jueves, 9 de mayo de 2013

El perfil de una madre


Francisco Aular

Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba: “Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú la superas a todas” Proverbios 31:28,29 (NVI)

Proverbios 31:10-31 es un poema magistralmente escrito sobre el perfil de una mujer que el Señor ha llamado en el ser y en el hacer: La mujer virtuosa, no es tanto que sea perfecta -cosa imposible para un ser humano en este mundo imperfecto- sino que ella siempre progresa en todo lo que se propone hacer para la gloria de Dios.
Puede uno encontrarse con una mujer ejemplar, existe, y por ello, el pasaje aludido es uno de los más hermosos que tenemos en la literatura universal sobre la mujer, escrito en una época muy lejana, en honor al género más bello y registrado por el Espíritu Santo en la Palabra de Dios.
En efecto, en todos estos versículos escritos como poema se nos da el perfil de la mujer virtuosa, es decir, de la mujer ejemplar, en sus roles principales de esposa y madre, en el poema encontramos que es poseedora de lo que hoy llamaríamos una realización personal.
Ella experimenta felicidad por lo que es y hace; está feliz por su apariencia física y se desplaza en sus distintos roles sin complejos de ninguna especie; se ve que cada día cuando llega la noche, se puede acostar feliz de la jornada realizada aunque su ojo vigilante está pendiente de toda su familia; no vive en su pasado, ni deja que la amargura y la envidia que produce en otros su éxito en la vida le estorbe para aprovechar lo mejor de esta vida presente; ella tiene solo una meta, sabe cuál es el propósito para su vida, siente que vive para ese propósito: ser una mejor persona cada día; sabe para qué está en esta tierra, sabe dónde está y hacia dónde va; ella sabe que su belleza es pasajera, y las posesiones se quedan al salir de este mundo y por ello, se aferra a las promesas de Dios; ella tiene una actitud positiva frente a la vida, y en su hogar, “hasta la tetera canta de felicidad”. Su rol de madre lo ha transformado en un cántico nuevo que entona con un desafío cotidiano, por eso: Sus hijos se levantan y la felicitan; también su esposo la alaba: “Muchas mujeres han realizado proezas, pero tú la superas a todas”.  Alabado sea el Padre por una mujer así.
¿Cómo puedes ser una mujer ejemplar? Deja que JESÚS entre en tu vida, mediante una oración de entrega a Él, como la sugiero a continuación.
Oración:
Padre eterno:
Ahora entiendo que Tú me amas y que desde antes de la creación del mundo, Tú quisiste que yo fuera parte de tu familia. Señor, con humildad te pido que perdones mis pecados, me arrepiento, y te ruego que vengas a mi vida. Gracias JESÚS por salvarme, y de ahora en adelante, Tú eres mi Señor y Salvador. Amén. (Si hizo esta oración con sinceridad, escríbame para enviarle un material de crecimiento espiritual).
Perla de hoy:
Mejor que un rubí es una madre ejemplar, como esa joya preciosa, amémosla y cuidémosla.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?

 

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