Francisco Aular
Lectura devocional: Romanos 8:18-26
Porque también la creación misma será
libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos
de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con
dolores de parto hasta ahora. Romanos 8:21,22 (RV60)
Rayma era la caricaturista del periódico más
antiguo de Venezuela, “El Universal”, perspicaz como es, en uno de sus dibujos
plasmó la realidad de nuestro planeta tierra; por los cuatro costados del globo
terráqueo ella escribió: “Caos”. Hace dos mil años, el apóstol Pablo presentó
algo similar, desde otra perspectiva. Él habló del sufrimiento causado por la
corrupción del ser humano, iniciado cuando en el Paraíso, nuestros primeros
padres, Adán y Eva, le dieron la espalda a Dios, escogieron ser “soberanos de
su propio destino”, y a partir de allí, rápidamente, al surgir las nuevas
generaciones, los seres humanos como caballos indomables se lanzaron en un
relincho sin fin hasta el presente. ¿Hace falta que yo describa aquí lo que
usted mismo puede ver y tal vez, sufrir? Sin embargo, hay esperanza, porque así
como el ser humano debe tener un nuevo nacimiento para entrar de nuevo al
Paraíso perdido en su relación con Dios, también la tierra nacerá de nuevo: “Vi
un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más” (Apocalipsis 21:1 RV60).
Sí, sobre las cenizas de este mundo en caos, Dios hará todo de nuevo. Pero
antes de que ocurran esas cosas, ¡JESÚS volverá a la tierra en compañía de Su
Iglesia para gobernar este mundo! Vendrá el reinado de JESÚS, el Cordero de
Dios, y será un tiempo de paz como Dios siempre ha querido en este mundo caído.
Entonces, veremos el cumplimiento de las palabras del profeta Isaías: “Él juzgará
entre las naciones y será árbitro de muchos pueblos. Convertirán sus espadas en
arados y sus lanzas en hoces. No levantará espada nación contra nación, y
nunca más se adiestrarán para la guerra” (Isaías 2:4 NVI). ¡El caos, como lo ve
Rayma, en el cual está envuelto el mundo será por fin aniquilado!: “Porque
también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la
libertad gloriosa de los hijos de Dios…”. (Romanos 8:21)
¿Dónde está Dios? Aquella mañana del 11 de
septiembre del 2001 Mary -mi esposa- y yo, íbamos por la carretera 28, hacia
Manassas, Virginia en donde comenzaríamos una nueva iglesia. Por encima de
nosotros pasó el avión que luego se estrellaría en el Pentágono. Precisamente,
estábamos escuchando la radio informar sobre los dos aviones que se habían
estrellado contra las Torres de Nueva York. “Esto no es casualidad”, recuerdo
que le dije. Nos dimos cuenta que ¡Estados Unidos estaba siendo atacada por
terroristas! Nos hicimos a un lado en la carretera y oramos. Lo demás es
historia. Nunca el mundo volverá a tener seguridad. La verdad, sea dicha
¡estamos en manos de fanáticos religiosos que no se detendrán!
En aquellos días difíciles, era común que la
gente me preguntara ¿Dónde está Dios que ha permitido esto? En un programa de
televisión, le hicieron esa misma pregunta a la hija de Billy Graham, la
destacada oradora y escritora Anne Graham Lotz, "¿cómo
pudo Dios permitir que sucediera esto?", ella dio una respuesta sumamente
profunda y llena de sabiduría: "Al igual que nosotros, creo que Dios está
profundamente triste por este suceso, pero durante años hemos estado diciéndole
a Dios que se salga de nuestras escuelas, que se salga de nuestro gobierno y
que se salga de nuestras vidas. Y siendo el caballero que Él es, creo que se ha
retirado tranquilamente. ¿Cómo podemos esperar que Dios nos dé Su bendición y su
protección cuando le hemos exigido que nos deje estar solos?".
¿Dónde
está Dios? Puede ser tu pregunta al ver las imágenes de gritos en las plazas y
las calles, a los policías y gente corriendo de un lado a otro tras un ataque
terrorista en cualquier parte del mundo, la imagen de cuerpos destrozados en
las calles nos conmueve. En realidad Satanás ha abierto las puertas del mismo
infierno, y los demonios andan sueltos como nunca y vemos sus acciones en todas
partes del mundo. Este mundo está al revés como lo vio el profeta Isaías, hace
tres mil años, pero el Dios de los cielos ve todo y vendra más tarde que
temprano con su justa retribución y no escaparán: “¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen
las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y
lo dulce por amargo!” (Isaías 5:20, NTV).
Por
otra parte, el cristiano nacido de
nuevo, sabe donde está Dios y puede clamar como el profeta, en medio del caos
reinante:
Aunque las higueras no florezcan
y no haya uvas en las vides,
aunque se pierda la cosecha de oliva
y los campos queden vacíos y no den fruto,
aunque los rebaños mueran en los campos
y los establos estén vacíos,
¡aun así me alegraré en el Señor!
¡Me gozaré en el Dios de mi salvación!
¡El Señor Soberano es mi fuerza!
Él me da pie firme como al venado,
capaz de pisar sobre las alturas».
(Habacuc
3:17-19, NTV)
Pase lo que
pase: ¡Dios es quien dice ser y toda la Biblia está llena de promesas de su
poder, su gracia y misericordia, y nosotros los seres humanos, disfrutaremos
para siempre de su protección:
Miren, el Señor omnipotente llega con poder,
y con su brazo gobierna.
Su galardón lo acompaña;
su recompensa lo precede.
Como un pastor que cuida su rebaño,
recoge los corderos en sus brazos;
los lleva junto a su pecho,
y guía con cuidado a las recién paridas.
(Isaías 40:10,11NVI)
¿Dónde está tu Dios? Él está a la distancia de nuestro clamor y
escucha nuestro arrepentimiento, perdona, nos da Su vida para siempre y nos
llena de lo único que no podrán separar ni aún la muerte, la esperanza:
¿Acaso no lo sabes?
¿Acaso no te has enterado?
El Señor es el Dios eterno,
creador de los confines de la tierra.
No se cansa ni se fatiga,
y su inteligencia es insondable.
Él fortalece al cansado
y acrecienta las fuerzas del débil.
Aun los jóvenes se
cansan, se fatigan,
y los muchachos
tropiezan y caen;
pero los que confían en
Él
renovarán sus fuerzas;
volarán como las
águilas:
correrán y no se
fatigarán,
caminarán y no se cansarán.
(Isaías
40:28-31, NVI)
En esta hora
difícil para los seres humanos de toda la tierra, creámosle a Dios, abramos
nuestros corazones a Él y cuando alguien te pregunte ¿dónde está Dios?
Responde: ¡Aquí en mi vida, en mi corazón!, porque: ¡Yo le creo a Dios! ¡Aquí
esta mi Dios! ¡Alabado sea el Eterno para siempre!
Oración:
Padre eterno:
Ahora entiendo que tú me amas y que
desde antes de la creación del mundo, tú quisiste que yo fuera parte de tu
familia. Señor, con humildad te pido que perdones mis pecados, me arrepiento, y
te ruego que vengas a mi vida. Gracias JESÚS por salvarme y de ahora en
adelante, tú eres mi Señor y Salvador. Amén.
Perla de hoy:
Frente al
caos reinante, la paz de Dios en nosotros, pone el orden.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Existe alguna promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Existe alguna lección por aprender?
¿Existe alguna bendición para disfrutar?
¿Existe algún mandamiento por obedecer?
¿Existe algún pecado por evitar?
¿Existe algún pensamiento para llevarlo conmigo?
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