Francisco
Aular
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Lectura devocional: Proverbios 24:1-12
Con
sabiduría se edificará la casa
Y
con prudencia se afirmará;
Y
con ciencia se llenarán las cámaras
De
todo bien preciado y agradable.
Proverbios
24:3,4 (RV60)
El hogar
es posiblemente el sitio en donde podemos hallar amistad, lealtad, recobrar el
vigor, el ánimo del espíritu y la fuerza para continuar; allí podemos encontrar
consuelo y en donde surgen los recuerdos que nos sostendrán el resto de
nuestras vidas; allí percibimos el amor, el respeto y el perdón; en el hogar
cristiano, se manifiesta la imagen misma de la divina Trinidad en miniatura: el
padre imagen de Dios Padre, la madre imagen del calor del Espíritu Santo y el
hijo imagen del Hijo de Dios; y sobre todo los afectos y valores, nuestra
familia. Por tanto, el hogar es mucho más que las cuatro paredes de una casa.
Es el lugar que merece nuestro compromiso y lealtad, por ello, no es raro que
las lágrimas acompañen, el recuerdo hermoso del vocablo hogar.
Algo de
estas verdades, estuvo en mi mente la primera vez que escuché, el famoso himno:
Hogar, dulce hogar. Allí estaba mi
hermano y pastor misionero estadounidense, mi padre espiritual Carlos B. Clark,
era el domingo 10 de mayo de 1964. Esa inolvidable voz de tenor, se elevó al
cielo. Todos estábamos en pie, y al mismo tiempo que lo oía y cantaba también
mis recuerdos de mi propio hogar, me hacían coro en lo más profundo de mi alma.
No pude más, y las lágrimas traicionaron mi compostura que yo intentaba mostrar
de ser un joven sin ese tipo de sentimientos. ¡Me enamoré del himno! Y esa
semana en las horas del descanso y el almuerzo, conjuntamente con mi compañero
de trabajo y hermano en Cristo, Orestes Martín Ramos -un cubano residenciado en
Venezuela-, sacó su instrumento típico, el tres cubano y empezamos a cantarlo
para aprenderlo de memoria.
El autor
del himno fue el estadounidense John Howard Payne (1791-1852). Payne fue muchas
cosas en su vida: actor, dramaturgo, escritor, viajero incansable, poeta y
estadista. En uno de sus múltiples viajes, en Milán, Italia, Payne, recibió la
inspiración que se hizo poema y canción: Hogar,
dulce hogar. “Hogar de mis recuerdo,/ a ti volver anhelo;/ no hay sitio bajo el
cielo/mas dulce que el hogar.” Así lejos de su hogar, la nostalgia y su
talento se unieron para dejarnos este poema tan hermoso. John Payne, nunca se
casó. Es posible que las mujeres querían hogar mucho más firme que lo que él
ofrecía.
En 1842
el décimo presidente de Estados Unidos John Tyler Jr, nombra a John Payne el
cónsul de Estados Unidos en Túnez. Allí muere el 10 de abril de 1852. En 1883,
sus restos fueron traslados a Estados Unidos, y está enterrado en Washington
DC. Su poema y su canción, fue homenajeada de muchas maneras en toda la nación.
Desde,1970, John Payne, forma parte del Salón de la fama de compositores del
país norteño.
Es muy
posible que usted ahora esté al frente o integre un sitio que Dios le dio para
vivir; por favor, ¡hágalo un hogar, dulce hogar! Como lo pensó el proverbista
cuando escribió:
“Con
sabiduría se edificará la casa
Y
con prudencia se afirmará;
Y
con ciencia se llenarán las cámaras
De
todo bien preciado y agradable.”
Proverbios
24:3,4 (RV60)
Todavía
no sé a quien se le ocurrió incluir esa canción en El Nuevo Himnario Bautista de la CBP. Pero la verdad es que esa canción popular venida a
himno, se cantaba mucho en nuestras iglesias, sobre todo el Día de las Madres, en
aquellos años de mi llegada a mi familia espiritual de la Misión Bautista
Emanuel de Chacaíto, Caracas. Pero lo cierto también, es que me ha acompañado
toda mi vida ministerial y aunque no cause el mismo efecto que en este
campesino tuvo en aquella primera vez que lo escuchó -al recordar el humilde
hogar y familia en donde nació-. Con todo, el poema es y será bendición para
los que amamos al hogar y a la familia, aquí se los dejo:
Hogar,
dulce hogar
1
Hogar
de mis recuerdos, a ti volver anhelo;
no
hay sitio bajo el cielo más dulce que el hogar.
Posara
yo en palacios, corriendo el mundo entero,
a
todos yo prefiero mi hogar, mi dulce hogar.
Coro:
¡Mi
hogar, mi hogar,
mi
dulce hogar!
no
hay sitio bajo el cielo
más
dulce que el hogar.
2
¡Allí
la luz del cielo desciende más serena,
de
mil delicias llena la dicha del hogar!
Allí
las horas corren más breves y gozosas,
allí
todas las cosas recuerdan sin cesar.
3
Más
quiero que placeres, gozar en tierra extraña,
volver
a la cabaña de mi tranquilo hogar.
Allí
mis pajarillos me alegran con sus cantos;
allí
con mil encantos, está la luz de paz.
(ENHP #166,undécima edición 1975, CBP, el
Paso, Texas)
Padre eterno:
Antes de que el mundo fuese, escogiste mi hogar en donde
vine a este mundo. Por tanto no soy un accidente en esta tierra ni en el universo.
¡Gracias SEÑOR por traerme a ti con tus lazos de amor! Pero no solamente a mí,
sino a todo aquel que cree, se arrepiente y pone su fe, confianza, amor y
esperanza en ti. Ayúdame a ser bendición para mi familia y los demás que me
rodean. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Ningún
lugar puede superar a un hogar piadoso en las enseñanzas sobre Dios y Su
Palabra.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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