Francisco Aular
perlasdelalma@gmail.com
Lectura devocional: Juan 16:16-24
De cierto,
de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que
vuestro gozo sea cumplido. Juan 16:23,24 (RV60)
“Pedid y
recibiréis”
es el desafío del SEÑOR JESÚS, la Segunda Persona de la Trinidad. En efecto, en
el conocido y largo discurso de JESÚS a sus apóstoles la noche en que fue
entregado para morir, está lleno de hermosas promesas para nosotros sus
discípulos, entre ellas, contestar nuestras oraciones. Podemos hacernos esta
pregunta: ¿Qué garantía tenemos de que Dios conteste nuestras oraciones de
peticiones personales?
“Pedid y
recibiréis”
es la promesa basada en las Sagradas Escrituras: “Dios no es un hombre, por lo
tanto no miente. Él no es humano, por lo tanto no cambia de parecer.
¿Acaso alguna vez habló sin actuar? ¿Alguna vez prometió sin cumplir?”
(Números 23:19 NTV). Como dijera el gran misionero Stanley Jones, “hay algunas
cosas que Dios no dará hasta que
las queramos suficientemente para pedirlas”…
“Pedid y
recibiréis”, es
la exhortación que el mismo JESÚS hace y que Sus discípulos hemos creído en
todos los siglos a través de la historia de nuestra fe. Sí, tenemos que orar en
el ejemplo de JESÚS y también en el nombre de JESÚS. En efecto, el Señor dijo:
“Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”
(Juan 13:15 RV60). Podemos recordar de JESÚS -cuyo nombre fue escogido aún antes
de la fundación del mundo-, que cuando el ángel Gabriel anunció a María que iba
a concebir a un Hijo por obra y gracia del Espíritu Santo, le dijo: “Y ahora,
concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS”
(Lucas 1:31 RV60). ¡JESÚS vino y nos dio ejemplo de cómo vivir para la gloria
de Dios! El mundo lo reconoce como un Ser Humano extraordinario en su humildad
y servicio a los demás. También nos dio ejemplo en una vida de oración muy
estrecha con su Padre, de tal manera que leemos: “Aconteció que estaba Jesús
orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor,
enséñanos a orar…” (Lucas 11:1 RV60).
“Pedid y
recibiréis”
no es opción, sino una orden reiterada que nos dejó el SEÑOR para nuestro
transitar en un mundo lleno de problemas y peligros para el discípulo nacido de
nuevo. Así es, JESÚS nos pidió que orásemos en su nombre: “Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en
el Hijo” (Juan 14:13; y también dijo: “En aquel día no me preguntaréis nada. De
cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os
lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; “pedid, y recibiréis, para
que vuestro gozo sea cumplido” (Juan 16:23,24 RV60). Fíjese bien que cuando
oramos en el nombre de JESÚS, “lo haré” (Juan 14:13) dice el Señor; luego
cuando oramos en el nombre de JESÚS: “cuanto pidiereis al Padre en mi nombre,
os lo dará” (16:23); después nos reclama: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi
nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido” (16:24). ¡El
gozo de Dios es completar el gozo y las oraciones de sus hijos! Entonces, hay
que tomar en serio las promesas de Dios, y el desafío que hizo el mismo JESÚS:
“Sigue pidiendo y recibirás lo que pides; sigue buscando y encontrarás; sigue
llamando, y la puerta se te abrirá” (Mateo 7:7 NTV). Una de las cosas que más
impacto me causó al llegar a la iglesia fue el escuchar al final de las
oraciones, “te pido todo esto en el nombre de JESÚS…” ¡Yo estaba acostumbrado a
rezar en otros nombres pero estas oraciones eran diferentes!
“Pedid y recibiréis” es nuestra
garantía como hijos de Dios. En verdad, JESÚS es la única respuesta de Dios
frente a todas las necesidades del ser humano, Él, el Hijo de Dios, se ganó ese
derecho: “Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no
consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En
cambio, renunció a sus privilegios divinos, adoptó la humilde posición de un
esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se
humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los
criminales. Por lo tanto, Dios lo elevó al lugar de máximo honor y le dio el
nombre que está por encima de todos los demás nombres para que, ante el nombre
de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la
tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria de
Dios Padre” (Filipenses 2:5-11 NTV).
Verá, ¡terminar sus oraciones en
el nombre de JESÚS, no le da un poder mágico a sus oraciones! La validez de
orar en el nombre de JESÚS, consiste en hacer mis peticiones con humildad,
reconociendo que no tengo ningún mérito en mi propia persona, para acercarme a
Dios. Así que cuando oramos, lo hacemos, tanto en el ejemplo de JESÚS como en
su Nombre. De esta manera, nos dice el Hijo de Dios: “Pedid y recibiréis.”
Oración:
Padre eterno,
dame la capacidad, la voluntad y el amor que necesito para hacer lo que Tú
harías en mi lugar. Te ruego que atiendas a mi petición. En el nombre de JESÚS.
Amén.
Perla
de hoy:
Pedir en el nombre de JESÚS es
orar en el ejemplo que Él nos dio a través de la comunión con su Padre, y el
amor hacia el prójimo.
Interacción:
¿Qué
me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe
alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe
alguna lección por aprender?
¿Existe
alguna bendición para disfrutar?
¿Existe
algún mandamiento por obedecer?
¿Existe
algún pecado por evitar?
¿Existe
algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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