Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura
devocional: 1 Corintios 1:18-25
Dios es tan sabio que no permitió que
la gente de este mundo lo conociera mediante el conocimiento humano. En lugar
de eso, decidió salvar a los que creyeran en el mensaje que anunciamos, aun
cuando este mensaje parezca una tontería. 1 Corintios 1:21 (LBLA)
Recuerdo a un compañero de estudios de los
días de mi secundaria; se creía un hombre autosuficiente. No había maneras en
que yo le hablara sobre el mensaje de salvación sin que él me ridiculizara
delante de los otros compañeros. Siempre me decía: “¿Cómo es posible que creas
en esas tonterías que te dice un libro escrito hace tantos años?”, además me
decía esto otro, que siempre lo terminaba con risas: “Eres un fanático que
andas metiendo tu religión por los ojos de los demás, pero conmigo, no
puedes…”. Sin embargo, nunca lo borré de mis oraciones. El día que nos graduamos,
esa noche en la fiesta, estábamos sensibles todos, me dijo con mucha ternura
-algo inusual en él-, “¡Francisco, perdóname por haberme reído de tus
creencias!”… lo abracé y recuerdo que le dije: “Vargas, si te olvidas de mí, no
importa, pero si te olvidas de JESÚS a quien he predicado, perderás todo”. Años
después yo estaba haciendo la fila para tomar un taxi a la hora de gran
tráfico, ya casi estaba abordando el vehículo, cuando escuché unos gritos casi
al final de la fila, era Vargas, quién a todo pulmón y sin ninguna vergüenza,
exclamó: “¡Francisco, ahora soy cristiano, JESÚS es mi Señor y Salvador!”… nunca
más Vargas y yo nos hemos visto en este mundo, pero una cosa sé, aunque el
mensaje parezca una locura o una tontería, tanto a él como a mí, nos tocó y nos
cambió. Así que Vargas y yo estaremos juntos en la eternidad, en presencia de
nuestro amado JESÚS tal y como Él lo prometió.
En los días en los cuales el apóstol Pablo
escribió las palabras de nuestro versículo de hoy, utilizó el término griego moria, con los siguientes significados
en nuestro idioma: locura, insensatez, fatuidad, ignorancia. Pablo alude a las
dos tendencias que existían en las personas que oían el mensaje de JESÚS muerto
en la cruz para salvar a los pecadores. Los judíos buscaban señales, así que le
decían a JESÚS, “si eres el Mesías danos una señal”. Todos sabemos que JESÚS en
sus días, hizo señales y prodigios poderosos nunca más superados, sin embargo,
los judíos siguieron esperando y buscando señales. Por otra parte, los griegos
no tenían el mínimo interés en lo milagroso, sino en la filosofía, en el
conocimiento, en la sabiduría humana.
Hoy en día, todavía esas dos tendencias
siguen vivas en nuestro mundo. Me concentraré hoy en la búsqueda de señales. En
efecto, algunos se mueven por lo milagroso y andan en búsqueda de hombres y
mujeres con “unción de lo alto”. Lo de ellos es la fe milagrosa y no la fe
salvadora. Vienen a JESÚS buscando alivio para sus necesidades y deseos humanos
y temporales, “bendiciones materiales”. Imagínense la ofensa al SEÑOR, según
ellos, JESÚS dejó su gloria para venir a darles lo que ellos desean. En
consecuencia, muchos grupos religiosos cristianos están allí para ofrecerles lo
que ellos buscan, el espectáculo en vez de la cruz, las promesas psicológicas de
autosuperación, en vez de la humillación, buscan la autoestima en vez de la
estima de Dios. Por eso, vagan sin encontrar la madurez que solamente se
encuentra en la Palabra de Dios, y no en las palabras –por muy bonitas que sean
de la sabiduría humana-, andan de iglesia en iglesia, de líder en líder.
Pues bien, la iglesia verdadera es una
congregación sana que enseña que el milagro más grande es el nuevo nacimiento,
y que depende del poder de Dios y su Palabra para nutrirse hacia la madurez en
Cristo. No negamos que los milagros ocurran, pero no nos basamos en ellos para
crecer en la fe salvadora y doctrinal, la cual es segura y eterna. La iglesia
verdadera no puede rebajar las demandas de JESÚS, a sus discípulos: “Y decía a
todos: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
cada día, y sígame” (Lucas 9:23 RV60). El Mensaje del apóstol Pablo, fue
Cristocéntrico, respaldado únicamente por las profesías: “Porque ante todo les transmití a ustedes lo que
yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día
según las Escrituras, y que se apareció a Cefas,
y luego a los doce.” (1 Corintios 15:1 NVI). Puede ser que hoy el mensaje no sea popular como tampoco lo
fue ayer. Respondamos también, como Pablo: “Pero para los que Dios ha llamado,
lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de
Dios” (1 Corintios 1:24 NVI). Esta es la pasión evangelizadora y su Mensaje.
¡Manos a la obra!
Oración:
Padre amado: Tu mensaje es claro y contundente para
los que han resuelto escucharlo, meditarlo y obedecerlo. Ayúdame a compartirlo
en tu poder y gracia. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
JESÚS, es el único que cruzó
el abismo entre Dios y nosotros. ¡Síguelo!
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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