Francisco
Aular
faular@hotmail.com
Lectura devocional: 2 Timoteo 3:10-17
Desde la niñez,
se te han enseñado las Sagradas Escrituras, las cuales te han dado la sabiduría
para recibir la salvación que viene por confiar en Cristo Jesús. Toda la
Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y
para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos
equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 2 Timoteo 3:15,16 (NTV)
¿Por qué amo a la Biblia? Existen muchas razones por las cuales amo la
Biblia la Palabra de Dios; por las Sagradas Escrituras, llegué al conocimiento
del Plan de Dios para alcanzar al ser humano con la Vida eterna, y darle el cielo
como un regalo: “… las cuales te han dado la sabiduría para recibir la
salvación que viene por confiar en Cristo Jesús”; por las Sagradas Escrituras
he recibido el fortalecimiento de Dios mismo en la hora de la lucha, como todo
ser humano que se enfrenta a muchas limitaciones: “Toda la Escritura es
inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos
ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y
nos enseña a hacer lo correcto”. Por eso, decía San Jerónimo: “Ignorar las
Escrituras es ignorar al mismo Cristo”.
¿Por qué amo la Biblia? Amo la Biblia porque es un tesoro perfecto de
instrucción divina en donde Dios se revela a sí mismo al ser humano: “Sobre
todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de
la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al
contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron
de parte de Dios” (2 Pedro 1:20,21 NTV), por ello, muchos de los grandes literatos
han encontrado en la Biblia un libro especial, como lo dijera la premio Nobel
de Literatura, Gabriela Mistral: “La Biblia es para mí el Libro de los libros.
No sé cómo uno pudiera vivir sin ella”.
¿Por qué amo la Biblia? Porque tiene a Dios como su autor, a JESÚS
como su centro, y al Espíritu Santo su administrador para darla a conocer en
medio de los tiempos. En honor a la Biblia, en este mes, en Perlas del Alma
estaré meditando en el Salmo 119; es el poema más antiguo dedicado todo a la
Palabra de Dios. Es el más largo de los capítulos bíblicos (176 versículos), y
un acróstico que sigue las letras del alfabeto hebreo. ¡Qué profundidad le dio
el Espíritu Santo al autor del Salmo 119 para ofrecer esta joya literaria a la
Palabra de Dios! Hace varios años expresé en el poema “Romance bíblico”, mi
amor por la Biblia. Aquí se los dedico:’
Amo la Biblia completa
y lo digo desde adentro:
Esta Palabra es de Dios
y sigo sus mandamientos.
y se divide en dos partes:
Viejo y Nuevo Testamentos.
Cuando me habla el Libro
eleva mis pensamientos,
que ni sé si piso tierra
o camino por los cielos.
Me encuentro con Abraham
veo a Moisés y a Pedro;
voces de gloria y triunfo,
de penas y sufrimientos.
¡Éste libro está vivo!,
al mundo le voy diciendo:
Es el ancla de esperanza
Y una voz en el silencio…
Que de mí se lleven todo;
pero con la Biblia quedo;
como mi amado JESÚS,
no será el pan lo primero.
Al enfrentar la tentación
que vivo en este desierto…
Firme estoy en la tormenta
y excluyo el desconcierto.
“Crítica bíblica” llega,
profundos conocimientos,
que me parcelan mi Biblia,
yo no los tengo por cierto.
Dejen que sea Dios Quien hable
y habrá entendimiento.
Porque mi Dios está vivo
y me guía por el sendero,
pues la mente es corrupta
y el corazón traicionero.
Así me veo en la Biblia,
porque ella es un espejo.
Es espada de dos filos,
es martillo y es fuego.
Por eso amo mi Biblia,
y así lo voy repitiendo:
Que de mí se lleven todo
pero con la Biblia quedo.
¡Con esta Palabra vivo!
¡Sin esta Palabra… muero!
Primicias del Alma, Francisco
Aular, Toronto: Kerigma 1998, p.55
Oración:
Te
alabo SEÑOR porque tu gloria es perfecta y sin fin. No soy una casualidad en
este mundo; te doy gracias por hacerme parte de los que han podido encontrarte
en las páginas doradas de las Sagradas Escrituras. Ayúdame SEÑOR a compartirla
con otros. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
Descuidar el oír, leer, estudiar,
memorizar, meditar y aplicar la Palabra de Dios, te hará morir del hambre;
vivir en ella, te alimentará con el pan y el agua divinos.
Interacción:
¿Qué me dice Dios hoy por medio de
su Palabra?
¿Existe una promesa a la cual
pueda aferrarme?
¿Existe una lección por aprender?
¿Existe una bendición para
disfrutar?
¿Existe un mandamiento por
obedecer?
¿Existe un pecado por evitar?
¿Existe un nuevo pensamiento para
llevarlo conmigo?
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