Francisco Aular
Lectura devocional: Salmo 119:1-8
Felices son los íntegros, los que
siguen las enseñanzas del SEÑOR. Felices son los que obedecen sus leyes y lo
buscan con todo el corazón. Salmo 119:1,2 (NTV)
El Salmo 119, con justicia es
llamado el “Alfabeto del amor divino”, el “Paraíso de todas las doctrinas, el
“Almacén del Espíritu Santo, la “Escuela de la verdad”, y la “Excelencia de la
ley de Dios”, en resumen, pudiéramos decir que el mensaje del Salmo 119 es “toda
gracia crece cuando crece el amor a la Palabra de Dios”. En efecto, Dios nos
dejó la Biblia como mapa para guiarnos hacia Él, y ser transformados y felices.
Por eso, ignorar la Biblia es ignorar a Dios mismo. En los primeros ocho
versículos el Salmo nos da la respuesta a la pregunta: ¿En que consiste el arte
de ser feliz?
El arte de
ser feliz consiste en edificar nuestras vidas sobre la solidez de la Palabra de
Dios: “No negocian con el mal y andan sólo en los caminos del SEÑOR” (v.3).
Estaba de visita en la casa de un hombre muy rico en Ecuador, él mismo me había
invitado para que le hablara de la Biblia; me relató su vida, y lo escuché
atentamente, porque básicamente, él quería ser oído. Me dijo, “tengo todo lo
que un humano pueda anhelar para ser feliz, y no lo soy…”; luego de contarme
toda una vida contraria a la Palabra de Dios, exclamó: “¡Ah, si yo pudiera
nacer de nuevo!”. Entonces, empecé a hablar yo, y le dije que precisamente por
ese motivo había venido JESÚS, para que nosotros los seres humanos naciéramos
de nuevo. Leímos juntos San Juan 3, y sobre todo, lo dicho por JESÚS a aquel
hombre de mucha moralidad y mucha religión al cual JESÚS le dijo: “De cierto,
de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios” (Juan 3:3). En aquella tarde, ese hombre rico ecuatoriano puso toda su
confianza para su salvación personal, y su nuevo nacimiento en el Señor
Jesucristo, y, ¡Dios lo hizo otra vez! Nos vimos ese domingo en la iglesia, él
vino con toda su familia, y hasta su chofer aceptó al Señor en su corazón. Eso
sí, ¡todos eran felices y lo lucían! Años después, me enteré de que aquel
hombre era uno de los baluartes de su congregación. Alabado sea el Señor que
cumple su Palabra.
El arte de
ser feliz consiste en hacer de los mandamientos de la Palabra de Dios un estilo
de vida:
“¡Oh, cuánto deseo que mis acciones sean un vivo reflejo de tus decretos!”
(v.5). La verdadera fe en el Señor no es fría ni seca. La Palabra de Dios es
una continua corriente de agua viva que nos lleva a mostrar en la vida diaria
que Dios es quién Él dice ser; que Dios puede hacer lo que Él dice que puede
hacer; que yo soy quien Dios dice que soy; que todo lo puedo en Cristo, y que
por sobre todo, la Palabra de Dios está viva y activa en mí. ¡Que diferente es
una vida cuando JESÚS a través de su Palabra vive en nosotros!
Cuando recién convertido y llegué
a la iglesia, había un himno para los niños de la Escuela Dominical, que no
tardé mucho en aprender, y que expresa el amor y la lealtad que debemos dar a
la Palabra de Dios: “Santa Biblia para mí”.
I
Santa Biblia para mí eres un
tesoro aquí;
Tú contienes con verdad la divina
voluntad;
Tú me dices lo que soy, de quien
vine y a quien voy.
II
Tú reprendes mi dudar; tú me
exhortas sin cesar;
Eres faro que a mi pie, lo
conduces por la fe
A las fuentes del amor del bendito
Salvador.
III
Eres infalible voz del Espíritu de
Dios
Que vigor al alma da cuando en
aflicción está;
Tú me enseñas a triunfar de la
muerte y el pecar.
IV
Por tu santa letra sé que con
Cristo reinaré;
Yo, que tan indigno soy, por tu
luz al cielo voy;
¡Santa Biblia!, para mí eres un
tesoro aquí.
(Himnario de Alabanza Evangélica,
#146, Mundo Hispano: 1978)
Oración:
Amado Señor:
¡Gracias por
dejarnos tu Palabra! Ella me da a conocer tu ser como Dios eterno y tu poder,
tu gracia y misericordia; es una canción que puedo llevar conmigo a dondequiera
que vaya; es mi compañera mientras subo a las cumbres y transito por los valles
de la vida; Ayúdame Señor a oírla, leerla, estudiarla, memorizarla, meditarla y
aplicarla en mi diario vivir. En el nombre de JESÚS. Amén.
Perla de hoy:
En un mundo cambiante y en
permanente conflicto, el arte de ser feliz se encuentra en confiar en Dios y su
Palabra que son inmutables.
Interacción:
¿Qué me
dice Dios hoy por medio de su Palabra?
¿Alguna
promesa a la cual pueda aferrarme?
¿Alguna lección
por aprender?
¿Alguna bendición
para disfrutar?
¿Algún mandamiento
a obedecer?
¿Algún
pecado a evitar?
¿Algún pensamiento
para llevarlo conmigo?
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