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Lectura devocional: Salmo 126
Irá
andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con
regocijo, trayendo sus gavillas.
Salmo 126:5,6 (RV60)
“Todos los grandes hombres
de Dios han sido hombres débiles que lograron grandes cosas para Dios porque
confiaban que Dios estaba con ellos.” Hudson Taylor
“La salvación es gratuita,
pero el discipulado cuesta todo lo que tenemos.” Billy Graham
“Si Jesucristo es Dios y
murió por mí, no existe ningún sacrificio que yo pueda hacer por Él.” Carlos C.
Studd
“Sin
reservas, sin retiradas, sin lamentaciones.” William Borden
La
historia del Cristianismo desde que JESÚS ascendió al cielo nos revela que eran
hombres y mujeres de pasión evangelizadora a flor de piel. No los detuvo nada
ni nadie como nos los dice el apóstol Pablo:
En todo lo que hacemos,
demostramos que somos verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos
dificultades y privaciones y calamidades de toda índole. Fuimos golpeados,
encarcelados, enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar
exhaustos, aguantamos noches sin dormir y pasamos hambre. Demostramos lo que somos por nuestra pureza, nuestro entendimiento,
nuestra paciencia, nuestra bondad, por el Espíritu Santo que está dentro de
nosotros y por nuestro amor sincero. Con fidelidad predicamos la verdad. El poder de Dios actúa en
nosotros. Usamos las armas de la justicia con la mano derecha para atacar y con
la izquierda para defender. 2 Corintios: 6:4-7,
NTV).
La pasión
evangelizadora que los acompañaba los hizo ponerse en marcha por todos estos
veinte siglos, y hasta hoy aquí estamos. Exclamamos como el mismo Apóstol: “y
¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 16b). Mis amados ¡eso es
pasión evangelizadora!
Algunas veces nosotros,
los cristianos nacidos de nuevo se nos olvida el verdadero propósito para el
cuan nosotros hemos sido salvados y a menos que recobremos la pasión evangelizadora
de nuestros antepasados y muchos que viven y mueren por el Señor y Su Evangelio
en algunos países en este preciso momento, no estaremos cumpliendo nuestra
verdadera visión, misión y pasión.
Justamente, la Marcha
Evangelizadora surgió para recobrar nuestra pasión por JESÚS y ser parte del
plan de Dios para alcanzar a los que no lo conocen. Por ello, el 10 de
septiembre de 1977, tuvimos en culto de clausura de la Primera Marcha
Evangelizadora como evento, y fuimos desafiados al ver más de un centenar de
nuevos convertido con nosotros allí en Caracas, de más de cuatrocientos que
hicieron manifestación de fe en las poblaciones evangelizadas en la zona
central de Venezuela. Lo cierto es que logramos llegar al templo de la Iglesia
Bautista Central de Caracas. He aquí algunos testimonios que oímos:
Daysi
Guillén compartió su experiencia:
¡Miren hermanos, nunca en mi vida como cristiana
-cinco años que tenía-, nacida en un hogar cristiano, nunca en mi vida, yo
había llevado tres almas al Señor en un mismo día! Yo alabo y glorifico al
Señor por eso (...) En otra oportunidad evangelicé a cuatro personas al mismo
tiempo y todas aceptaron al Señor (…) Yo nunca creí que Dios me pudiera
utilizar en tal forma (…) ¡Esta Marcha comienza hoy pero no finaliza (…) Yo sé que
Venezuela será para Cristo!
Alberto
Mata testificó diciendo:
Para nosotros resulta muy difícil decir todas las
cosas que el Señor hizo en nosotros; yo le doy muchas gracias al Señor porque
nos dio veintiséis decisiones, de las cuales veinte, terminaron el discipulado,
tanto en la Victoria como en San Mateo. Esta Marcha comenzó en Barquisimeto, y
yo creo que no va a finalizar nunca (...).
Vicente,
un nuevo convertido muy emocionado entre lágrimas, dijo:
Aquella mañana, yo estaba en un bar frente al edificio
Murachí, en la avenida Miranda de Maracay, tenía tres días tomando licor y
consumiendo drogas; salí a la acera, navaja en mano, gritando: "¡Quién se
me atraviese lo parto en pedazos!". De repente vino un hombre hacía mí,
ahora sé, que era Carlos García Riobueno, pero, ¡hermanos, créanme¡ yo no vi a
Carlos, sino a alguien como al Señor Jesús que me dijo: “Vicente yo te amo y
tengo un plan para tu vida”. Así que me arrodillé en plena calle y me rendí a
él. Los hermanos me han ayudado, regresé a mi hogar y de nuevo tengo mi trabajo
como conductor de autobuses. Así que esta mañana yo vine desde los Guayos
recogiendo a los que venían para acá (…).
Imposible
decir más de esta historia de aquel culto inolvidable de clausura, extraída de
nuestro libro: Pasión por JESÚS en
Marcha. Ciertamente, nunca he podido olvidar aquellos hechos de nuestra
Primera Marcha Evangelizadora. Hemos visto el cumplimiento del Salmo 126, clave
de nuestro movimiento, una y otra vez. Obviamente, no soy el mismo desde
entonces.
Bueno
mis amados han pasado ya cuatro décadas de este culto allá en Caracas, pero
cada Marcha Evangelizadora tiene caracterísiticas semejantes porque todo ser
humano sin Dios, como dice la Biblia, “está muerto en sus delitos y pecados”,
los muertos no pueden hacer nada por ellos mismos, solamente los que tenemos la
Vida Eterna, podemos compartirla con ellos; entonces, se arrepienten de sus
pecados, creen en JESÚS como Señor y Salvador y Dios los salva y ellos se
convierten en discípulos de JESÚS para llevar esa Vida a otros. Pero sin que le
llevemos el Mensaje, no nacerán de nuevo:
Porque
todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán
a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren
enviados? Como está escrito: !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:13-15, RV60).
Ineludiblemente,
necesitamos una fuerza que nos anime, avive y empuje para ir evangelizarlos, discipularlos y enviarlos, en
calidad y cantidad suficientes para impactar a nuestra nación y el mundo. Esa
fuerza impulsora es la pasión evangelizadora. ¡Ponte en Marcha, adelante,
siempre adelante!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Ayúdanos
a cumplir con la misión indeludible de llevar el Evangelio todos los días, a
todos los hombres y mujeres posibles,
a todos los lugares posibles y de todas las maneras posibles a todos los
seres posibles, y con todos los discípulos posibles. En el nombre de JESÚS.
Amén.
Perlas de hoy:
La
pasión evangelizadora es como una cruz clavada en el alma y el espíritu, es la
fuerza que nos anima a seguir evangelizando, discipulando y enviando.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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