mesías prometido.  En efecto más de 300 profecías convergen en JESÚS. Lucas el evangelista, en su hermoso relato del domingo de resurrección nos habla que el mismo JESÚS resucitado, reprendió la incredulidad de sus díscipulos:

Entonces Jesús les dijo: —¡Qué necios son! Les cuesta tanto creer todo lo que los profetas escribieron en las Escrituras. ¿Acaso no profetizaron claramente que el Mesías tendría que sufrir todas esas cosas antes de entrar en su gloria? Entonces Jesús los guió por los escritos de Moisés y de todos los profetas, explicándoles lo que las Escrituras decían acerca de él mismo”. (Lucas 24:25-27,NTV).

En realidad yo he comprobado el poder transformador de la Palabra y -su efecto no solamente en mí- sino en millones de personas en el mundo, con razón dijo el Apóstol Pablo: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”. (Romanos 1:16, RV60). Les recuerdo que en el griego original en que se escribió el Nuevo Testamento, la palabra poder es el vocablo dunamis, el cual dio origen después a la palabra dinamita…¡La Palabra de DIOS es dinamita, es un poder benéfico para todo aquel que la escuche y que la cree… y por eso destruye a todo argumento que se le oponga.

Un ejemplo de ello me viene a la mente, hace unos cuantos años efectuamos un servicio de bautismos en nuestra iglesia, entre el grupo que aquella mañana daba testimonio de su fe en JESÚS, por medio del bautismo se encontraba una joven universitaria que había sido musulmana. La joven pasó al micrófono, y dijo: “Siendo muy joven me acerqué a mis amigos musulmanes, y ellos me fueron llevando poco a poco a su doctrina… El líder de la mezquita me dio doctrina con su libro sagrado. Lo estudié a fondo, participé de todos los ritos que le son permitidos a la mujer, sin embargo, con todas esas prácticas religiosas, yo no tenía paz en mi alma. Durante esa intranquilidad que yo tenía, llegó a la universidad una profesora que todos los días traía a la clase  un ejemplar de la Biblia y lo colocaba en su mesa de trabajo. Un día me acerqué, y le pregunté, ¿quién es JESÚS? En seguida ella me dijo, tomando la Biblia en sus manos, ¡todo este libro habla de JESÚS!, te lo regalo. Se lo agradecí, y a escondidas de mis otras correligionarias, guardé la Biblia. Esa noche, literalmente, me bebí el sagrado Libro, especialmente los Evangelios; ya en la madrugada me topé con el versículo de Juan que dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna” (Juan 3:16). Obedecí al Señor, depositando en ÉL toda mi confianza para salvarme y aquí estoy”. La joven finalizó su intervención diciendo: “Tanto tiempo leyendo el libro sagrado de los musulmanes, y solo conseguía temor y angustia, pero al entender este solo versículo de la Biblia, y en consecuencia, arrepentirme de mis pecados, sentí el perdón de DIOS, y con ello, una paz que nunca había encontrado…”. ¡Alabado sea el Señor por el poder de su Palabra!

¡Esto y muchísimo más hace por nosotros el Libro de los libros! Con razón, recién convertido al poderoso Evangelio, la hermana Felipa de Lávinz, encargada de la librería de nuestra pequeña congregación, me hacía repetir este lema: “Lee la Biblia para ser sabio, cree en ella para ser salvo y practícala para ser santo”. Ciertamente, ¡la Biblia está viva y activa en mí! 

Concluyo diciendo: ¡Amo la Biblia como testigo de JESÚS, porque todos sus 66 libros proclaman la historia de la salvación del ser humano, y en esa historia el centro es JESÚS! Ciertamente, por las páginas doradas de las Sagradas Escrituras, como los hemos dicho antes, más de trecientas profecías del Antiguo Testamento convergen en nuestro Salvador y Señor, ese fue el desafío que JESÚS le planteó a los judíos de Sus días y también a nosotros dos mil años después: “Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!” (Juan 5:39, NVI). ¡Alabado sea el Eterno! Sí, la Biblia es testigo de JESÚS.

Oración:
Amado SEÑOR:
¡Cuánto amo yo tu Libro! ¡Tú me hablas a través de tu Palabra! Ella es luz en mi sendero. Es mi consejera fiel. Es mi mapa para encontrarte a ti y tu santa voluntad. Señor, que de mí se lleven todo, pero que me dejen tu Libro como mi única y suficiente compañía. Ayúdame SEÑOR a proclamarla en medio de los tiempos difíciles en los cuales vivimos. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La Biblia hace en un segundo lo que a la sabiduría humana le es imposible: Produce seres humanos nacidos de nuevo para iluminar un mundo en tinieblas.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?