Francisco Aular
faular@hotmail.com
Lectura evocional: Génesis 2:18-25
Y de la costilla que el SEÑOR Dios había
tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre. Génesis 2:22 (LBLA)
En algunos calendarios de nuestras iglesias y
convenciones de nuestra obra, marzo es el mes de la mujer. Me uno a este
homenaje porque ellas han sido la musa inspiradora para poemas, canciones, y las
distintas manifestaciones artísticas que el hombre ha realizado a través de la
historia, pero también ha sido objeto de bromas, injusticias y abusos. Al leer
la Biblia nos encontramos que allí la mujer es reina en los palacios, en su
casa, guerrera en el campo de batalla para defender a la patria, modelo para
otras mujeres y ejemplo para sus hijos y alabada por un esposo agradecido. En
fin, bien merecido el lugar que muchas de las mujeres ocupan en el campo de la
extensión del Reino de Dios en este mundo. ¡Ellas se merecen mucho más pero están
allí para continuar esa labor que ningún otro ser humano puede realizar!
Creo que fue San Agustín quien dijo: “Dios creó a la
mujer de la costilla del hombre, no la hizo de la cabeza, para que no estuviera
por encima de él, no la hizo de los pies, para que no fuera pisoteada por él,
la hizo del costado para que él la protegiera y de cerca del corazón para que
la amara. La hizo de un lado para que caminaran juntos complementándose el uno
al otro.” ¡Este es el sentir del Cristianismo sobre la mujer! Porque fue JESÚS
quien la involucró dentro de las actividades de la iglesia desde su fundación.
La religión de la época del Señor consideraba a la mujer muy inferior al
hombre. En lo civil tanto para los romanos como para los griegos, la mujer era
una cosa, era propiedad del esposo sobre la cual el hombre ejercía derechos
totales. Sin embargo, JESÚS rompió definitivamente con ese estatus de la mujer
en aquellos días.
En efecto, aunque todos los apóstoles eran hombres, en la
historia temprana de la iglesia, la mujer juega un papel tan importante que el
apóstol Pablo dice: “Ya no
hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque
todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28 RV60). ¡JESÚS derribó
para siempre las barreras sociales en el ámbito de la iglesia local! Sin
embargo, para evitar el caos social y psicológico es necesario que en el hogar
cristiano el hombre siga siendo la cabeza de la familia, eso sí, como dijo el apóstol
Pedro: “De la misma manera, ustedes maridos, tienen
que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con
entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de
la nueva vida que Dios les ha dado. Trátala como es debido, para que nada
estorbe tus oraciones” (1 Pedro 3:7,NTV). Esto debe estar claro en un hombre
cristiano nacido de nuevo, hombre, no eres un sargento y tu familia soldados
para demandar obediencia absoluta; tampoco debes eludir tus responsabilidades
para con tu esposa e hijos; una mujer es completamente feliz al lado de un
hombre que la ama, valora, respeta y cuida, como lo que es, una joya preciosa
de mucho valor.
Aunque la iglesia
ha tratado mucho mejor a la mujer que el mundo secular a través de la historia,
hoy me regocijo al ver el papel de liderazgo a nivel mundial de las mujeres en
la vida secular. Las encontramos en todas partes adonde vamos, y en los ámbitos
en que se desenvuelven no sólo adornan el lugar, sino que son exitosas. ¿Por
qué está ocurriendo esto? Algo me dice que nuestro Creador, al designar desde
el principio al hombre y la mujer juntos, como representantes y embajadores de
Dios para cuidar de su creación, nos vuelve a decir: “Sean fructíferos y
multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces
del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo” (Génesis
1:28 Nueva traducción viviente).
La mujer es un ser
humano especial creado para ser complemento del hombre, y desde allí, ser uno.
Siempre listos para cambiar, influenciar e impactar, en pos de la paz y la
justicia en esta tierra. Por eso, cuando Dios vio al hombre solo en medio de
aquel jardín hermoso, dijo, le voy a poner el adorno final para que él esté
feliz y completo… “y Dios hizo a la mujer.”
Oración:
Señor Todopoderoso:
Gracias por crear a la mujer y
ponerla a nuestro lado. No iremos muy lejos sin ella. Verdaderamente es la
reina del hogar y uno de lo pilares de nuestra sociedad. En esta hora en que el
mundo puede apreciar el liderazgo de la mujer, ayúdame como hombre a valorarla,
amarla y respetarla. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Amar a la esposa
como Cristo amó a la iglesia es la manera de dar testimonio del amor de Dios en
nosotros.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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