Francisco
Aular
faular@hotmail.com
…porque
tenía puesta la mirada en el galardón. Hebreos 11:26
Tal vez ustedes se acuerden del maratonista brasileño
Vanderlei de Lima, quien participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en
donde su espíritu olímpico, su voluntad indoblegable y su mirada que tenía centradas en ganar una
medalla para su país Brasil, pudieron más que el obstáculo que se le interpuso
en su camino.
En efecto, cuando ya era prácticamente el ganador de
la medalla de oro, porque lideraba el maratón, en el kilómetro 36 fue
enfrentado y empujado por un loco religioso -se trataba del ex sacerdote
irlandés Cornelius Horan-, Vanderlei cayó al piso… se puso de pie, y en ello perdió
valiosos segundos, intentando zafarse de aquel hombre. Ayudado por el público,
logró ponerse de nuevo en la carrera, retornando a la pista atlética, y
logrando el tercer lugar del maratón, con los brazos en alto y una gran
sonrisa. El público se puso en pie en el estadio Parathinaikós para aplaudir la hazaña de aquel hombre. Obtuvo la medalla de
bronce. Las declaraciones de este deportista y su actitud son un ejemplo de
humildad y deportividad para el resto de nosotros: No le guardo rencor al
agresor. Me entrené durante cuatro años para conseguir el sueño de ganar una
medalla y, gracias a Dios, lo he conseguido. Me siento realizado como atleta.
Otra frase de este hombre nos inspira y desafía: Mi alegría es mayor que mi tristeza. El Comité Olímpico, lo honró
con la medalla Pierre
de Coubertin por su esfuerzo en
sobreponerse a las circunstancias, por su valor y espíritu olímpico.
Muy a menudo, en la Biblia los símiles que
comparan la vida cristiana con las competencias deportivas son utilizados por
los diversos escritores de la Palabra de Dios inspirados por el Espíritu Santo.
El autor de Hebreos hace alusión al boxeo, a la lucha, la carrera y al premio
que se le otorgará a los triunfadores. Debemos aclarar que la salvación no es
un premio, es un regalo: Dios nos
regala la vida eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6:23b,
LBLA, usted
dirá: “Teniendo la salvación lo tengo todo”, asimismo pensaba yo por muchos
años en mi vida como cristiano nacido de nuevo, sin embargo, la Biblia nos dice
que esta vida temporal que tenemos después de conocer a JESÚS es tan solo un
ensayo de la verdadera vida que nos espera en el cielo. Por nada del mundo
debemos desviarnos del verdadero propósito que Dios tuvo al salvarnos, el cual
es que le sirvamos con todo lo que somos y tenemos en la propagación de su Reino,
y después, al final de esta vida habrá un momento para la gran premiación. Como
en los juegos olímpicos subiremos a la tarima, entre los vítores de la Iglesia
del Señor y las loas de los seres angelicales. Los creyentes serán juzgados por
la obra que hicieron en este mundo, y serán premiados. Allí se nos impondrán
coronas: La Biblia nos habla de cinco clases de coronas que el SEÑOR JESÚS les
dará a sus fieles, a los que han evangelizado a otros; a los que murieron por
Él; la corona de los fieles y sus servidores de toda una vida terrenal; una
corona a los que “han apacentado la grey de
Dios”; y una corona a los que aman y esperan su venida.
Participar en los Juegos Olímpicos, como la Vida
Cristiana es mucho más que ganar medallas, premios o galardones, sin embargo,
nosotros debemos esforzarnos en la gracia de Dios y “poner la mirada en el
galardón”. No tengamos dudas, Aquel que corrió el
Maratón por nosotros, desde el cielo a la tierra, JESÚS, sabe de los obstáculos
que se nos han presentado en nuestra carrera, conoce nuestras caídas y
levantadas por los empujones de nuestros enemigos. ¡Nos nos quedemos postrados,
levantémonos y pongamos nuestras miradas en JESÚS! ¡Sigamos corriendo nuestra
carrera cristiana hasta la meta! Vivimos en un mundo injusto que no tiene
arreglo. ¡Nadie se detiene a arreglar los muebles de la sala cuando la casa
está en fuego! ¡JESÚS es la única respuesta al problema humano! Por encima de
todo, debemos mantener nuestra mirada en Él y su galardón que nos espera; no
pierdas la concentración: ¡Vuelve a la pista que nos falta muy poco para cruzar
la meta! ¡Levántate y triunfa!
Oración:
Mi Dios y Rey:
¡Grande eres y digno de ser alabado! ¡Tanta
es tu grandeza que nos es imposible comprenderla en toda su magnitud! Gracias
por regalarnos una salvación tan grande, segura y eterna. Hazme consciente de
que no debo tener tu salvación en poco, y además de todo esto, la esperanza de
la resurrección y tu galardón cuando cruce la meta. Si acaso, yo llegara a ganar
alguno, lo pongo a tus pies por ayudarme a esforzarme en tu gracia; te serviré
como tu esclavo por toda la eternidad. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy
Eres un éxito en el reino de Dios si logras mantener tu
mirada en Él a pesar de los obstáculos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
Muy
amados:
Dos
asuntos que quiero hacer del conocimiento de ustedes en búsqueda de sus
oraciones al Padre por nosotros. Pedimos fuerza, valor y claridad al presentar
el Mensaje de salvación. Unos cuatrocientos mil hispanos esperan oír la voz de
Dios a través de nuestras voces. Solamente tenemos tres congregaciones
hispanas, aquí en nuestra ciudad, en uno de los países más indiferentes en
cuanto a Dios y su Palabra. Bueno, sin más, he aquí los dos motivos de esta
nota:
Primero,
estamos llegando al mes de la evangelización personal: agosto, a través de las
Marchas Evangelizadoras que se realizan durante este mes. Desde 1977,
mayoritariamente, jóvenes estudiantes, maestros y profesores dedican este mes a
la obra evangelizadora. Este año no podré participar en ningún evento en
Venezuela debido a mis problemas de salud, sin embargo, todo está listo para
nuestra Primera Marcha Evangelizadora, aquí, en Toronto, los días 19 al 31
de agosto. ¡Gracias al Señor antes de ayer, la Embajada de Canadá en
Caracas dio la visa al grupo que vendrá para ayudarnos! ¡Imposible decir con
palabras el gozo que tengo al ver este sueño, este evento, hecho una realidad,
tras más de veinte años trabajando aquí. Gracias a ese grupo de marchistas
venezolanos, los cuales han hecho muchos sacrificios personales, entre ellos el
financiero, para estar con nosotros. Oren por ello.
Segundo,
todo este motivo, me lleva como escritor de Perlas del alma a tomarme un
receso, el cual será desde el 1 de agosto al 10 de septiembre. Oren por
nosotros, estaremos abocados por completo a la Premarcha, Marcha y Postmarcha.
En realidad, enfrento por primera vez la falta de algunos amados aquí para que
me ayuden en la Premarcha, sin duda, Dios está levantando algunos, pero todos
serán nuevos en algo así. Por favor, oren, oren y oren. Por ello, ¡la Marcha no
es para contarla, sino para vivirla! ¡Gloria a Dios que nos permitirá vivirla
otra vez como hace 35 años!
Con
mucho aprecio,
Pastor
y amigo,
Francisco Aular
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