Mis amados:
¡Feliz semana
para todos¡
Hoy en Canadá, le
damos la bienvenida al verano oficialmente con la celebración en todo el
territorio nacional del cumpleaños de la reina Victoria. Hoy es día festivo.
Aquí tenemos un sistema de gobierno muy diferente a otros países. Canadá es una
Monarquía Democrática Constitucional. Es decir, el jefe de estado del país es
el o la monarca inglesa, actualmente la Reina Isabel II quien es
representada en el país por el o la Gobernadora General. En las oficinas del
estado, usted puede ver el retrato de Isabel II, sin embargo, el papel de la
Reina es simbólico y tradicional, no tiene injerencia en el gobierno o manejo
del país. El gobierno es dirigido por el Primer Ministro. Aquí vamos a elecciones cada tres o cuatro
años, convocadas por el Primer Ministro y no votamos por él, sino por el
partido. Tenemos dos partidos mayoritarios, el Conservador y el Liberal. Pues
bien, hoy aquí nos saludamos unos a los otros, diciendo: Happy Victoria’s Day!
Con mucho afecto,
Pastor y amigo,
Francisco Aular
Lectura devocional:
Salmo 119: 129-136
Maravilla
que ilumina
Tus leyes son maravillosas. ¡Con razón las obedezco! Salmo 119:129
(NTV)
¿Sabía usted que
una de las maravillas de la Palabra de Dios es que habla? Por favor, escúchela,
ella dice:
Yo soy la Biblia.
Soy la Palabra del Dios vivo. Muestro el camino a los perdidos, ilumino a los
que andan en oscuridad y doy nueva vida a los que andan en el sendero de la
muerte. Hablo en todas las lenguas debajo del sol, y como sol, caliento los
corazones de los seres humanos y entro en todos los rincones del espíritu, alma
y cuerpo. Trato a todos por igual, sin detenerme en el color, grupo étnico,
posición social o condición económica. Yo puedo dar vista a los ciegos, vida a
los que están “muertos en sus delitos y pecados”; rompo las cadenas de los que
están prisioneros del diablo, y les doy libertad. Soy amiga, consejera sabia y
guía fiel.
Hago mi labor
calladamente, como la fuerza de gravitación, poderosa como la corriente
eléctrica y permanente como las leyes que sostienen el universo entero. Soy pan
de vida y llevo en mis páginas el mensaje poderoso de la salvación, de los que
buscan con hambre y sed de justicia la dirección de Dios. Soy aborrecida y
negada por los malos y amada y defendida por los buenos y muchos de ellos han
dado sus vidas en sus esfuerzos para llevarme a otros pueblos. Hablo mis
verdades con claridad, de tal manera, que, aun lo niños pueden entenderme;
en ese mismo tono entro sin temor a los centros del saber humano, y los
verdaderos sabios me buscan y me entienden, al igual que el campesino, también
los pobres y los ricos.
Yo soy la esperanza
que reanima las mentes y los corazones de los seres humanos; profetizo y mis
predicciones se cumplen al pie de la letra. Yo anuncio que vendrá un luminoso
mañana: “¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él
vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Él
secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte, ni tristeza ni llanto
ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más” (Apocalipsis 21:3,4; NTV), entonces, reinará
la igualdad humana, habrá verdadera justicia, desaparecerán las guerras; la
pacificación de las naciones vendrá porque ellas andarán para siempre bajo el
rostro de JESÚS, sí, de Él y sólo Él.
Soy eternamente el
testimonio viviente de JESÚS quien es el centro mismo de la revelación divina.
Por todo ello soy la Biblia, la Palabra del Dios vivo y alzo mi voz y digo:
Dios es quien Él dice ser. Dios puede hacer lo que Él dice que puede hacer. Tú
eres quien dice Dios que eres. ¡Todo lo puedes en Cristo porque yo quiero estar
viva y activa en ti! Soy la maravilla que ilumina y espero digas como el
salmista: “Tus leyes son maravillosas. ¡Con razón las obedezco!” (v.129).
El Salmo 119, la
“Perla de los Salmos” fue escrito para exaltar los valores de la Palabra de
Dios; es un poema acróstico hebreo de 22 estrofas, una para cada letra del
alfabeto hebreo en forma consecutiva, como ya lo hemos señalado antes. Esta
porción es la estrofa número diecisiete, y el salmista nos da las razones de
por qué la Palabra de Dios es una maravilla que ilumina. En efecto, la Palabra
de Dios como los rayos del sol, puede entrar a través de las ventanas del
entendimiento del ser humano, y hasta las personas más sencillas pueden
entenderla: “La enseñanza de tu palabra da luz, de modo que hasta los
simples pueden entender” (v.130); el salmista ama la Palabra de Dios como el
ser humano ama y anhela el oxígeno cuando casi no puede respirar: “Abro la boca
y jadeo anhelando tus mandatos” (v.131).
La Palabra de Dios es maravilla que ilumina porque toda ella nos muestra
que Dios es misericordioso y busca la salvación del pecador: “Ven y muéstrame
tu misericordia, como lo haces con todos los que aman tu nombre” (v.132); la
Biblia es maravilla que ilumina llevando al creyente verdadero a la madurez
espiritual que Dios anhela para sus hijos: “Guía mis pasos conforme a tu
palabra, para que no me domine el mal. Rescátame de la opresión de la
gente malvada, entonces podré obedecer tus mandamientos” (vv.133,134); la
Palabra de Dios es una maravilla que ilumina porque todo su mensaje encierra el
amor y la compasión de Dios, de tal manera que nosotros que predicamos el
evangelio, tenemos que ser tan compasivos como Dios, como JESÚS: “Cuando vio a
las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas,
como ovejas sin pastor” (Mateo 9:36; NTV). Muchas veces, en la obra de Dios, no
son nuestros razonamientos humanos los que hacen la obra, sino nuestra
compasión al predicar las verdades de la Palabra de Dios: “Mírame con amor;
enséñame tus decretos. Torrentes de lágrimas brotan de mis ojos, porque la
gente desobedece tus enseñanzas” (vv.135,136); por todo esto la Biblia es: ¡Maravilla
que ilumina!
Oración:
SEÑOR, gracias por dejarnos tu Palabra que es viva y eficaz; la Biblia es
una maravilla que ilumina, nos guía y sostiene hasta llegar a nuestro
verdadero hogar. Ayúdame a vivir y a proclamar tu Palabra. En el nombre de
JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La Biblia es maravilla que ilumina porque toda ella nos muestra que Dios es
misericordioso y busca la salvación del pecador.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
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