Francisco Aular
Lectura devocional: Hebreos 4:1-13
La
Biblia, la Palabra viviente
Pues la
palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos
filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula
del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos. Hebreos 4:12 (NTV)
Desde el
incio de mi nacimiento espiritual en 1963, me ha gustado mucho hacer cada día,
mi devocional personal. Así a principios de diciembre de 2003, cayó en mis
manos el “best seller” de Rick Warren, Una
vida con propósito. ¡Me lo bebí en 40 días! Lo que esta afamado autor dice
de la Biblia, casi me dejó sin aliento. Se los comparto:
La Biblia es mucho más que una guía doctrinal. ¡Genera vida,
crea fe, produce cambios, asusta al diablo, realiza milagros, sana heridas,
edifica el carácter, transforma las circunstancias, imparte alegría, supera la
adversidad, derrota la tentación, infunde esperanza, libera poder, limpia
nuestras mentes, hace que las cosas existan y garantiza nuestro futuro para
siempre! ¡Aleluya! ¡No podemos vivir sin la Palabra de Dios! (página
201, Editorial Vida 2003).
En
efecto, la Biblia es la Palabra viviente. Desde los 17 años, soy un
estudiante de la Biblia. Puedo afirmar, sin ninguna duda, que si todos los
libros se desaparecieran, y no quedara nada más que uno: la Biblia, no
habríamos perdido mucho. Porque la Biblia vale muchos más que todos los libros
que los grandes literatos han producido en toda la historia de la humanidad.
Esta no es solamente mi opinión, Sir Walter Scott (1771-1832), en cierta manera
fue el Cervantes para la lengua inglesa de su tiempo. Este afamado hombre de
las letras, estando en agonía de muerte, susurró: _Acérquenme el libro. _ ¿Cuál
libro, pues, tienes muchos en tu biblioteca? Hay solamente un Libro, la Biblia,
fue la respuesta. Ciertamente, la Biblia es la Palabra viviente.
Porque amo a Dios y quiero
servirle con honestidad y gozo, debo también amar Su Palabra. Precisamente, el
Salmo 119, el capítulo más largo de la Biblia con 176 versículos, es un poema
acróstico a la Biblia como libro de la Ley de Dios, en cada versículo se hace
referencia a Dios como el autor de este Libro. El número ocho aparece en todo
el Salmo, fue a propósito que lo diseño el salmista, porque la palabra “ocho”
en hebreo significa “abundancia, más que suficiente”. En efecto, el escritor
nos está diciendo: “La Palabrea de Dios es más que suficiente”. Entonces, cada
sección tiene ocho versículos; se mencionan ocho nombres especiales para la
Palabra de Dios; se dan ocho símbolos para la Palabra de Dios: Ley del SEÑOR,
testimonios, caminos, preceptos, estatutos, mandamientos, juicios y palabra;
igualmente, el creyente tiene ocho responsabilidades con la Palabra. Podemos
añadir que Dios como el Creador también del ser humano, nos dejó un mapa para
llegar a Él y saber cómo hacer Su voluntad, ¡ese mapa es la Biblia! Sí, la
Biblia es la Palabra viviente.
En conlusión, amo la Biblia por lo que es, como lo dice el versículo de hoy: “Pues
la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de
dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la
médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.”
(Hebreos 4:12 NTV). Pero volviendo al Salmos 119, allí apreciamos que la Biblia
es agua para nuestra limpieza, desde nuestra juventud: “¿Con qué limpiara el
joven su camino?” V.9; la Biblia es riqueza y tesoro: “Me he gozado en el
camino de tus testimonios, más que de toda riqueza.” V.14; la Biblia es una compañera
y consejera en todo tiempo: “Pues tus testimonios son mis delicias y mis
consejeros.” V.24; la Biblia, es una canción que acompaña siempre: “Cánticos
fueron para mí tus estatutos, en la casa en donde fui extranjero.”V.54; la
Biblia tiene una dulzura mayor que la que el mundo, nos da: “¡Cuán dulce son a mi
paladar tus palabras!” V.103; la Biblia nos ilumina el camino: “Lámpara es a mi
pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”V.105; la Biblia es mi herencia que me
han dejado lo que murieron por ella: “Por heredad he tomado tus testimonios
para siempre” V.111; La Biblia es y será mi riqueza para siempre: “Me alegro en tu palabra como alguien
que descubre un gran tesoro” V.162 NTV. Sí, la Biblia es la Palabra viviente.
Oración:
Amado Señor:
Gracias por
tu palabra que me ha dado la vida verdadera y eterna a través del nuevo
nacimiento, incrementa mi fe, sana mis heridas, me alienta porque pone alas a
mi esperanza, transforma las circunstancias, me imparte el gozo continuo en mi
ser, limpia mi corazón, mi alma y mi espíritu, es mi herencia la cual debo
pasar a los que me seguirán, cuando ya no esté. ¡Bendito y alabado seas por
este gran tesoro, por ella vivo sin ella muero! En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La
Palabra de Dios es alimento espiritual que me mantiene en pie, es el Menú del
banquete al cual Dios, por su gracia, nos ha invitado.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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