Francisco Aular
…Como Cristo amó a
la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella. Efesios 5:25b (RV60)
Grecia era en los tiempos en lo cuales se
escribió el Nuevo Testamento, la cuna de la democracia o “gobierno del pueblo y
para el pueblo”, no había un gobierno central, pues estaba organizada por
ciudades estados, y cada ciudad principal tenía su propio gobierno. La tarea de
gobernar recaía en ciudadanos competente para la buena y recta administración,
debían residir en la ciudad y eran llamados a formar la “ekklesía” o asamblea
legislativa, el significado de la palabra “ekkesía”, era los “llamados afuera”,
o escogidos con el propósito de servir a su comunidad. El vocablo griego
“ekkesía” fue utilizado primeramente por JESÚS, para referirse a las agencias
del reino de Dios en esta tierra, o sea, a las distintas asambleas que se
congregan en el nombre de JESÚS, quien es la cabeza de la “ekklesía” o de su “Iglesia”
que el término castellanizado. Es igualmente importante saber que de las ciento
diez veces que se menciona la iglesia cristiana en el Nuevo Testamento, noventa
y dos veces se refiere a lo que hoy denominamos la iglesia local, cuando se
dice por ejemplo “la iglesia de Jerusalén”, “las iglesias de Galacia”, “la
iglesia que está en tu casa”. Por supuesto que también se utiliza el término
iglesia para designar en sentido figurado, el Cuerpo total de los miembros de
la Iglesia de JESÚS, escogidos tanto en la tierra como en los cielos que son y
serán parte de la familia de Dios en la Nueva Jerusalén, la ciudad que está por
venir, al final de la historia de la humanidad.
Por el Nuevo Testamento está claro que
JESÚS tuvo interés en fundar su Iglesia (Mateo 16:18), que la amó y se entregó
a la muerte por ella (Efesios 5:25) ¡El alto precio que el SEÑOR dio por su
Iglesia nos da una idea del valor que esta tiene a sus ojos! En efecto, JESÚS
murió para “congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Juan
11:52). Este cuerpo redimido por la sangre de JESÚS, ha sido elegido para ser
aquí, en la tierra, en cada grupo local establecido en una comunidad, “columna
y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15), y, desde allí proyectar su
influencia bienhechora y la fe salvadora hacia el mundo entero: “Por tanto,
vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a
obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con
ustedes siempre, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19,20. NVI). “Vayan” es el
imperativo que nos mueve a la evangelización por dondequiera que Dios nos lleva
en esta tierra; “hagan discípulos de todas las naciones” es el imperativo que
enfatiza el discipulado a todo nuevo creyente, por eso, el creyente nace pero
el discípulo se hace. E igualmente, esto también es una gran verdad, a las
iglesias locales Dios le ha dado autoridad para enfrentar con éxito los ataques
de las otras “autoridades espirituales” sean físicas o supranormales,
“…edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no
prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18b NVI). “El fin de todo
esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora,
por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones
celestiales” (Efesios 3:10 NVI).
De manera que la iglesia local a la
cual usted asiste es su hogar espiritual, allí es como el gimnasio en donde
usted se entrena para aprender a amar, a perdonar y crecer hacia la madurez en
la vida cristiana. Y sobre todo, aprender a amar lo que JESÚS ama: A su iglesia
con un amor supremo.
Oración:
Padre eterno:
Gracias Señor por haberme
traído desde hace 47 años a tu iglesia para entrenarme en tus caminos y
aprender a servirle a mi prójimo con todo gozo y entusiasmo. Ayúdame a servir
como tú lo harías. En el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
La iglesia se compone de gente como yo, nosotros
debemos hacer de ella lo que Dios quiere que sea.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para disfrutar?
¿Existe un mandamiento a obedecer?
¿Existe un pecado a evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para llevarlo conmigo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Déjanos tus comentarios