lunes, 9 de septiembre de 2013

Gente de paz


Francisco Aular
Lectura devocional: Lucas 10:1-12
Cuando entren en la casa de alguien, primero digan: “La paz de Dios sea sobre esta casa”. Si los que viven en la casa son gente de paz, la bendición permanecerá; si no lo son, la bendición regresará a ustedes. Lucas 10:5,6 (NTV)

Gente de paz es aquella, la cual Dios ha elegido desde antes de la fundación del mundo para la salvación eterna: Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo” (Efesios 1:4,5), sin embargo, ¡millones de gente de paz nunca han escuchado la Buena Noticia!, porque, aunque, han sido elegidos, la salvación no es automática, necesitan escuchar el mensaje y responder a él, en forma positiva o negativa. Dios estaría violando sus propias leyes si obligara al ser humano a seguirle. ¡Nadie estará en el cielo obligado! En efecto, JESÚS dijo: “Cuando entren en la casa de alguien, primero digan: “La paz de Dios sea sobre esta casa. Si los que viven en la casa son gente de paz, la bendición permanecerá; si no lo son, la bendición regresará a ustedes” (Lucas 10:5,6; NTV). Por eso, es necesario y vital llevar el Mensaje, ¡cueste lo que cueste, a cualquier precio! En el pasaje devocional que estamos considerando, JESÚS puso las condiciones.
Gente de paz, es aquella que es amable, correcta, decente, religiosa y hasta generosa con los demás, sin embargo, eso no es suficiente: “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo” (Efesios 2:1,2; NTV). El primer hombre que JESÚS evangelizó al comenzar su Ministerio fue Nicodemo. Al ver a Nicodemo hacer lo que hizo, rápido lo puedo descubrir: ¡Nicodemo pertenecía al grupo de gente de paz! Dios había puesto en él hambre y sed por conocer verdaderamente a Dios y no tuvo dudas al buscar a JESÚS. ¿Quién era Nicodemo? Era un fariseo, un destacado y estricto respetuoso de los “Diez Mandamientos”, desde niño aprendió a citar de memoria los libros sagrados de su religión fundada por Moisés, en el Monte Sinaí; en toda su vida procuró cumplir, de la mejor forma posible, las leyes y reglamentos y por ello, tenía una conducta intachable, pero, Nicodemo no estaba satisfecho con ser solamente religioso, anhelaba tener paz en su espíritu y alma, porque reconocía que las demandas de perfección de Dios, como a todos nosotros los seres humanos, ¡nos quedan muy grandes!: “Sed, pues vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48). Si nosotros, seres humanos caídos del propósito original de Dios, pudiéramos vivir perfectamente esta vida humana como la vivió JESÚS, ¡Él no hubiera ido a la cruz para salvarnos y volvernos a Dios! Efectivamente, la Biblia confirma en sus 66 libros, el fracaso humano ante las demandas de un Dios tres veces santo: “No hay, justo, ni aun uno” (Romanos 3:10); también dice: “Pues todos hemos pecado; nadie puede alcanzar la meta gloriosa establecida por Dios.” (Romanos 3:23; NTV), pero tenemos la Buena Noticia de salvación:Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 6:23; NTV). ¡JESÚS es el Regalo que Dios tiene para la gente de paz!, para que nazcan de nuevo, y sean hijos de Dios. Por ello, JESÚS mismo le dijo a Nicodemo: “—Te digo la verdad, a menos que nazcas de nuevo, no puedes ver el reino de Dios” (Juan 3:3; NTV).
Gente de paz son millones de personas que tienen hambre de Dios y están por todas partes y en todo el mundo. Dios ve a la humanidad como un campo de trigo, listo para la cosecha. Las posibilidades de una cosecha abundante hacen necesario enviar por grandes cantidades a obreros que vayan y recojan los frutos, ¡antes de que venga la noche! Por ello, JESÚS encomendó a sus discípulos:Y les dio las siguientes instrucciones: La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos” (Lucas 10:2; NTV).
Gente de paz es aquella que en mi vida de 50 años llevando el Mensaje, la he encontrado por todas partes y en todos los segmentos de la sociedad. Hice lo que Dios me pidió que hiciera, fui en obediencia a Él, les prediqué la Palabra, ellos nacieron de nuevo, los enseñé a obedecer a Dios, y los encomendé para ir y llevar el Mensaje, y fueron. ¡Ya no me resulta posible contar lo que ellos han hecho! Una cosa sé: ¡Sólo la gente de paz, produce gente de paz!
Oración:
Padre como un manto negro, la muerte vendrá sobre mí y mi generación. Ayúdame a llevarle tu Mensaje de salvación. Iré a buscar a tu gente de paz en dondequiera estén y a cualquier precio. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La mejor ofrenda que podemos hacer en gratitud a Dios, quien por gracia nos ha salvado, es ir a buscar y traer a la gente de paz, que están listos para la cosecha. ¡Vamos!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

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