Francisco
Aular
faular@hotmail.com
LUNES, 12
de marzo de 2018
Lectura
devocional: 1 Timoteo 4:6-16
La primavera de la vida
No permitas que nadie te subestime por
ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma
en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza. 1 Timoteo 4:12 (Nueva traducción viviente)
La juventud es la primavera de la vida.
Antonio Machado escribió:
Sin placer y sin fortuna,
Pasó como una quimera
Mi juventud, la primera (…)
La de adentro es la de afuera.
También, el nicaragüense Rubén Darío le cantó
a la juventud:
Juventud divino tesoro,
Ya te vas para no volver,
Cuando quiero llorar no lloro,
Y a veces, lloro sin querer…
Pongo mi
admiración, junto a estos reconocidos poetas, por la edad juvenil, porque
recuerdo mi juventud y aquel sentimiento que me envolvía de emprender grandes
cosas para mi amado JESÚS, a quien conocí al borde de mis dieciocho años. Me
invertí en Él con todas las fuerzas y con mis sueños revestidos con el traje de
la esperanza que me dio el sagrado Libro, la Biblia. Las sacudidas de las
circunstancias como tormentas vinieron sobre mí, pero las manos del Eterno me
sostuvieron y no me dejaron desfallecer. Aproveché la primavera y el verdor de
mis primero años y esto dio como resultado el brote de lo que había en mí; tuve
flores que esparcieron su polen para bendecir a otros. Hoy, en el otoño de mi
vida, puedo disfrutar de lo que guardé en mi granero en los años de mi
juventud; porque la juventud es la primavera de la vida.
Mi amado
joven estás en esa primavera. Frente a ti están todos los desafíos para vivir o
para morir. Sé que en tu ser palpita una energía sin límites, y tu mente, tu
corazón y tus pies reclaman impacientes ponerse marcha. ¡Que Dios bendiga esa
jornada que estás iniciando! Pero antes de que la emprendas, valdría la pena
que te detengas un instante, sólo para considerar la ruta que has de seguir, y,
luego, podrás partir con la bendición de los que ya nos encontramos al final de
ella. Recuerda que tu juventud es la primavera de la vida.
Lo primero
que tienes que considerar es que la vida es mucho más que el instante presente.
No actúes como aquellos jóvenes cuya vida se centra en satisfacer sus propias
necesidades, deseos y apetitos; la preocupación de ellos es comer, descansar,
vestirse, y pasarla bien. Toma papel y lápiz y planifica tu vida para los
próximos cinco años. Algo tan importante como es el tesoro de tu juventud, no
puedes darte el gusto de desperdiciarlo porque sólo una vez en la vida se es
joven. Esto me trae a la mente lo que dijo Benjamín Disraeli: “Cuando somos
jóvenes creemos que, no sólo nosotros, sino todo lo que nos rodea es inmortal
(…) Casi todas las cosas grandes han sido hechas por la juventud”. Tú puedes
hacer la diferencia “para que nadie te subestime por ser joven”.
La segunda
consideración que tienes que hacer como joven es llegar a ser alguien en la
vida, y tener el coraje de llegar hasta el final. Acepta sin dudar, la
responsabilidad de edificar tu futuro y reconoce tus fracasos y corrígete a ti
mismo. Nunca te quejes por la pobreza en que naciste. Somos muchos lo que no nacimos
en cuna de oro y hemos vencido. No es codiciando a los que tienen que se
triunfa. Aprende a convertir toda senda difícil en un camino para triunfar. Desde
que llegué al Señor, una de las primeras cosas que hice fue eliminar las
palabras “renuncia”, “estoy desanimado”, “no aguanto más”, “la culpa de mi
fracaso, la tiene…”, y otras que como esas reflejan una actitud derrotista. Si
desde joven te acostumbras a terminar lo que has emprendido, sin mirar atrás y
sigues el consejo de Pablo: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como
para el Señor y no para los hombres” (Colosenses 3:23), serás un cristiano
triunfador.
¿Cuál es
la bendición de haber sembrado en la primavera lo mejor para Dios? Debes
recordar que las grandes conquistas las han hecho personas que desearon algo y
lucharon hasta alcanzar su propósito. Todas las personas que han recibido un
premio Nobel fueron individuos que durante muchos años lucharon para dar lo
mejor a la humanidad y una buena contribución al mundo. ¡No se logra lo máximo de
la noche a la mañana! Esto se debe, creo yo, a las siguientes actitudes que los
acompañan: (1) Sufren reveses, pero siguen adelante, se caen pero aprovechan para
recoger algo del piso, y vuelven a levantarse; (2) pasan por momentos de
desaliento debido a circunstancias internas o externas, pero se reaniman y
siguen en la carrera hasta terminar lo que han emprendido. Piensa menos en tus
problemas y más en tu trabajo y vivirás triunfante sobre tus circunstancias.
Joven,
levántate, mira este nuevo día lleno de luz para ti, levanta tu rostro con la
belleza de tu juventud, respira el aire de un nuevo amanecer. Porque tú eres
por sobre todas las cosas parte de la fuerza divina con que Dios sostiene el
universo; decídete y triunfarás… Sí, en la primavera de tu vida, siembra en
grande y luego en el otoño y el duro invierno, tendrás tiempo para descansar:
¡Feliz primavera!
Oración:
Amado Padre Celestial:
Gracias por haberme permitido servirte desde mi
juventud; ayúdame a iluminar a muchos jóvenes con la luz de las enseñanzas de
tu Palabra, la Biblia. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
La
juventud es la edad adecuada para rendirse a Dios e invertirse en Él, porque
JESÚS te espera al final del camino con una sonrisa de satisfacción.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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