GANAR O PERDER

Francisco Aular
faular@hotmail.com
VIERNES, 17 de febrero de 2023
Pasaje devocional: Romanos 8:35-39
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 

 

¿Ganar o perder? He allí el dilema de mucha gente que nos está acompañando en este viaje de nuestras vidas humanas. Por el contrario, la meta del cristiano nacido de nuevo, está mucho más allá de ganar o perder. Por ello, Pablo utilizó una palabra que adorna el optimismo de mi andar en CRISTO, la palabra en griego es “Upernikao”. Nikao es vencer pero con el prefijo “uper”, nos eleva a otro nivel. La palabra, “Upernikao” en español se traduce con cuatro palabras “somos más que vencedores”. 

 

Contrario a lo que el mundo cree, CRISTO venció en la cruz. Por su resurrección DIOS lo hizo más que vencedor. Ahora bien, el Espíritu Santo, nos une a CRISTO, la victoria del crucificado es nuestra también. ¡Nuestra meta es vivir esta vida con nuestra mirada de fe y esperanza en el fabuloso mañana que nos espera!

 

Hace, algún tiempo, me senté con mis nietos en nuestra casa a ver la película Las Crónicas de Narnia, basada en las novelas de C.S. Lewis. Por cierto una película que ellos habían visto muchas veces; mis nietos estaban felices de que yo estuviera con ellos. Mi nieta Rebecca, la comentarista, en medio del fragor de aquellas batallas en las que estaban envueltos nuestros héroes, y cuando parecía que los enemigos los vencerían, la niña me comentaba con voz consoladora: “No te preocupes abuelito, al final la victoria es de Aslan…|Según Lewis, el león Aslan representa al Señor Jesucristo.

 

Josafat era el rey de Judá, y se puede decir en su favor que en términos generales fue un buen rey; pasó a la historia porque además de haber ganado muchas batallas a sus enemigos, en una de ellas, en vez de depositar su confianza en su numeroso ejército, buscó la dirección de DIOS, hizo una oración memorable, y sin disparar una flecha ganaron una importante guerra a los ejércitos enemigos, y eso le ganó el respeto de sus vecinos en su generación. 

 

En efecto, DIOS le prometió: “No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios.” ¡Cuánto apoyo y consuelo he recibido por medio de este versículo a lo largo de mi carrera cristiana!

 

Ciertamente, “Porque no es vuestra la guerra, sino de Dios” nos define la victoria al final de la historia, pero ahora en la vida cristiana, DIOS tiene un propósito detrás de cada batalla que enfrentamos. El SEÑOR se vale de muchos de nuestros problemas para forjar nuestro carácter y llevarnos a la madurez. 

 

JESÚS mismo nos advirtió que tendríamos problemas en el mundo:“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). El apóstol Pablo nos dice que la batalla es desigual: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). 

 

Ningún cristiano, por consagrado que sea, logrará vivir su vida sin enfrentar problemas ni aflicción, ganará algunas batallas, perderá otras, pero en la guerra final, saldrá victorioso. Sin embargo, ¡todos esos poderes ya fueron vencidos en la cruz de CRISTO! Y por eso, “nosotros somos más que vencedores” (Romanos 8:37).

 

El Apóstol Pablo, nos garantiza que el amor de DIOS nunca nos dejará y enumera al menos diez cosas sobre las que “somos más que vencedores”. Así lo decimos en griego: ¡Upernikao!

 

¡Adelante, siempre adelante!

 

Oración:

PADRE CELESTIAL:

¡Te alabo SEÑOR por la victoria que ya disfrutamos en ti! ¡Alabado seas por tu gracia y perdón! ¡Ayúdanos para llevar tu Mensaje de victoria a los que no la tienen porque no te conocen! En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy:

No somos victoriosos por lo que nosotros somos o hacemos; sino por confiar totalmente en lo que CRISTO hizo.