viernes, 8 de noviembre de 2013

“¡Si el Señor quiere!"


Francisco Aular
Lectura devocional: Santiago 4:13-17
Presten atención, ustedes que dicen: “Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y nos quedaremos un año. Haremos negocios allí y ganaremos dinero”. ¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana?(…) Lo que deberían decir es: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”. Santiago 4:13-15 (NTV)
Terminé de predicar sobre este texto en una iglesia rural de mi país y salí muy acalorado al patio del templo para tomar un poco de aire fresco; entonces, una hermana campesina, se me acercó y me dijo: “Estoy muy de acuerdo en que uno debe decir, “¡si el Señor quiere!” Pero mi esposo no es cristiano. Y a veces, se burla de lo que yo le digo…” -Mostrándome muy interesado en lo que me estaba compartiendo-,le pregunté “¿a ver cómo es eso?”, la buena mujer continúo su relato sobre su marido inconverso: “¡Por  ejemplo ayer nada más, él estaba preparando al burro para salir, y decía con arrogancia para que yo lo oyera: “¡Ahora mismo me voy al pueblo con este burro bien cargado, vendo esta carga, y me compro esto y aquello, y regreso todavía con buen dinero en mi bolsillo!…”Allí, lo interrumpí y le dije: ¡Mi amor, diga si el Señor quiere!”… “¿Sabe que me respondió el muy atrevido?”…¡Si el Señor quiere y sino también, porque el burro es mío!”...
Pues bien, contrario a lo que alguien pueda ver en los versículos de hoy. El apóstol Santiago, no es enemigo para que planifiquemos y nos fijemos metas. ¡Hacer planes tiene que ser parte del vivir una buena mayordomía de nuestro ser! Pero ser unos arrogantes y presuntuosos, al pensar que podemos hacer planes sin contar con la ayuda de Dios, es vano. En realidad, los seres humanos somos débiles y frágiles:  “¿Cómo saben qué será de su vida el día de mañana?”. Desde hace 50 años pertenezco a una denominación cristiana de gran empuje misionero mundial; aquí la planificación estratégica de lo que hacemos como iglesia y denominación, conjuntamente con el pago de impuesto al estado, nos acompañan como nuestros compañeros de viaje como buenos ciudadanos  tanto de la tierra como del cielo.
El ser humano es creación de Dios y está dotado para que pueda admirar, respetar y alabar la Soberanía de su Creador, nada más al contemplar lo creado-incluyendo al ser humano-. El salmista David, nos da muy buenas razones para poner a Dios primero en nuestros planes, en su famosísimo Salmo 8:
Señor, soberano nuestro,
¡tu nombre domina en toda la tierra!,
¡tu gloria se extiende más allá del cielo!  Con la alabanza de los pequeños,
de los niñitos de pecho,
has construido una fortaleza
por causa de tus enemigos,
para acabar con rebeldes y adversarios.  Cuando veo el cielo que tú mismo hiciste,
y la luna y las estrellas que pusiste en él, pienso:
¿Qué es el hombre?
¿Qué es el ser humano?
¿Por qué lo recuerdas y te preocupas por él? Pues lo hiciste casi como un dios,
lo rodeaste de honor y dignidad, le diste autoridad sobre tus obras,
lo pusiste por encima de todo: sobre las ovejas y los bueyes, sobre los animales salvajes, sobre las aves que vuelan por el cielo,
sobre los peces que viven en el mar,
¡sobre todo lo que hay en el mar! Señor, soberano nuestro,
¡tu nombre domina en toda la tierra! (Salmo 8:1-8 DHH) ¡Dios hizo planes para nosotros los seres humanos aún antes de la creación del mundo! ¡Él es Soberano puede hacer lo que Él quiera, cuando quiera y con la persona que Él quiera!
Este hermoso poema del rey David debiera ser suficiente para que al hacer planes, metas y en la toma de decisiones, decir: “¡Si el Señor quiere!”.
Oración:
Padre eterno:
Estoy finalizando este año y gracias por tu compañía. Al hacer planes para mi futuro y de los que me rodean, no quiero que bendigas esos planes que hemos hecho juntos, sino a mi persona que tu has enviado para llevarlos a cabo. ¡No quiero apartarme de tu comunión en la oración y de tu guía por la Palabra tuya, y en medio de las circunstancias que me esperan, sin yo saberlo. Dame sabiduría, fuerza y valor para aferrarme a tu dirección y no soltar tu mano hasta la eternidad contigo. Todo esto lo haré, si tú quieres. En el nombre de JESÙS. Amén.
Perla de hoy:
Dios nos ha invitado a ser parte du Su plan. Invitémoslo a los nuestros.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento por obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tus comentarios