“DEJÁNDOLO TODO”

Francisco Aular 

faular@hotmail.com

Lectura devocional: Lucas 5:1-11

Versículo de hoy:

Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. 

Lucas 5:11 (RV60)

Algunos cristianos piensan que, al rendir su voluntad a DIOS en un estado de consagración total, serán probados drásticamente. Temen que DIOS los envíe lejos de sus seres amados. Perder el trabajo y sufrir humillaciones en un mundo que no entiende, el desafío de la divina vocación que nos embarga. 

Por otra parte, temen a las burlas de los demás y que les llamen fanáticos religiosos, entre otras cosas. Tienen temor a perder sus bienes, sus posesiones y aún la vida. Esto revela una total falta de confianza en DIOS.

Hace pocas semanas, uno de los hombres jóvenes miembros de mi congregación vino a mí. El es un hombre de negocios de mucho éxito, con un hogar bien firme y con varias posesiones. Recuerdo perfectamente que al conversar acerca de una vida con mayor consagración al SEÑOR, demostró estar lleno de tales prejuicios. Razonamos juntos con la Biblia abierta. Le mostré que, por encima de todo, DIOS le ama. Le puse un ejemplo. Suponte que hoy, al llegar a tu casa tu pequeño hijo te reciba con un abrazo y un beso y te diga: _ “Papi, te amo mucho y quiero demostrarte mi amor, dejándolo todo para seguirte. He decidido hacer lo que me pidas.” ¿Cómo le responderías a tu hijo amado? ¿Actuarías así? 

—Carlitos, he estado esperando este momento; ahora que aceptado hacer mi voluntad, te castigaré y te privaré de todas las cosas que te gustan. ¡Te haré la criatura más infeliz del mundo…! No me dejó terminar, la ilustración…

—¡Jamás yo haría algo así! Entonces juntos recordamos las palabras del SEÑOR: ‘Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:11)

Por otra parte, seguir al SEÑOR JESÚS es el privilegio más extraordinario que se le ha dado al ser humano. ¡Nada de este mundo puede compararse al hecho en que JESÚS, siendo DIOS mismo murió por mí! Ni con mi propia vida humana, podré pagarle ese sacrificio. Basado en ese hecho, hace más de un siglo un millonario inglés, lleno de fama como jugador de críquet británico, C.T. Stud, (Inglaterra 1860, el Congo, África 1931), dijo cuando “dejándolo todo” salió al campo misionero en África: 

“Si Jesucristo es Dios y murió por mi, entonces ningún sacrificio que yo haga por Él es demasiado grande.” 

Desde luego que tomar la decisión que grandes misioneros han hecho a lo largo de la historia de la humanidad para servir en el Reino, demanda que sea una actitud voluntaria y como aquellos primeros discípulos de JESÚS, se pueda decir de ellos: “dejándolo todo, le siguieron”.

¡Adelante, siempre adelante!

Oración:
¡Señor lo que me pidas te doy!
Ya sea ir contigo en valle peligroso,
O en medio del verano copioso;
Si me llamas Señor contigo voy.
Con ánimo pronto y muy sincero,
Respondo de inmediato a tu llamado,
Conozco bien la voz del Ser amado,
Y atenderte a Ti, es lo primero.
¿Señor que pides Tú de mí?
Cualquier cosa que sea, te digo: Sí,
Y la victoria del martirio ciño.
¡No me quites Señor el sufrimiento,
Si lo exiges por Ti sufro contento,
Y mi fe se hace pura como un niño! 
Francisco Aular de Primicias del alma.
Toronto, 1997.
Perla de hoy:
“Si Jesucristo es Dios y murió por mí entonces ningún sacrificio que yo haga por Él es demasiado grande.” C.T Stud
Interacción:
¿Qué me dice DIOS hoy por medio de su Palabra? 
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?