Francisco Aular
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Lectura devocional: Marcos 1:9-19
Diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se
ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
_Marcos 1:15
Todo el mensaje de
la Biblia, se puede resumir de esta manera: “A través de Cristo, Dios en su
gracia está edificando un reino de personas redimidas, para gozo de ellas y
para gloria de Él.” (Kendel H. Easley) De modo que evangelizar es anunciar y
extender el reino de Dios hasta que el Señor JESÚS, retorne en Su gloria como
Él mismo lo anunció. De manera que, ningún esfuerzo en la evangelización se
pierde. Este reino, se anuncia y con ello se planta la semilla, luego se
cultiva y se cosecha. ¿Qué puedo hacer en mi breve paso por esta vida que tenga
repercusión para aquí -en el ahora y para la eternidad futura-? El mejor regalo
que podamos darle a Dios, es llegar a apropiarnos de la salvación eterna por fe
y por el arrrepentimiento de nuestros pecados a nuestro Señor y Salvador JESÚS.
Él es la vida eterna: “Jesús le contestó:—Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede
ir al Padre si no es por medio de mí.” (Juan 14:6, NVI). En virtud de ello, su
gran discípulo Juan que se especializó en las palabras del SEÑOR, escribió: “Y este es el testimonio
que Dios ha dado: él nos dio vida eterna, y esa vida está en su Hijo. El que
tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.”
(1 Juan 5:11,12, NTV). ¡Más claro imposible!
Ahora bien, el
reino de Dios fue planeado desde antes de que el mundo fuese: “y
de hacer entender a todos la realización del plan de Dios, el misterio que
desde los tiempos eternos se mantuvo oculto en Dios, creador de todas las
cosas. El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda
su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y
autoridades en las regiones celestiales, conforme
a su eterno propósito realizado en Cristo Jesús nuestro Señor”. (Efesios 3:9-11
NVI). El tiempo de Dios dice el término griego que
no se mide por nuestro reloj ni nuestro calendario, el reino de Dios se encarnó en JESÚS. A este reino
pertenecen todos los hijos de Dios, los nacidos de nuevo. Porque a este Reino
se nace por el arrepentimiento y la fe del futuro ciudadano del reino que pone
en JESÚS, toda su esperanza y confianza para la salvación eterna. JESÚS vino a
devolver el reino a Dios, que es Su Dueño, y que estaba bajo el dominio de
Satanás desde la caída en desobediencia de Adán y Eva.
Cuando Juan
el Bautista le manda a preguntar con sus discípulos: “¿Eres tú aquel que había
de venir, o esperamos otro? JESÚS, les mostró el poder de Su reino: “Los ciegos ven, los cojos andan, los que
tienen lepra son sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres
se les anuncian las buenas nuevas”. (Mateo 11:4-5 NVI). Pero la máxima
demostración de Su poder se encuentra en Su muerte y en Su resurrección.
El reino de
Dios fue parte del mensaje que predicaron Sus primeros discípulos: “Señalaron un día para reunirse con Pablo,
y acudieron en mayor número a la casa donde estaba alojado. Desde la mañana
hasta la tarde estuvo explicándoles y testificándoles acerca del reino de Dios
y tratando de convencerlos respecto a Jesús, partiendo de la ley de Moisés y de
los profetas”. (Hechos 28:23 NVI).
De esta
manera el reino de Dios es tanto una realidad pasada como presente y futura. Al
final de la historia como la conocemos hoy, Dios tendrá a Su lado
dos clases de seres: los ángeles y los seres humanos que compondrán Su familia por
toda la eternidad. Los
seres humanos, que obtuvieron por fe en la Palabra y la obra del Espíritu
Santo, y el arrepentimiento de sus pecados, el nuevo nacimiento, y por ello la
entrada al reino, morarán eternamente con JESÚS en Su reino que es la manifestación final de Su
soberanía y de Su justicia. Es indispensable nacer de nuevo por la fe en el
SEÑOR del reino, JESÚS: “El que en Él
cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3.18) Como lo
sabemos, este “creer” no es algo meramente intelectual, en realidad la palabra
quiere decir “depositar únicamente en JESÚS nuestra confianza para la salvación
eterna”, volvamos otra vez a la afirmación de JESÚS: “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6)
Como lo han
hecho los hombres y mujeres nacidos de nuevo a través de los siglos, debemos
llevar el mensaje de la salvación, el mensaje del reino, porque evangelizar es el mejor regalo
que le hacemos al reino de Dios.
Oración:
Amado Padre Celestial:
A ti sea la gloria en la iglesia y en tu reino en JESÚS por todas las edades.
Te agradezco tu revelación a los seres humanos a través de la Biblia, tu Palabra
santa y por haber enviado a tu único Hijo JESÚS para levantar un pueblo que
morará contigo para siempre. Ayúdame a ser parte del alcance de los seres
humanos con amor y la eficacia conforme a tu plan, en el nombre de JESÚS, amén.
Perla de hoy:
Las
iglesias locales son agencias del reino de Dios en cada lugar en que se plante
una. Más sin embargo, iglesia no es un lugar, sino la gente que la compone. Eso
va desde una casa de familia hasta el templo más hermoso de la comunidad.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy
por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa
a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección
por aprender?
¿Existe alguna bendición
para disfrutar?
¿Existe algún
mandamiento a obedecer?
¿Existe algún pecado a
evitar?
¿Existe algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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